- ¡Mierda! Se me había olvidado por completo - se golpeó la frente y se volteó a mirarme - Lo siento Emy, tengo irme.

Yo solo asentí y seguí con mi "trabajo"al sentir una mirada en mi levanté la cabeza y me encontré con unos ojos grises. Quedé paralizada ante tal mirada sentí que podía ver a través de mi. Reaccioné y bajé cabeza más rápido de lo que quería.

Es tu jefe Emily,relájate todos son así de fríos y calculadores ¿O no?

Suspiré por quinta vez y me toqué el cuello lo tenía entumecido, realmente era difícil esto. Me levanté y decidí ir hacía la cafetería que se encontraba dos pisos más abajo.

Al estar en el elevador las puertas de este ya se iban a cerrar cuándo una mujer bastante torpe termina de bruces contra el suelo del ascensor. La ayudé a levantarse conteniendo una carcajada pero me fue imposible.

- Lo siento - dije - es que si te hubieras visto también te reirías.

Ella me miró y se puso roja pero también se empezó a reír, lo cual fue un alivio ya que cualquier persona se hubiera puesto a la defensiva.

- Soy Anabeth García - tendió su mano y yo la tomé - pero me puedes decir Anna.

- Soy Emily Morrison, pero me puedes decir Emy.

- Un gusto Emy - me sonrió.

Anna se dirigía a la cafetería al igual que yo, empezamos a hablar y ella me contaba que lleva trabajando aquí durante dos años,dice que le pagan muy bien y aunque sea un poco torpe le va muy bien en su trabajo.

- ¿Que relación tienes con el menor de los hermanos Lehner? - preguntó.

- Solo somos amigos,supongo. Aunque nos conocimos de una manera muy extraña. ¿Por qué preguntas?

- Solo he escuchado algunos rumores de que tu entraste aquí por él y de ustedes estaban en una relación, pero he investigado más a fondo y me enteré que sólo eres una estudiante haciendo un proyecto.

- ¿Enserio? - sabía que si me veían con Kyle almorzando los demás pensarían algo completamente erróneo.

- Si,dicen lo típico de los chismes de empresas.

Me reí.

Ya sentadas en una mesa cada una con un café en mano, empezamos nuevamente a hablar,hasta que le hice la pregunta del millón.

- ¿Cuál es el problema del señor "gano mucho dinero"? - pregunté y ella río.

- Ese es un amargado, siempre trata de degradar a los demás solamente porque es el jefe mayor. Pero dicen que el sufrió un accidente y otros dicen que lo causó.

- ¿Qué? - pregunté.

- No lo sé, eso dicen aunque no creo que sea verdad. Son solo chismes.

- Yo solo creo que es un amargado, solo por el hecho de ser el jefe no le da derecho a ser un imbécil - dije tomando un sorbo de mi café y ella se quedó muda, por lo que lo tomé como una mala señal. La miré y estaba blanca como un papel a pesar de su tez morena.

Así que me giré y observé lo que ella estaba mirando la causa de su cambio y ahí lo entendí.

¡Que suerte la mía!

- ¿Podría volver a repetir lo que dijo Señorita Morrison? - lo miré y no era un sueño ahí en frente mío tenía a nadie más y a nadie menos que al mayor de los hermanos. Ian Lehner.

- Yo...- pasé saliva y me armé de valor para decir lo siguiente - Claro, dije que porque la personas que son amargadas tienden a ser imbéciles.

Mi perdición eres túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora