Mientras que en la superficie, el Comodoro vio como salieron dos piratas vestidos de mujeres, ordenándole a sus marineros que no dispararán al bote, el cual, tenía solo el propósito de llamar la atención.

— Esto es justo lo que los griegos hicieron en Troya, excepto que era un caballo, no está cosa, un caballo de madera - comentó uno de los piratas que vestido de mujer, era la carnada.

Mientras sus compañeros abordaban el audaz en completo silencio, el joven Park escapándose de aquel navío y los pocos que quedaban vigilando el barco fueron rápidamente asesinados.

Su plan seguiría siendo perfecto de no ser que los dos piratas que estaban en el bote vestidos de dama empezaron a pelear, botando un paraguas que los cubría de la luz de la luna, dejando a la vista su identidad y la sorpresa del primer al mando del audaz que los miraba con su telescopio, quién recibió un disparo de ellos que le voló su sombrero.

Y así la pelea empezó, con los muertos peleando por el dominio de la nave y los humanos en desventaja queriendo defenderla.

El capitán Kim agarraba y observaba todos los tesoros que habían en aquella cueva, probándose coronas y viendo extrañas estatuas de oro.

— Tae mi amor, creí que te conocía, aunque resultaste algo difícil de predecir.
Comento su esposo, el capitán Jeon quién descansaba sentado en una roca, rodeado de los tesoros de sus innumerables saqueos.

— Porque soy deshonesto, y un deshonesto siempre va a hacer un deshonesto, siendo honesto, es de los honestos de quien deberías de preocuparte, porque jamás predecirás si van a hacer algo increíblemente estúpido.
Dijo para luego robarle una espada a uno de los piratas de su esposo, con una patada tirando al lago, la espada cayó a manos del alfa Min quién se liberó de las sogas listo para pelear.

Su esposo no espero mucho quién sacó su espada listo para atacar a su Omega, quien hizo lo mismo, ambos destinados peleando, creando una guerra sin fin.

Mientras el joven Park se infiltraba en el Perla Negra, evadiendo perfectamente dos piratas que se quedaron con el propósito de cuidar el barco, el joven Park estaba ahí con el único propósito de liberar a la tripulación del capitán Kim, que logró perfectamente.

La campana del audaz fue tocada por un moribundo marinero, el Comodoro aún en el bote al escuchar el llamado de ayuda ordenó rápidamente que regresarán a la nave, siendo atacados por cañones de su propia nave.

— No ganarás jamás mi amor - afirmó el capitán Jeon tirando su espada, que no paso mucho para que su Omega enterrara su espada en donde estaba su corazón, suspiro, y sin pensarlo sacó su otra espada, clavándosela en el pecho a su Omega.

Quien retrocedió, mirando dolido a su alfa quién caía en cuenta de lo que hizo.
No hasta que, su Omega se posos bajo la luz de la luna, y se vio su cuerpo sin carne alguna, solo su esqueleto.

— Que interesante - comento el Omega, mirando su cuerpo aún bajo la luna y jugando con la moneda que se robó — No logré resistirme - se excusó, antes de volver a la pelea con su esposo.

— ¿Y que sigue Omega mío? ¿Dos inmortales en una batalla hasta el final de los días?

— Si quieres ríndete.

— Malditos piratas - comento con enojo el joven Park, quién remo desde el Perla negra solo hasta la cueva en busca de rescatar al alfa Min, enojado porque no recibió ayuda de la tripulación que rescató.

La pelea sería infinita, en el audaz con la llegada del Comodoro y en el cueva de la isla de la muerte con la llegada del joven Park, quién con un remo golpeo fuertemente a uno de los amotinados, rescatando al alfa Min y ayudándolo a pararse del suelo, siendo ahora espectadores de la batalla que los dos esposos protagonizaban.

Pirates of the Caribbean  °Kookv°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora