At The End Of The River [Thiam]

Chapter 3: Defeat Pt2

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Narra Theo.

Comencé a decir lo que había pasado desde la última vez que nos vimos recordando cada momento.

Esa noche paso frente a mis ojos, la noche en qué vencimos a los cazadores del hospital, la noche en qué huí lejos de la manada. Ahora que no habia más peligro quizá me mandarían a la casa Eichen para estar atrapado por siempre.

Aunque en verdad recordaba las miradas de todos cuando le quite el dolor a ese normal antes de que muriera. Quizá preferia quería que me vieran con ira que con pena.

Recordé como algo. Bueno alguien. Me pedía quedarme pero cobardemente me escape a dónde los cazadores habían dejado mi camioneta después de que me capturasen y recuperase las llaves del que me estuvo torturando por días.

El recordar cómo había estado malviviendo dentro de mi automóvil con dinero o comida que me dieran por limosnas o por trabajos me hizo ver lo patética que era mi vida aunque ya viene la parte interesante.

Hacia pocos días algo me llamó a Beacon Hills, esa sensación de que te olvidas de algo no me dejó durante mucho tiempo, ya me imaginaba que el nemeton era la causa pues esa cosa adoraba la idea de atraer sobrenaturales, pero no entendía porque yo era su objetivo, las quimeras no son sobrenaturales. ¿Porque me querría de vuelta?

Cómo no logré encontrar una respuesta coherente, antes de darme una idea sobre que pasaba ya estaba de camino al pueblo, solo quería que ese sentimiento se fuera. Ya era suficiente el tener que mal vivir el día a día para andar soportando un tocón sobrenatural perforandome la cabeza con ideas imaginarias.

Todo fue relativamente bien en el regreso hasta que ya no lo fue, no se cómo olvide que mi camioneta apenas tenía combustible para un viaje corto, y voy yo a pedirle que me lleve a Beacon Hills.

Aún así estaba agradecido porque esa cosa llegó a quedarse muerta en las cercanías del pueblo, no estaba tan lejos, quizá durante la noche podría volverme lobo para llegar. Gracias a mi fuerza sobrenatural moví la camioneta fuera del camino, ahí no me comería otra multa que no pagaría nunca.

La noche ya estaba sobre Beacon Hills, el cielo era oscuro cuando iba de regreso a mi "Hogar" ya que por suerte había logrado conseguir dinero para comprar algo de comer. Un sándwich y un refresco de la tienda de conveniencia más cercana a unos dos kilómetros de dónde deje mi camioneta.

Admitó que aquello fue una comida digna de dioses, claro después de no comer por tres días casí todo te sabe bien, lo que no era tan bueno fue que al acabar de comer sentí como el ambiente del lugar estaba... Frío...

Me adentré al bosque y me apoyé en un árbol mientras recuperaba el aliento. Algo me decía que revisara por ahí aunque no entendía porque. Quizá mi tiempo con la manada McCall me había cambiado pues normalmente me abría alejado, pero ahora al contrario, me acerqué, tarde un rato en hacerlo pero al llegar lo vi.

Había huellas en el suelo, pies humanos que debían ser de una persona, por mi mente paso la idea de algún hombre lobo desatado pero no había rastros de movimiento salvaje, las huellas aún frescas parecían seguir el ritmo de alguien que tambaleaba al caminar.

Posiblemente seguía vivo necesitaba ayuda, quizá debía ayudarle, ahora que lo pensaba podía ser útil el hacerlo, así podría obtener mejor reputación entre el pueblo más específicamente la manada para conseguir algún lugar para dormir o al menos darme un baño.

Me adentré en el bosque, camine hasta donde observé que el rastro se perdía, en ese momento hice brillar mis ojos para ubicar mejor la fuente de calor mas cercana, con algo de suerte la vi. Parecía una niña a lo lejos.