—¿Hace cuánto aprendiste a tocar el piano?

—Desde los 7, madre quería que aprendiera a tocar algún instrumento.

—Pues tienes un gran talento, Regulus.

—Gracias.

Will lo miró sonriendo y acarició su cabello con suavidad.

—Ven, podemos hablar más en mi dormitorio y puedo pedir un poco de té si gustas.

—Eso suena bien, vamos.

Los dos se levantaron para salir de la sala, Regulus siguió al mayor por los pasillos hacia las escaleras. Intentó arreglar su ropa para no verse tan mal, acomodó el cuello de su camisa blanca y revisó no tener manchas, al ver que todo estaba bien sonrió con calma.

Cuando entró en el dormitorio de Will miro todo con una sonrisa, se veía ordenado y bien decorado, casi ni parecía que él viviera ahí.

Will se sentó en un sofá que estaba frente a una chimenea y Reg se colocó a su lado sonriendo.

—Me gusta tu dormitorio.

—Gracias, a mi también me gusta.

Will llamó a un elfo doméstico y pidió té para ambos así como galletas. Luego se volvieron a quedar solos unos minutos después.

—¿Cuántos años tienes Regulus?

—Voy a cumplir 13 años el 8 de agosto.

—Eso es genial, ya viene tu cumpleaños —dijo mirándolo y Reg asintió varias veces—. Seguro tendrás muchos regalos por ser un niño tan lindo.

—Eso creo y ¿Tú cuántos años tienes?

—Cumpliré 16 el 14 de septiembre.

—¿No deberías estar en sexto año?

—Así debería ser pero resulta que nací después del primero de septiembre lo que significa que me quede en un curso inferior.

—Eso lo explica todo.

Will asintió con calma y le acomodó un mechón de cabello a Reg.

—Eres muy maduro para tener 12 años, Reg.

—¿Eso es bueno?

—Claro que sí, eso te hace muy especial.

Regulus sonrió por esas palabras y asintió emocionado.

—Si tu lo dices.

—Que buen chico eres, principito.

***

Número 12 de Grimmauld Place

Agosto 8, 1973

La casa de los Black estaba de celebración debido al cumpleaños del menor de sus integrantes, no era una fiesta como la de cualquier niño ni había tanto cariño como en otras familias pero para Regulus nada de eso importaba porque Will le había mandado un regalo y una carta, un gesto que se le hizo tan adorable porque el mayor se había acordado de su cumpleaños cuando no tenía ninguna obligación con él.

El regalo era un suéter azul oscuro, el color favorito de Will y que le había dicho, seguramente, le quedaría muy bien. Regulus no dudaba de su palabra así que en cuanto abrió el regalo y vio el suéter decidió usarlo de inmediato luego de su emoción por el regalo leyó la carta, la cual tenía una caligrafía perfecta y las maravillosas palabras de Will.

"Querido principito:

Feliz cumpleaños al chico más tierno que he conocido, espero te guste mi regalo porque en cuanto lo vi pensé que era para ti, te verás muy bien. Pronto nos veremos y te daré un abrazo y muchos besos que estoy seguro te harán feliz, además de darte una gran sorpresa que seguramente disfrutarás mucho.

Amor en el mapa #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora