- Está todo perdonado.

A Gabriel no le gustaba hablar de esos temas, que aún en realidad le dolían mucho.

- No, y lo sé. Lo que pasa es que Raúl me dijo que...

- Raúl es mala persona.

- Lo sé, me di cuenta. Tarde, pero me di cuenta. Lo que quería decir es perdón por no haberte apoyando en eso de la California. Fue muy egoísta de mi parte, y no debi haber creído a Raúl cuando me dijo que tú estabas con Judith.

- ¿Raúl dijo eso?

- Si...

- Definitivamente odio a este chico.

***

- Si todas estuvieran listas, todavía estarían aumentando los precios por ti. - dijo Julián a través de la puerta mientras que Gabriel estaba tomando una ducha.

- No digas tonterías.

- No sabes lo que le gustas a la gente. Me dijeron que la subasta ha finalizado, y fue Judith quien pagó el precio más alto. Gracias a ti.

Hubo un pequeño silencio después de que el agua haya terminado de correr. Gabriel abrió la puerta y se encontró frente a Julián, muy cerca. Solamente llevaba puesto un jogger gris, y todos conocemos la reputación de esos joggers. Julián se quedó admirando el cuerpo del chico que tenía delante.

- Que no le gusto tanto tanto a la gente.

- ¿Te ríes de mí?

Julián bajó la vista, mirando lo prohibido. Juró en su cabeza, y volvió a levantar la mirada antes de pensar en cosas no muy católicas.

- No es porque te gusto a ti que les gusto a todos.

- No les gustas a todos. Les gustas a todos, y a todas. - dijo dando tres pasos hacia atrás para volver a tomar una respiración más o menos normal. - Joder, mírate un poco. Dos divino, perfecto, maravilloso. A mí me gustas, a Judith ya le gustaste y lo sabes, a Raúl le...- se detuvo ahí, pero ya estaba demasiado tarde. - Lo siento.

- Ya... - cerró la puerta del cuarto de baño y avanzó hacia la cocina. - Igual gracias.

- De verdad lo siento...

- Ya por favor. Para. Sé que cortaste con él y está todo bien ahora, todos nos podemos confundir. ¿No? - Julián bajó la cabeza. - ¿No? Fue solamente una confusión ¿verdad?

- Claro que lo fue. - se acercó de nuevo a Gabriel. Veía que eso lo ponía mal, y de verdad. - Yí vine hacia aquí por ti. Lo mío con Raúl se quedó en Tijuana.

- Para cuando vuelvas allí ¿no?

- Dijiste que estaba todo bien, pero está claro que no... ¿Confías en mí?

- Confío en ti. Pero en él...

- Ya no tengo ningún tipo de relación con él, te lo prometo. - tomó la cara del chico entre sus manos y acarició sus mejillas rojas, y todavía un poco mojadas.

- Te creo. De verdad. Pero tienes razón... - su voz se quebró sin siquiera que pueda controlarlo un mínimo. -... dolió, y duele mucho...

Julián solamente abrazó al chico que amaba para dejar que exprese todo lo que no había podido expresar antes. Sabían ambos que esto había cambiado muchas cosas entre ellos, pero también ambos querían creer que lo suyo podía funcionar. Lo esperaban de corazón.

- Lo siento mucho.

- Lo sé...

***

Una mayor parte de la noche había pasado, ambos estaban muy cansados pero tenían que terminar el reto, para su amiga que había pagado tres cientos dólares. Habían hablado muchísimo, de lo que había pasado entre ellos pero también de cosas muy inútiles como el tiempo que hacía, lo divertida que era el concepto de comprar chicos, de competencias de patinaje, o los amigos que Gabriel había dejado en Tijuana. Julián igual se quedó un poco decepcionado, soñaba con otro tipo de noche. Una noche en la que le quitaría su jogger a Gabriel, o en la que acabarían los dos juntos bajo la ducha. Ambos juntos.

- Son las seis y media. - anunció Gabriel bostezando.

- Creo que me voy a ir. Tenemos que dormir.

Gabriel asintió con la cabeza. Se levantaron tímidamente, y con mucho cansancio. Avanzaron hacia la puerta, y llegados allí, se pararon.

- La tradición dice que debemos besarnos. - anunció Gabriel.

En realidad le importaba una mierda la tradición, solamente quería darle un beso.

- ¿Querés?

- Más que nada.

Sin esperar más, se besaron tan fuerte que parecía que era la última vez que lo podían hacer. Parecía ser un beso de despedida, pero era todo lo contrario. No marcaba el final de nada, si no el comienzo de una vida entera.

- ¿Por qué no te quedas aquí a dormir? - finalmente propuso Gabriel.

Julián asintió y fueron rápidamente a la cama. Esta vez, no lo pensaron. Se acostaron en la cama, se abrazaron, y se durmieron, soñando de un futuro más feliz que su pasado.

Finalmente, el sexo no era necesario. Solamente necesitaban volver a conectar juntos, y lo habían logrado. Aún les quedaban cosas por arreglar, pero estaban en el buen camino. Y lo que divertido era que si no hubiera sido por esta subasta absurda, no estarían juntos en esa cama.

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Es un intento de alejarme de la fanfiction. Es súper random como one shot pero ojalá os guste.

Gabriel y Judith son personajes que seguramente volverán pero en universos distintos jaja

One Shots →Disney Bia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora