I guess this is KARMA [2Jae]

四十

—Que no importa cuánto creamos que alguien es la persona indicada, el universo siempre se empeña en hacer que termine por suceder nada.

—Creo que debemos aprender de Wheein, ¿no?

—Es fácil decirlo para alguien que no ve al chico más maravilloso del mundo salir con tu hermano mayor.

La sorpresa se adueñó de su rostro. Después asintió asimilando lo dicho con una expresión que me decía que mi situación no era realmente importante o siquiera lo suficientemente interesante como para preguntarme más sobre ello.

—"Sonará hipócrita de mi parte pero, hay más personas por conocer" —dijo sonriente.

—A diferencia de Wheein, a mí me acaba de suceder, por eso no quiero conocer a nadie —rezongué—. Quiero dejar de sentir.

Agitó mi cabello una vez más.

—No tienes porqué contarnos nada si eso te abre heridas abiertas. A comparación nuestra, parece que tú estás conllevando todo esto solo. Pero si quieres apoyo de alguna forma, sabes que cuentas con nosotras. Eres una más de nosotras.

—Es un honor cambiar de sexo.

—Es el más grande honor que podemos otorgarte.

—Entonces, cuando salió esa película, el actor se volvió un revuelo por lo guapo que es —decía Yongsun—. ¡Todos se volvieron locos por él y no los culpo! Alto, varonil, guapo, musculoso, larga melena que acentuaba su virilidad junto a su abundante barba. Sin embargo, no sólo con él si no con más actores sucede que mi padre siempre dice "de seguro es gay". Si tan sólo vieran como detesta que un actor masculino reciba atención masiva. Él automáticamente dice que es homosexual.

—Es muy común que los padres digan eso —dijo Hyejin con su barbilla descansando en sus brazos cruzados sobre la paleta—. Mi padre dijo lo mismo cuando mi mamá comenzó a desvariar por este atlético actor rubio que interpreta al Capitán América.

—¡Estoy totalmente de lado de tu madre! —clamó Yongsun.

—Yo también entiendo a tu madre —dijo Wheein—. Pero también a tu padre. Mira que cuándo conocimos a Jaebeom automáticamente sabíamos que era gay.

Deje de reír. Eso los hizo reír a ellos.

—¿Van a tratar a su sunbae de esa forma? —pregunté ofendido.

—¡A cagar al pasto! —exclamó Yongsun—. Soy mayor que tú.

—No digas mierdas. Me incorporé después de dos años y ustedes apenas están en quinto semestre.

—Me costó averiguar tu edad pero lo logré sobornando a cierto chico de ojos pequeños —insinuó mirándome con un ojo (por cerrar el otro) a través de un aro que hizo con los dedos índice y pulgar de su mano derecha—. Tienes veintidós años, Beom-Beom. Yo tengo veinticinco.