-su sonrisa desaparece al instante que escucha al menor, se voltea y lo ve llorando- amor

¿Amor? -ve a Manuel quien tiene una sonrisa de oreja a oreja- ganaste -se limpia las lágrimas y ve al castaño- no quiero que me busques, ni me llames ni nada Emilio -se retira- vamos José Pablo -se sube al auto nuevamente-

Obvio, siempre gano -Manuel mantiene su sonrisa mientras ve cómo el menor se va- bye -le mueve la mano- ¿en que estábamos nosotros? -le da un beso en el cuello al castaño-

Joaquín -dice al ver como el menor se va nuevamente y suspira al sentir el beso del contrario- déjame -lo ve- Manuel, déjame solo

No te enojes conmigo -lo ve- no te obligue a que me siguieras el juego de coqueteo, lo hiciste solo y eso quiere decir que ese niñito no es importante para ti, date cuenta Emilio, yo soy lo que necesitas en tu vida no ese niño que no sabe nada de cómo complacerte -le sonríe- el sexo conmigo sabes que es el mejor, sabes que el sexo conmigo te deja en las nubes

Deja de hablar así de él -lo ve- Manuel sal de mi casa

¿Me estás corriendo? -ríe negando- un poco tarde a mi parecer, Joaquín ya no está -sonríe- me voy a dormir, si quieres coger ya sabes donde encontrarme -se retira y sube las escaleras para entrar al cuarto-

-el castaño suspira y se queda de pie en la cocina pensando en lo que acaba de pasar- ¿terminó conmigo? -niega y va al despacho-

¿Donde quiere ir? -dice José Pablo mientras maneja y ve al menor por el espejo retrovisor, quien va hecho un mar de lágrimas-

A mi casa -dice entre lágrimas las cuales se limpia pero no dejan de salir-

Si joven -lo ve y sigue manejando-

-no sabe como fue que todo lo bonito que habían vivido estos días, se vino abajo por solo un hombre que no conocía y que en menos de un día le quitó la felicidad- te dije que no me quería

-suspira al oírlo- quizá solo fue un mal entendido -continúa manejando-

¿Mal entendido? José Pablo, estaba accediendo a irse a la habitación con él mientras el otro le besaba el cuello ¿que mal entendido ves en eso?

-suspira- no lo se, joven -estaciona el vehículo- llegamos -se baja y le abre la puerta al moreno-

Gracias -se baja y lo ve- puedes irte y no le digas nada a Emilio

¿Quiere que lo acompañe? -lo ve asintiendo- si, no le diré nada

-suspira y asiente- si, no es mala idea -camina y entra al edificio-

Joven Joaquín, hace mucho que no lo veía -dice el conserje-

Hola don Mario -sonríe leve- ya me verá más seguido -camina junto a José Pablo quien va detrás de él-

Que descanse -dice el conserje-

Igual usted -entran al ascensor y presiona el botón de su piso-

-va en silencio al lado del chico quien volvió a llorar, lo abraza fuerte- tranquilo

-solo llora en el abrazo del chico y no logra entender por que está sufriendo tanto si solo fueron unos días- me duele y me da rabia que duela tanto -lo ve- fueron solo unos días y me duele como si hubiéramos durado años

El amor es así -lo ve y le seca las lágrimas- muchas veces no entendemos por que no nos duelen cosas que duraron mucho tiempo y hay veces que se ama con tanta intensidad que solo días bastan para causar un gran dolor

-lo ve y suspira- me duele -sus lágrimas siguen saliendo, y siente que las puertas del ascensor se abren, sale y camina hasta su puerta- este es mi departamento

-sigue al menor y asiente al oírlo- sano y salvo en su puerta señor -sonríe leve- ¿quiere que me quede?

-lo ve y niega- no es necesario, acá no corro ningún peligro -va a introducir la llave y ve que la puerta está levemente abierta- que raro, juraría que la dejé cerrada

-ve la puerta y saca su arma- déjeme entrar primero

-asiente y se corre hacia un lado, viendo cómo el contrario abre la puerta con cuidado y camina de forma sigilosa, entra detrás del chico caminado con cuidado al igual que el chico y suspira al ver su casa desordenada- ¿qué pasó acá?

-ve el desorden y sigue apuntando hacia el frente mientras revisa la habitación- ¿está seguro que no le pasó las llaves a nadie?

Si, nadie tiene las llaves de acá -lo ve y suspira- José Pablo, llévame al Athena

-asiente- si señor -sale detrás del chico-

Mundos opuestos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora