- Sí
- ¿Un beso de Wednesday en tu mejilla te hizo sentir bien?... ¿Qué más?
- Cerré los ojos…- comenzó a decir cerrándolos en el momento y recordando la situación. David dejó a un lado su libreta junto a su lapicera y se inclinó de tal manera que sus codos reposaban sobre sus muslos. El psicólogo había dejado paso al padre —Su perfume entró por mi nariz y uno de sus mechones de pelo chocó contra mi mandíbula y uno aún más pequeño se pegó momentáneamente a mi boca… Dejé de escuchar las cosas que pasaban alrededor y que no tuvieran que ver con ella… Estiré inútilmente mi mano para retenerla por la cintura pero al no encontrarla abrí los ojos… Ella ya caminaba lejos de mi… y luego más lejos… Hasta que dejé de verla.
Pasaron segundos. Minutos o tal vez miles de segundos más miles de minutos. Ninguno de los dos dijo algo.
Hasta que David se aclaró la garganta y se puso de pie.
Enid soltó su brazo y de reojo lo observó caminar hasta la ventana.
Se movió lentamente hasta quedar sentada en el sillón. Encogió sus piernas dejando un espacio para resguardar sus brazos y mover sus dedos allí. De manera nerviosa.
- Te estoy decepcionando ¿verdad?- dijo con terror y temblor en la voz. David ancló su vista en la calle y colocó sus manos tras su espalda. Enid lo escuchó suspirar. Él era a la única persona que no podía mentirle ni él a ella. Eran el complemento Sinclair perfecto
—Te decepciona que tu hija sienta atracción hacia alguien menor ¿verdad?- Lamentablemente atracción es… Y no estoy decepcionado- dijo él con la voz más gruesa que de costumbre y apenas separando sus labios para hablar —¿Sabes lo que realmente me hubiera gustado? Que lo controlaras- respondió sin darle tiempo a su hija hacerlo- Hay cosas en la vida que se pueden controlar, Enid. El trabajo, los pensamientos, el calor corporal… los sentimientos.
- No creo que…
- Aunque nadie lo crea. Cuando dos cosas se mezclan, como lo legal con el amor, inevitablemente uno va a salir perdiendo… Y tú optaste por lo más fácil… Llegas a mí cuando tu cuerpo ya actuó por si solo y cuando tu mente no generará un pensamiento contrario al que ya tienes…. Quieres cambiar las cosas cuando ya no se pueden… Eso, eso Enid es lo lamentable.
- Eres la última persona a quién quisiera decepcionar… Pero no puedo sentir diferente. Si mi cuerpo experimenta sensaciones producidas solo por Rachel y además me hacen bien ¿por qué tengo que dejar de sentirlas?
- La pregunta no es por qué no abandonarlo; la pregunta es por qué permitirlo. ¿Has hablado de ella con esto? - preguntó girando por primera vez a verla
- ¿Y qué me tome como loca?... Loca, ¡puff! Ni la mitad de eso me diría… miles de cosas podría gritarme y ambas sabríamos que está en lo cierto…Dios, podría hablar con sus padres, ellos tomarían acciones legales y mi reputación se iría por…
- Enid- la calló él con seguridad en su voz- ¿Cómo se porta ella contigo?
- Ya lo sabes. Hablamos de eso cada día
- ¿Por qué crees que te dijo lo de la apuesta?
- No lo sé… según ella no quería que me enfadara.
- ¿Lo habías hecho?
- No. Con Warren sí… pero con ella… solo entristecí, nada más.
- Habla con ella- le dijo David volviendo su cara al cristal y ver como el sol comenzaba a taparse de nubes grises y algunos copos de nieve caían sobre el auto que le había regalado semanas atrás a su hija
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Language of love - Wenclair
RomanceEnid Sinclair es la nueva profesora de Nevermore. Wednesday Addams, su alumna menos aplicada
Capitulo 18: Consecuencias
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