–¿Cuál explosión? –preguntó él con voz ronca, frotando sus ojos con cansancio.

–La cual te hizo creer que morirías y declaraste tus profundos sentimientos...

Todo rastro de pereza desapareció en instantes de cuerpo de Lance, en lo que sus ojos se abrieron de nuevo tan redondos como platos y sus manos se abalanzaron contra la boca del paladín rojo.

–¡Calla, Keith! –bramó este –. Por qué no tengo idea de lo que hablas. Debes de estas imaginando cosas de nuevo, como cuando crees que eres mejor que yo y eso...

–Aja.

–Me alegra que estes bien Lance –lo saludó Allura deteniendo por completo la perorata del paladín azul.

–¿Estabas preocupada por mí? –le preguntó él con tono coqueto y una lasciva sonrisa.

–Retiró lo dicho.

La sonrisa de Lance desapareció de inmediato al recibir una palmada en la nuca de parte de Keith.

–¡Hey! –se quejó éste, pero pronto olvido su sentir ante la mirada desaprobatoria de Hunk ante su comportamiento –. Y... ¿Qué fue lo que me perdí? –agregó tratando de cambiar el tema, mientras sobaba su nuca.

El paladín azul no estaba al corriente de los hechos que continuaron con la liberación de los vrochan ante su inminente perdida de la conciencia a causa de sus heridas, por lo que sus compañeros tuvieron que explicarle a grandes detalles todo lo sucedido. Una vez que los ultimas fuerzas militares de la armada del general Thogos huyó del cuadrante, finalmente pudieron ingresar a los controles necesario para liberar la compuerta de la mina, y así liberar a todos los esclavos vrochan en ella.

Vrindan y Lundi se reunieron con la hermana del primero y madre de la segunda, a la cual debieron informar tristemente de la muerte de Mondo. Ella como el resto de su gente lamentaron terriblemente la pérdida de su líder, pero entendían su sacrificio como padre, así como su preocupación por su pueblo.

Nunca lo olvidarían, y Vrindan prometió asegurarse de eso.

Con el tiempo, los vrochan decidirían el rumbo que tomaría la base minera ahora bajo su control, pero primero se dedicarían a sanar las heridas y extrañar a sus seres queridos.

–Es una pena que Mondo haya muerto –comentó Lance acongojado, sentimiento compartido por el resto de los paladines.

–Al menos sus deseos sobre su gente sobreviran con su familia –explicó Allura esperanzada pensando en la pequeña Lundi, con una vida de libertad por delante y Vrindan madurando a un futuro y exitoso líder –. Estoy segura que después de todo, encontraran la manera de ser felices y libres. Una vez que estén listos.

–Sí, Lundi, Vrindan y la memoria de Mondo lo llevaran por el camino correcto –señaló Coran enchinando su fino bigote.

–Solo esperemos que su sacrificio no sea en vano y logren mantener su libertad –agregó Keith –. El imperio galra no dejará ir tan fácil una base como esa.

–Pero ahora son nuestros aliados –indicó Hunk –, unos excelentes aliados contra Zarkon y su imperio. Además, con su ayuda tenemos finalmente el telum que necesitábamos para construir teludav.

–Y ahora controlan todos los sistemas del CeCoA –continuó Coran con seguridad –, sin mencionar que pueden contactarnos si necesitan de nuestra ayuda en cualquier momento.

Ante tales afirmaciones, un sentimiento de tranquilidad se apoderó de los consternados corazones de los presentes. Un momento de alivio siempre era bien recibido.

–Y... –habló Lance percatándose de algo –. ¿Dónde está Shiro?

El silencio se apoderó de la habitación en lo que las palabras de Lance lazaban por la escotilla el sentimiento de calma que llegaron a sentir. Los ojos azules del paladín brincaron de uno de compañeros a los otros, encontrando solo miradas resignadas.

–Sigue donde mismo...–dijo finamente Keith cruzando sus brazos sobre su pecho – haciendo guardia.

Hola a todos

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Hola a todos

Feliz año nuevo y capitulo nuevo de VLD. Tengo que informarles que ya solo falta un capítulo más para terminar esta aventura, y creo que le puedo adelantarles que la siguiente que tengo en la mente será sobre la reacción de los paladines al enterarse de la herencia galra de Keith.

Espérenlo con ansias.

Un abrazo.   

Hilos de TelarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora