—Buenas noches padre.

—¿que haces aquí?—me respondió al ver a xiang con irá

—Padre estoy aquí— respondí—  bueno le acabo de pedir matrimonió a xiang y sin importar lo que ocurrió en el pasado o nuestras diferencias quiero tú bendición padre.

—¿Ahora te haz vuelto loco nathaniel? no te puedes casar con ella—me réplica hablándome tan fuerte y serio

—Pero ¿Porque padre? 

—Señor Roux ¿porque no acepta? — intervino xiang casi melancólica 

— Te lo diré por última vez y escúchame claro — respondío— jovensita le he dicho que no aceptó es mi última palabra.

—Pero ¿porque padre? ¿porque no aceptas ? ¿que te pasa?

— Señor Roux déjeme explicar...

Quedamos en silencio, mientras mi padre pego un tremendo grito, sus pasos se hacían escuchar al bajar los escalones, tenía su mirada tan fría y sería esto sería un desastre.

— Usted es una asesina, usted mato a mi esposa y hizo mi vida un desastre.

Grito mi padre tomando sus brazos con total brusquedad, veo como ella queda perpleja, siendo yo, el próximo en gritar.

—Padre ¿que te pasa? ¿porque le hablas así?

Pero antes de que me responda xiang se safa del las manos de mi padre y da unos pasos atrás, alterandose toma sus cabellos y como si su ansiedad volviera habla — No, así no es, todo fue un error.

Xiang empezó a temblar mientras hablaba, lloro. Ella era tan frágil y delicada pero rápidamente volvió en si no dijo nada más y rápidamente salió de la casa de mi padre, intenté detenerla pero solamente recibí un golpe en mis manos así que solamente la dejé ir.

—padre ¿que te pasa?

No pude soportarlo más y le grite dejando a mi padre atrás y salir tras ella, no podía dejarla ir así debía alcanzarla y explicarle todo.
Salí y a varias cuadras solo la pude encontrar, agarre fuertemente de su brazo e hice que pare.

— Mi amor espera — le grite

— ¿Que quieres Roux? Déjame en paz— me respondió casi a gritos — Es verdad lo que dice tu padre, es mejor separarnos y no casarnos.

—¿Qué? ¿Porque dices eso? yo te amo mi vida y quiero casarme contigo.

—Es mejor separarnos, tú padre jamás me aceptará, olvídalo— susurró soltando mis manos y volteando su cuerpo— Lo lamentó

—Xiang.

Exclame, viendo cómo se iba de mi lado poco a poco mi corazón estaba roto en pedazos, sin dudar las lágrimas salieron y con rabia en todo mi ser regresé a mi destino.

—Es injusto porque siempre eres así, si mamá estuviera viva no aceptaría tus tonterías—grité sin pensar a mi padre lleno de furia y tristeza

—Es lo mejor para tí Nathaniel —me respondió tan serio como siempre dándome la espalda

—Tu no sabes que es lo mejor para mí—respondi a sus palabras— te odio hubiera deseado que el que hubiese muerto en aquel accidente fueses tú.

— Nathaniel sólo digo lo mejor y punto y si te llegas a casar con esa jovencita te desheredó de toda tu fortuna ¿me entendiste?

— Me importa quedarme en la calle, pero me voy a casar con ella, sea como sea con tu bendición o sin la tuya — le volví a gritar dando unos pasos para salir de ese infierno, pero mi padre solo me grita sin cesar.

—Me tienes que obedecer— gritó— Yo soy tú padre.

—Se que eres mi padre, pero ya no soy ese tonto niño que manipulabas a tu antojó.

Respondí tan déspota y desagradable, di media vuelta y salí de ahí, aún dolido por lo que había pasado.

~°~

Xiang Aranda

Ese día me sentía terriblemente mal y desesperada; tenía tantas dudas y los pensamientos recorrían mis recuerdos es horrible sentirse así, sí, todo era un infierno de nuevo.

Los días pasaron y mi compromiso seguía en pie, mi reconciliación con Nathaniel  fue muy rápida el sabía cómo convencerme así que contarles está parte de la historia es innecesario. Era tan solo las 8:30 de la mañana mi móvil suena y algo agitada llegó a mi destino, para llegar a la residencia Roux.

—Buenos días nathaly —hablé amablemente al pasar a la sala principal—¿Esta Nathaniel? —pregunté

Pero antes de que ella me respondiera el señor Roux nos interrumpió —Nathaly déjeme a solas con la señorita ¿puedes?

— Señor Gebriel  mucho gusto—hablé — nathaly me llamo para que llegara a su recidencia, ya que Nathaniel estaba en casa. 

— Está equivocada señorita, mi hijo está en una sección de fotos recuerda que desde muy joven práctica el modelaje — me responde muy tranquilo

— Entendido, entonces si no se encuentra me retiró muchas gracias

—Esperé señorita yo fui quien la mande a llamar, necesitó hablar con usted. 

No sabía que pensar he quedado frenética ¿que acaba de suceder? tengo tantas preguntas, esto me da malas vibras.

Continuará

Amnesia: Todo se olvidó. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora