𝗦𝘂𝗴𝗮𝗿 𝗗𝗮𝗱𝗱𝘆 - Kazutora x Baji (BajiTora) - Tokyo Revengers

# 7 "Mitsuya Takashi"

...

— Mitsuya~—

— Deja de seguirme, Hanma— Se detuvo al fin.

— ¿Por qué no le dijiste al jefe que Sano ha estado hablando con Hanagaki?—

Mitsuya se tensó rápidamente, cosa que Hanma no pasó por alto, ya que su sonrisa volvió a aparecer.

— ¿Y por qué no le dijiste tú?—

— Porque quiero saber hasta dónde acaba esto— Hanma puso su reloj en la vista de Mitsuya, molestandolo claramente con que no tenía mucho tiempo. — Nos vemos~—

Hanma se fue por otro camino dejando al fin a Takashi a solas, quién no podía dejar de sudar debido al estrés tan espontáneo.

— Debo hacer algo por ese chico—

Mitsuya no iba a quedarse quieto lamentando su existencia por tanto tiempo, es por eso que no tardó en volver a seguir su camino, ya había tomado una decisión, y quizás no podía ser la mejor pero cualquier cosa era mil veces mejor que lo que Kisaki podría hacer contra alguien si ese alguien no estaba siguiendo su camino.

Su camino no fue tan largo, pues ya se encontraba en la habitación que le correspondía a Manjiro.

Tocó unas 3 veces hasta escuchar un: "pase", y a la vista sólo pudo ver a Mikey a solas, cosa victoriosa a su parecer, así podrían hablar más a gusto sin tanto filtro.

— Mitsuya— Sonrió Mikey.

— Mikey, tengo que decirte algo— Con tranquilidad se adentró a la habitación para estar sentado a un lado del menor.

Mitsuya le contó a detalles sobre lo que sucedió momentos atrás con Kisaki, intentaba no sonar tan duro pero tampoco podía mentir.

Kisaki era alguien peligroso.

— Lamento haberte metido en un problema...— Se lamentó el menor.

— Está bien, no tienes que preocuparte— Sonrió dando confianza, cosa típica en el mayor. — Sólo hay algo que debes hacer, no creo que sea tan complicado—

— ¿Qué es?—

— Tienes que acostarte con alguien en menos de 24 horas, Mikey, y que aquello quedé registrado en el libro—

Mikey frunció el seño en señal de incomodidad, pero no podía darse el lujo de sentirse mal o algo por el estilo. Ha estado varios días sin hacer nada, viviendo en un lugar más cómodo que cualquier departamento.

Debía cortar con sus temores, por él, por Kazutora, y por Emma.

— Está bien— Respondió al fin, con una sonrisa torcida. — Pero, no creo que alguien quiera estar conmigo después de que Kazutora esté tan en la cima del éxito, menos tan derrepente—

— En realidad, yo ya tengo a alguien para tu agrado—

Manjiro amplió los ojos ante la sorpresa de las palabras de Mitsuya, ¿realmente era tan importante para el mayor que incluso le hizo el favor de encontrar a alguien a última hora?