Estela, temblorosa pero aguantándose las lágrimas, levantó una mirada determinada hacia Alaska y asintió brevemente. 

- Te escucho. 


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White Númex sabía que debía hacer lo posible por no volver a ser tocada por el arma de Neriza, pero el primer golpe la había debilitado, y no sentía que pudiese esquivar aquel segundo.

Justo en el momento en que su enemiga descargaba su poderoso filo, sin embargo, Notela apareció para frenarlo, y asombrosamente, el arma atravesó su carne fantasmagórica como si hubiese sido la de un ser vivo. La leona dorada gritó de dolor y cayó arrodillada. Lyla, Inaldor y Anilah sintieron algo parecido a ella- aunque reducido-, y en consecuencia, Lena también. 

La Leona dorada miró por encima de su hombro, haciéndole un gesto a la fusión de Lyla y Lena para que aprovechara la oportunidad. Neriza arrancó el hacha y tomó a Notela por el cuello, elevándola sobre su cabeza. White Númex se puso de pie y retrocedió aferrándose el flanco. 

- No creí poder matarte dos veces en una sola existencia - dijo, carcajeándose, Neriza -. Pero parece que los milagros sí ocurren. 

- Iza, yo sé quién fuiste - Notela se agarró al antebrazo que la sostenía -. Eras dulce, leal, intrépida... Por eso las reliquias te hicieron tanto daño. Tu alma las llamaba a gritos...

- ¿En eso te vas a enfocar durante tus últimos momentos? ¿Es que no aprendes? - Neriza rodó los ojos -. Eres patética, Notty. Deja ya de justificarme. Soy mala, no tengo problemas en admitirlo. 

- No siempre lo fuiste - dijo Notela con un hilo de voz -. Sé a quién amé, y esa persona sigue en ti. No puede ser todo oscuridad, no es posible. 

- Oh, ¡y dale con eso! ¿De qué te sirve ese amor ahora? - Por alguna razón, Neriza parecía molesta -. ¿De qué me sirve a mí? ¿Por qué insistes con algo que ya murió? Me estás aburriendo. 

Notela sonrió y dejó escapar una lágrima. 

- Sé por qué te marchaste aquella vez. Me llevó muchos siglos comprenderlo. 

Neriza alzó las cejas y apretó el agarre a su cuello. Notela tosió. 

- Tú no sabes nada. 

- Los guardianes te dijeron que no eras...

Neriza la golpeó en el estómago. 

- Cállate.

- Dijeron que no eras digna. Querían expulsarte de... de la orden - Notela palidecía cada vez más -. Debiste acudir a mí, debiste quedarte. 

Furibunda, la diosa de la muerte la estrelló contra el suelo y los demás oyeron claramente la ruptura de varios huesos. Lyla no sabía que sus almas podían resultar heridas de aquella manera, pero lo estaba descubriendo demasiado vívidamente. Sentía cómo la presencia de Notela flaqueaba, y pronto desaparecería por completo. 

- Anilah, Inaldor - gruñó Lyla a través de White Númex-. Debemos hacer algo... 

Se precipitó para atacar a Neriza, pero esta blandió su hacha y la hizo retroceder. 

- Trackjadar - murmuró Neriza -. Ces Ien. 

Cortó la cabeza de Notela, y Lyla, Inaldor y Anilah gritaron en conjunto. La gema dorada estalló en la frente de White Númex y los mandó a todos a volar. 

- No... - Dijo Inaldor con la voz ahogada. 

White Númex debió apoyarse en el suelo para no caer. La muerte de Notela había debilitado a Lyla. 

Nuevos comienzos-  II Parte (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora