—¿Qué eres?. —Finalmente las palabras abandonaron sus labios. La sonrisa del extraño incrementó.

Él se acercó a su oído. Sus cuerpos se pegaron. Taeyong temblaba en sus brazos. El agarre era doloroso.

—M-me ha-haces daño.

Una risa ronca y su aliento contra su oído. Repitió la acción de antes. Pasó su lengua por la piel expuesta en su cuello. Taeyong no quería, pero la acción envió descargas electrónicas justo a su entrepierna.

Taeyong jadeó.

—Sabes bien. —Hizo una pausa. —Sabes tan bien como hueles.

Algo de la presión en sus brazos disminuyó alrededor de su cuerpo. Taeyong respiró mejor.

—Re-responde.

Aunque tenía miedo. No podía evitar preguntar. Ese chico era hipnotizante.

—Soy el lobo, soy el lobo que va a comerte conejito.

El extraño atrapó su trasero en sus manos y apretó hasta hacerlo chillar de dolor.

—N-no...

Él lo ignoró. Sintió su cuerpo ser empujado hacia atrás. Chocó contra la cama individual. Taeyong se asustó y gritó. ¡Esa cosa estaba llena de bichos!

No. No lo estaba cuando su espalda chocó contra el colchón.

Taeyong intentó ponerse en pie, pero el chico delante de él agarró sus muñecas. Él había dicho que no lo lastimaría, pero cada vez que sus manos lo tocaban le causaban dolor. Posiblemente tuviera marcas de ellas.

—No vas a ir a ninguna parte. —Una de sus manos se dirigió a sus rodillas y separó sus piernas. Taeyong llevó su vista allí cuando él se inclinó sobre cuerpo.

Entre sus piernas.

—¿Q-qué... qué haces?.

Con una sonrisa socarrona en su rostro, el chico descendió sobre su cuerpo. Taeyong se quedó sin aire cuando él agarró su miembro por encima de la ropa.

—Te lo dije. Voy a devorarte.

Un jadeo salió de sus labios cuando la mano desabrochó sus pantalones y tomó su semi erección entre sus dedos. La frialdad de su piel hizo a Taeyong arquearse en la cama. Sus brazos fueron a los anchos y fuertes hombros del chico encima de él.

Su mano se movió de arriba a abajo por su miembro.

—A-ah~ De-deten...

Uno de sus dedos acarició su glande. Taeyong se sacudió en un temblor ante la sensación.

Él quería que se detuviera, pero...

Se sentía tan bien al mismo tiempo. Nunca había sentido nada tan intenso.

Sus labios succionaron la sensible piel detrás de su oreja. Eso tampoco debería haberse sentido tan bien.

Pero lo hizo y un gemido escapó de sus labios, no podía mantenerlos cerrados. Su boca abierta ante las sensaciones que su cuerpo experimentaba.

Él no debería estar tan tranquilo. No cuando un extraño estaba tocando su cuerpo. Si tan solo tuviera la suficiente fuerza para quitárselo de encima.

Pero Taeyong estaba demasiado inmerso en la lengua arrastrándose por su cuello. En las pequeñas mordidas que dejaba el extraño mientras bajaba por su cuello y clavículas.

Sus pantalones desaparecieron.

Y sus bóxers fueron rasgados un segundo después.

Taeyong quería quejarse. Gritarle a ese tipo al cual ni conocía que dejara de tocarlo. ¿Por qué demonios estaba dejando que ese chico lo tocara tanto?.

Dark Place. YuTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora