— Seung, de verdad, lo siento, no debes decir nada, entiendo, espero me perdones, de verdad — Minnie recorrió el brazo del mayor en una caricia, hasta entrelazar sus dedos, una mano cálida, una siempre fría, con el cuerpo siempre en modo supervivencia, aún así se complementaban, felices, dios, ambos corazones estaban locos de la emoción, locos, sensibles, tan buen sentimiento.

— es que Innie...—  okey, debía armar y sacar valor de alguna parte porque si no todo se mandaría a la mierda

— debo irme, enserio.— jaloneo Innie sin ganas de querer irse, quería quedarse, que Seungmin le tocará para siempre.

— caramba, quédate callado diez segundos, y déjame decirte que realmente me gustó. Me gustas— confesó osco, como Seungmin era a veces, Innie se derritió en segundos

— ¿Qué?— dijo anonadado

— ahora eres sordo.— se burló Seungmin mientras le buscaba la otra mano, para sostener las dos manos, en un acto tierno.

— no, solo quería que lo repitieras— le dijo con una enorme sonrisa, que ambos se correspondieron.

— tengo una idea mejor— susurró Seungmin un poco más cerca, soltó una mano del mayo y la puso en la cintura del chico, Innie se erizo de el cabello a los pies.

— ah sí, ¿Cual?— Seungmin le beso de nuevo, otro roce de bocas, un simple y sencillo acto, nada más, fue un agarre en la cintura, una danza de labios, un sentimiento que llevaba acumulado en ambos pechos, eso, eso se sentía.

— creo que sí tienes toda la razón, es mejor tu idea— le dijo Innie en cuanto se separaron, le dió un besito pequeño y luego otro.

— verdad— un beso más.

— totalmente de acuerdo.— otro beso, y otro más, le tomó el cuello a Seungmin y lo acercó más a su cara— Pero pon música o algo. Que si te beso así de simple no lo siento romántico, anda haz algo.

— ¿Como que quieras que sea romántico?— Seungmin levantó una ceja divertido y Jeongin le siguió con una risa traviesa, soltó el cuello del chico que le robaba suspiros y le indico que fuera así poner la música.

— oye, yo no beso solo por besar, si te he besado es porque llevo planeandolo desde dos semanas después de conocerte.— era verdad, cada palabra, por más molesto que Seungmin fuera, él quería probar a qué sabían sus besos y ahora que lo sabía ya no podía parar, los quería para él, egoísta.

— ¿Nos imaginas con boda, Chanpange y compartiendo cuarto en la universidad?— no tengo así, pues Jeongin vivía como nunca su presente.

— justo así, seungmin, justo así.— Seungmin puso una canción, como un vals, de los cincuenta tal vez, algo así, una canción lenta, dulce, rosa— Oh vamos esa canción la escucha mi madre.

— que buenos gustos tiene tu madre — Seungmin se balanceo con elegancia hasta llegar a Jeongin, le extendió su mano.

— ni tanto, se fijó en mi papá.— Jeongin siempre aplicaba la de "mis traumas, mis chistes"

— si bueno, es momento de que me des la mano y bailemos.— el mayor le tomó la mano, era más alto que el solo unos centimetros, cuatro por lo mucho, su sonrisa llevaba brackets y sus ojos era como unas almendras pequeñas, de un café tan obscuro que te absorbían placentero.

— parecemos abuelos— comenzaron a moverse de un lado a otro, disfrutando.

— teenage romance es un clásico, Jeongin, no podemos desperdiciarlo.— claro que no se podía, menos en su situación, dos adolescentes solos, teniéndose ellos mismos, con confesiones prontas y un amor que comenzaba a surgir lento.

Rooftop Love  (Seungin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora