Le di una sonrisa con la boca cerrada, sosteniendo la manija de la puerta, –Está bien.

–Hasta luego, Soph.

Abrí la puerta, –Adiós Paul.

Cerré la puerta pero antes de que se alejara me llamó a través de las ventanas abiertas, –Te amo.

Forcé una sonrisa, –Te amo

Hizo girar la camioneta en el estacionamiento antes de salir y volver a la calle. Lo vi irse hasta que una mano aterrizó en mi hombro y salté en estado de shock. Inmediatamente, la mano se levantó y me giré para ver a Charlie parado con las manos en señal de rendición, –Lo siento, no fue mi intención asustarte.

Exhalé profundamente y cerré los ojos, sintiendo el latido de mi corazón hacer eco detrás de mi oído, –Está bien. He estado un poco nerviosa últimamente.

Por el rabillo del ojo pude ver a Bella mirándome con cansancio. Toda esta situación de Victoria realmente me estaba afectando, incluso el más pequeño de los movimientos me asustaba.

Charlie suspiró, –Vamos, no sé ustedes, chicas, pero me muero de hambre.

Esbocé una sonrisa mientras caminaba hacia su auto y Bella se alineó conmigo, –¿Estás segura de que estás bien?

Me encogí de hombros. Tenía miedo, pero eso ha estado sucediendo durante tres meses, –Estaré bien–. Dije mientras seguíamos a mi papá al auto.

Esperar a que llegara nuestra comida no fue tan incómodo como lo fue cuando nos mudamos a Forks por primera vez hace más de un año

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Esperar a que llegara nuestra comida no fue tan incómodo como lo fue cuando nos mudamos a Forks por primera vez hace más de un año. Bella y Charlie tenían una buena relación ahora, tenían cosas de qué hablar en lugar de sentarse en silencio.

Habiendo dicho eso, cuando Charlie se aclaró la garganta, lo miré, –¿Sabías que el Dr. y la Sra. Cullen le regalaron a Bella un boleto de avión por su cumpleaños?

Fruncí el ceño y miré a mi hermana sorprendida, –¿Lo hicieron?

–Sí–. Ella dijo tímidamente, –Un viaje para ver a mamá en Florida.

–Wow–. Murmuré por lo bajo, –No estoy celosa en absoluto.

Charlie asintió, –Hay otro boleto, Edward va con ella.

Apreté mis labios y asentí y por el rabillo del ojo vi a Bella hundirse en su silla, encogiéndose. Extendí la mano y jalé mi Pepsi hacia mí, empujando el hielo con la pajilla, –Por supuesto él.

–No pensé que querrías venir–. Bella trató de razonar, –Con el vuelo y tu espalda, pero Edward realmente preferiría que fueras en vez de él.

–Qué amable de su parte–. Dije sarcásticamente.

–No es así–. Dijo Bella y yo rodé los ojos.

–Sí, por supuesto que no lo es.

A mi lado, Charlie suspiró y dejó caer la cabeza entre sus manos.

AFTER DARK | PAUL LOHOTE - TRADUCCIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora