travesía 8: Raziel el queribun de la sabiduría

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Frente a mi había una gran esfera llena de oscuridad la cual quería tocarla, algo me decía era lo correcto, tomar ese poder proveniente de las sombras.

Las voces dentro de mi cabeza se escuchaban más y más fuertes, eran moustrosas,

Presentía que debía tomar esa esfera, lo normal es que tenga un mal presentimiento sin embargo lo mio era lo contrario.

Estaba apunto de tomarla hasta que senti una gran presencia santa. Aunque ami me daba miedo

Levante la vista y era un querubín, su alma portaba un hermoso y desplandeciente brillo amarillo igual que mi alma, lo sabía porque portaba sus cuatro alas en la espalda, dos de cada lado, un hermoso color negro en su largo cabello , su piel pálida pero no como la mía sino que con un mejor cuidado.

Tenía puestas pedazos de armadura y una gran espada embainada y unas sandalias hechas de cuero.

Era Raziel el querubín de la sabiduría divina.

—¿que haces aquí Raziel?.

—evitar que hagas una estupidez.

No puedo evitar reírme.

—que tiene que quiera tomar esta esfera, que hay de malo.....¡mejor dicho yo que tengo de malo!.

—Muerte, esa esfera representa la oscuridad que hay en todos los seres vivos....si la agarras es aceptar tu mal y no podrás recibir el perdón divino que tanto anhelas, con respeto a lo otro....no se si deba decirte.

—perdón...divino ¿podré obtenerlo? Dices que esa esfera esta en todos los seres vivos...¿entonces estoy viva?¿esa esfera también la poseen los ángeles como tu? —mis ojos se llenaron de un brillo de alegría.

Sin embargo al ver el rostro de Raziel mostraba lo contrario, un rostro desanimado y deprimido.

—lo siento Muerte pero tu nunca obtendrás el perdón divino, eres un ser sucio que salió de las profundidades del infierno, respecto a lo otros, yo soy un ser de luz y tu uno de oscuridad....no somos lo mismo.

Mi sembrante que estaba lleno de felicidad de un momento al otro se volvió triste, sentía un gran dolor en el pecho próximo a eso vomite.

Debía que estar mintiendo Raziel, he purgado mi alma desde que estuve en la tierra, sufrí demasiado como para que me dijieran que no puedo recibir el perdón divino.

¿Acaso la gracia de dios no era para todos?.

—¡Raziel!¡que hay de diferente entre tu y yo¡ —le grito con mi corazón lleno de desesperación .

Al escucharme se empezó a burlar de mi como si simplemente fuera un chiste.

—¡enserio! Preguntas eso, no hay ninguna ninguna similitud entre tu y yo, eres un ser de oscuridad que traerá la destrucción y yo soy quien te va a asesinar antes que causes otro desastre, tu no has purgado tu alma porque ni siquiera sabes que es lo que hicistes —desembaina sus espada —¡eres una maldita asesina!¡mereces la destrucción total —grita a todo pulmón Raziel

Mi cuerpo estaba temblando al ver que venía con toda la intención de matarme, no había nadie que me defendiera en este mismo momento.

—cuál es el mal que he cometido para llegar a este mismo instante.....yo no he matado a nadie —pensaba al momento de ver qué podía hacer.

No podía pensar demasiado en eso, salte para esquivar la espada del querubín.

No me daba tiempo de invocar algo para mi propia defensa.

Entre movimientos variados que hacía para esquivar a la espada de Raziel.

Se me presento un momento oportuno el cuál no podía desperdiciar.

La Travesía De La MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora