─ Oírte tocar es una tortura ─ miento ─. Tocas fatal.

─ Si tan mal toco, ¿por qué estabas mirándome embobada y roja mientras lo hacía? ─ Desafía. Mierda, me tiene en el punto de mira.

─ Estaba planeando mentalmente cómo romper esa guitarra ─ replico con retintín ─. Y estaba roja porque hacía calor.

─ ¿En serio tienes calor en estos meses?

─ Soy calurosa. ─ Miento de nuevo.

─ Vives en Edimburgo. Edimburgo y el calor no van de la mano.

─ Me ha dado una reacción alérgica ─ miento descaradamente otra vez.

─ Ya... ─ suspira ─. Me voy a mi cuarto, paso de seguir perdiendo el tiempo contigo.

─ Eso, vete. ─ Respondo con un tono arrogante ─. Y que no se te ocurra ponerte a tocar la guitarra.

No se para ni un segundo a mirarme, me da la espalda y se va a su habitación, pero sé que me ha oído. Se sienta en el borde de la cama, igual que antes, se coloca de nuevo la guitarra, hace un par de ajustes, me mira y me saca el dedo del medio. Voy a explotar de la rabia.

Le devuelvo el gesto y me meto en mi cuarto de nuevo sin rechistar, para no mostrarme infantil.

La música suena más fuerte que antes.

Hijo de...

Toca con fuerza Do I Wanna Know?, de Arctic Monkeys. En otra ocasión, diría que estoy disfrutando de la música, pues es una canción buenísima de Arctic Monkeys, pero como la está tocando Kayden, no la disfruto en absoluto.

Vamos, Akira, no puedes negar que toca como los dioses.

Tampoco lo hace tan bien...

No me jodas, estás en las puertas del cielo y lo sabes.

¡Que no!

¿Y qué me dices de lo atractivo que se ve, vestido con ropa ancha y negra, el pelo mojado, con las luces rojas iluminando la habitación y tocando la guitarra con habilidad? Joder, es maravilloso.

No es para tanto.

Ya. ¿Sigues opinando lo mismo ahora que está tocando Call Out My Name?

Sí.

Mentira.

No es mentira.

Soy tu conciencia, sé cuándo mientes y cuándo no, idiota.

No se ve atractivo.

Ment...

Canto victoria contra mi conciencia, que ha sido interrumpida por mí misma, cuando me entra una llamada de Lúa, como si todo hubiese sido planeado.

─ ¡Lúa! ¿Cómo es que tu hermano toca la guitarra eléctrica?

─ ¿Qué? Sí, ¿no te lo había dicho? ─ No, no me lo ha dicho ─. Espera, está tocando ahora, ¿verdad? Oigo la guitarra de fondo.

─ Pues sí, lo está haciendo y suena demasiado aquí. Es molesto.

─ ¿Molesto? ─ Pregunta tras una pequeña risa ─. Akira, lo estás disfrutando. Tu voz te delata.

Toma.

Cállate ya, Conciencia.

─ Pero...

─ Tranquila, toca como los dioses. Lo hace desde pequeño.

Cuando las estrellas dejen de brillar (destacada de ROMANCE JUVENIL 2023) [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora