Roulette Of Memories

Compañía

-... Ya no hay marcha atrás. Lo siento, prometo que les pagaré de algún modo... Cuando encuentre la respuesta a esa pregunta que me hicieron.- Dejando una solitaria fresia blanca en cada lapida, la joven se mantuvo en silencio por otro largo minuto antes de girarse hacia él, sin siquiera mirarle a los ojos. -Tenemos que irnos. Liza debe estarnos esperando.-

Levi, mirándola fugazmente mientras lo pasaba de largo, asintió con la cabeza y se limitó a seguirla, ocultando todo aquello que había estado pensando mientras metía las manos en los bolsillos, sin hacer comentario alguno de lo que había visto y escuchado.

-Ir a una boda tras cuatro funerales... Tu debes estar enferma.

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"Al amado no se le alecciona, se le observa. No se le transforma, se le ve crecer. Y no se le conduce, se le acompaña." 

-Valerie Tasso

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Para noviembre, las calles de aquella región ya estaban cubiertas casi por completo de nieve. Y aunque en tu pueblo natal el frío se volvía extremo, en Rotchan, el pueblo que se encontraba a una hora del pie de la montaña, el clima no era tan exagerado y era posible estar en la calle algo menos abrigado sin morir congelado.

-¡T-T-T-Tch...!

Tuviste que cubrirte la boca para ocultar la sonrisa que comenzaba a formarse en tu boca al ver al pequeño hombre de cabello negro temblar como una hoja aun cuando llevaba el largo sobretodo negro con las insignias de la Legión por encima del tuxedo que vestía para la ocasión. Aun así, él fue capaz de notar la forma en que tu cuerpo temblaba al intentar contener la risa mientras levantabas la cola del vestido de tu hermana, mandándote una mirada más fría que el clima.

-¡¿D-D-D-De que mie-e-erda te ríes?!- Intentó gritar mientras los dientes le castañeaban, haciendo que tanto Elizabeth como tu terminasen por explotar en risas, ella escondiéndola detrás de su ramo de flores blancas mientras que tú lo hacías con la tela de la cola, haciendo que el ceño del hombre se frunciera aún más de lo que era posible. -¡M-M-malditas mocosas!-

Teniendo suficiente diversión a costa del Capitán Levi y su poca resistencia al frío, ambas terminaron por obligarse a retomar la compostura cuando escucharon el sonido de la marcha nupcial comenzar a sonar desde el interior del lugar. Esa era la señal. Elizabeth tomó el brazo que Levi le entregaba y tu volviste a levantar la cola del vestido antes de que los tres entrasen por fin a la iglesia, todos los presentes girándose para verlos pasar al fin.

-Ni se te ocurra llorar, mocosa dos.- Ambas lograron escuchar a Levi gruñir por lo bajo al escuchar a Elizabeth comenzar a sollozar cuando pudo ver la espalda de su futuro esposo frente al altar, siendo este incapaz de voltearse a verla por tradición. - .... estuvo toda la puta mañana maquillándote y me obligó a levantarme con ella a las cuatro de la mañana para ayudarla a vestirse y luego ayudarte a ti, así que más te vale que no vea una gota de esa mierda fuera de lugar hasta el final del día. ¿Entendido?-

-Si... Entendido.- Ella sollozó en respuesta, haciendo que tú soltases una risita desde tu lugar. Enano mandón. -Gracias por ofrecerse a entregarme, Levi-Heichō. Aun cuando usted no tiene nada que ver con...-

-Tch, soy tu jodido cuñado, ¿Recuerdas? No tienes padre o madre que haga esto por ti, así que por ahora fingiré que me agrada la idea de ser tu familia.