#02 : Cena para ̶d̶o̶s̶

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Le di la expresión que él siempre me generaba con éxito: el ceño fruncido.

—Es que ni siquiera me diste tiempo y me arrastraste del elevador, bestia.

—¿De verdad? —su pregunta se escuchó genuina— Lo siento, me emocioné. Quería que todos me vieran con mi hermosa novia.

—Mierda, qué frío. —me abracé a mí misma y aparenté que me daban escalofríos— Da miedo cuando intentas actuar lindo, deja de hacerlo.

—Bueno, de en serio lo siento. —se disculpó con un poco más de seriedad— Seré más cuidadoso la próxima vez.

Me relajé en el respaldo y eché un vistazo hacia la ventanilla.

—Por cierto, ¿invitarás tú? No te veo con intenciones de llevarme a casa y si me obligas a cenar contigo, mínimo espero que seas quien pague.

—Te preguntaré con honestidad ¿Realmente tienes planes? —preguntó sin dejar de mirarme y se relajó en el asiento también— O...¿Solo no quieres ir conmigo?

—No quiero ir contigo, claro está. —no supe ni por qué fui honesta, sabía que serlo me metería en más problemas.

—Pagaré todo yo y cenarás mejor que en casa.

—No lo creo, a diferencia tuya, no me criaron con comidas para ricos.

(...)

—Vaya, esto está buenísimo. —admití al terminar de probar la entrada, que consistía en mariscos de mar bien sazonados.

—Te dije que cenarías mejor que en casa.

—Cállate. —le saqué la lengua y le brindé un trago a mi bebida.

El lugar poseía una moderna arquitectura liderada por tonos marrones, impecable piso parqué y delicadas paredes. Se hallaba ubicado en un piso 81 de una torre de Seúl y nos encontrábamos en una habitación privada que poseía ventanas desde las cuales se podía apreciar el atrayente paisaje.

No me resistí a acercarme para tomar algunas fotos. Si había algo que me encantaba, era estar en lugares que ofrecían tal vista. Mas no se lo diría a Taecyeon, dado a que era obvio que le inflaría aún más el ego saber que había adivinado sin darse cuenta.

—Deberías subirlas a Instagram y etiquetarme. Yo subiré las fotos de la comida. —sugirió, con la mirada pegada a su móvil.

—¿Eres usuario activo de Instagram? No me lo imaginaba, siendo tú un hombre tan ocupado.

—Tal vez no lo creas, pero tengo muchos fans y debo darles actualizaciones cada tanto.

Puse mis ojos en blanco y volví a prestarle atención al panorama. Para cuando decidí regresar a mi asiento, el empresario seguía siendo esclavo de su teléfono. Era cierto que no lo soportaba, pero hacer eso en medio de una cena y encima después de haberme dejado sin alternativa, era grosero.

—Ya deja el móvil. —me quejé— Tanto me fastidiaste y ahora actúas como el tipo de persona que menos soporto; la que usa el móvil cuando está en una reunión con alguien.

—Lo siento. —su tono de voz se tornó serio— Ocurrió algo. —explicó y esbozó una pequeña sonrisa— Debo irme, son temas laborales. —se levantó de su lugar.

No podía creer lo que me estaba diciendo ¿Después de hacerme ir hasta allí, me dejaría abandonada?

Expulsé una risa sarcástica y le sonreí de la misma manera.

—¿Estás bromeando?

—No te preocupes y pide lo que quieras. Lo pondrán en mi cuenta. —se colocó su abrigo— Te lo compensaré.

—Pensándolo bien, estaré mejor si no estás aquí. —entrecerré los ojos— Y gracias por la cena gratis.

—Te lo compensaré aunque no quieras. —me guiñó un ojo y abandonó la habitación.

(...)

—¿Puedes creerlo? Ese tipo se pasa. —protesté y a la vez, Jihye, mi mejor amiga, manejaba.

—Deberías seguirle el juego. —opinó sin quitar su atención de la carretera.

—¿Te recuerdo que salgo con Chansung? —le recordé, debido a que siempre parecía olvidarlo.

—Entonces dile a Taecyeon que estoy libre. —fingió acomodarse los cabellos con una mano.

—¡Jihye! Es como si NADIE me escuchara. —gruñí sin paciencia.

—Es que te haces mucho problema. Yo que tú, aprovecharía y saldría con los dos al mismo tiempo, o de plano dejaría a Chansung porque a pesar de ser lindo, es muy estructurado. Taecyeon parece más divertido.

—¿Cómo puedes comparar a alguien que conozco hace más de medio año y que jamás en su vida me ha dejado plantada con alguien que apenas conozco y que me dejó abandonada en un restaurante? —la regañé— Por eso me gusta Chansung. A mí me gustan los chicos serios y dispuestos a comprometerse a algo duradero.

—Si te afectó un poco que te haya dejado sola allí.

—Pues, fue muy grosero de su parte.

—¿No dijo que te lo compensaría? No es tan malo, pagó la cuenta y todo.

—A ti solo porque te parece lindo. Ya sé que ese tipo enamora a medio mundo, pero no es más que un payaso con el ego inflado.

—Aún así, ¿no te aburres con Chansung?

—No. —negué muy segura— Pero...no sé qué sucederá cuando se entere de la noticia. —expresé con preocupación.

Todavía no se me había presentado la oportunidad de hablar cara a cara con él y recién lo vería la noche del día transitado. No era algo que se podía textear como si nada, era algo que, si íbamos en serio, debíamos charlarlo en persona.

—Bueno...quisiera darte el consejo que quieres oír, pero mis sabias palabras se limitan a lo que dije antes. Yo saldría con los dos. —Jihye parqueó el auto en el estacionamiento perteneciente al estudio y yo procedí a quitarme el cinturón.

—Incluso teniendo la oportunidad, jamás le haría tal cosa a Chansung. Y no arriesgaría todo lo que tengo con él por alguien tan impredecible como Taecyeon. —dije mirando a mi amiga— No, de ninguna manera.

—Está bien, está bien. —se rindió y devolvió la mirada— Espero no te arrepientas de probar a ese hombre. —manifestó con una falsa seriedad.

—Tranquila, no lo haré. —negué otra vez— Y gracias por traerme hoy, necesitaba quejarme contigo.

La abogada sonrió y luego me brindó un amistoso abrazo que correspondí. 

META DE VOTOS: 3

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