—No, no es un sueño —presionó más el abrazo, buscando mantenerse a flote con este —. Estás despierto, todos lo estamos, Kyle, todos lo vimos.

—No...

—Kyle...

—Kyle... Lo siento tanto —Kenny se acercó con pasos silenciosos para no perturbarlos más, sorbiendo su nariz —No es un sueño, abre los ojos.

— ¡Es un sueño! ¡Voy a abrir los ojos y habrá amanecido! —exclamaba hundiéndose en el pecho del castaño, escuchando esos fuertes latidos en compañía de su agitada respiración, los cuales también le gritaban que estaba equivocado —Voy despertar de este sueño de mierda, Berlín y Tokyo estarán encima mío pidiéndome comida...

—Kyle, por favor...

Sollozó Eric, suplicaba que parara, que se detuviera; ese abrazo se convirtió en un alambre de púas que mientras más presionaba más le dolía. Nunca quiso esto, nunca quiso que de esta manera tan horrible y sombría ocurrieran las cosas. No pudo evitar recriminárselo, se culpaba por no haber sido lo suficientemente valiente como para revelárselo antes. Solo por esa razón aceptaba todo este dolor, porque estaba consciente que todas esas palabras expresadas por Kyle debían de ser todavía más tortuosas para el propio fantasma que agonizaba en sus brazos y ante esta tormentosa realidad.

Y lleno de angustia, de terror e incertidumbre Kyle se atrevió abrir sus ojos y para su mayor desilusión al abrirlos se encontró con el pecho del castaño y no contra el techo, como solía hacer al despertar; los gatos no estaban encima suyo maullando sin parar por comida, solo los robustos y cálidos brazos del castaño; y quizás lo peor, no hubo satisfacción de descubrir que ese tormento era parte de una pesadilla, sino que era parte de brutal realidad.

Su aliento se congeló en una bocanada mientras las lágrimas se desbordaron sobre sus pálidas mejillas en las que se perdían sus pecas.

—Kyle, escúchame.

—Eric...

—Kyle, tú... Tú estás...

—No, Eric, no...

—Kyle, tú ya no estás vivo.

—Cartman, no digas estupideces, no voy a caer en tus bromas pesadas y bobas, no son graciosas.

—Escúchame, rötlich...

—Esa no es una res...

—Kyle, estás muerto.

El fantasma rojo cortó el abrazo y buscó retroceder.

—Kyle, por favor... —Eric intentó apresarlo de vuelta.

—Basta —negó Kyle, disintió varias veces con la cabeza, con una mirada vacía y escéptica mientras empujaba al castaño y tiraba al suelo el gorro de Stan —. Cartman, deja de hacer estas estúpidas bromas, yo... Yo no estoy muerto.

—Ricitos, por favor... Escúchanos —Kenny no deseaba intervenir, tenía miedo de empeorar las cosas, pero no podía continuar de pie y mirando sin hacer nada.

— ¡No! —aun a pesar de que sintiera que sus piernas fueran a deshacerse se puso de pie, pero con torpeza resbaló, aunque por fortuna Eric alcanzó a levantarse y atraparlo antes de que fuera a tocar el piso.

—No es una broma, no es mentira, me encantaría que lo fuera, ser un verdadero idiota y jugarte una broma de ese tipo —Eric notó como el pelirrojo empezaba a hiperventilarse, por lo que le quitó la bufanda y el abrigo —. Pero... No lo es, Kyle, no es una jodida broma —buscaba suprimir sus lágrimas para aparentar ser fuerte, pero su frágil voz rota era imposible de disimular

— ¡No!... No estoy... No estoy...

Decía Kyle con una voz entrecortada, ahogándose con su aliento y saliva, hiperventilado y aferrándose con rudeza al robusto cuerpo del castaño, no capaz de siquiera procesar que ahora encajaba sus uñas en él, que lo pellizcaba con violencia, sentía que su cavidad torácica se encogía y que estaba a punto de reventar sus órganos y huesos inexistentes.

—No... No estoy muerto... No soy un... Un...

Su voz se apagó, la fuerza con la que se aferraba al cuerpo del castaño se desvaneció y su peso completo cayó en él.

— ¿Kyle...? Dios... ¡Kyle, reacciona! —gritó Eric hincándose en el suelo nuevamente al no recibir respuesta, al borde de desfallecer junta a él de la preocupación.

— ¡Cartman! ¡Tranquilo! ¡Tranquilo! Está bien —el inmortal de hincó a un lado de él —. Está bien, solo se desmayó ¿Bien? Tranquilo, respira —ahora Kenny los rodeaba con sus brazos, buscando poder levantar la tragedia que Eric cargaba en sus brazos —. Respira y tranquilízate, por favor... —chillaba el rubio completamente aterrado por el semblante pálido del castaño.

— ¡Kenny! —Exclamó Eric ahogado en llanto — ¡Kyle... Kyle no... Ahg!

—Lo sé, hermano, lo sé...

Vio con sus propios ojos como el judío pelirrojo no pudo tocar a Stan. Vio con sus propios ojos la realidad. Vio con sus propios ojos que el judío estaba muerto y era un fantasma.

Su fase de negación simplemente terminó, no existía forma de que pudiera continuar en ella. Kyle era un fantasma y no podía seguir negando esa absurda e irracional realidad. 






__________________________________________

N/A: Quise dejar este capítulo como corto porque sentía que esta parte debía de quedarse así (?) Idk.

Y la actualización de los capítulos entre semana lo haré aproximadamente de 3:00-4:00 pm y los fines de semana a la hora de siempre. Esto porque he notado que varios leen estando en la escuela y así mejor lo evito.

Glosario:

   1. Bando aliado: «Los Aliados fueron el conjunto de países opuestos política y militarmente a las potencias del Eje durante la Segunda Guerra Mundial. Más concretamente se suele referir con este término a la coalición militar liderada a partir de 1941 por Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Soviética (en cierto modo también por China en el teatro asiático-pacífico, llegando a denominar los cuatro con el término de Cuatro Policías) contra las fuerzas armadas de la Alemania nazi, el Japón imperial y la Italia fascista (hasta su derogación en 1943). Históricamente se suele incluir entre los aliados principales también a Francia por su significado geopolítico y participación en la partición de Alemania después de la guerra. En el sentido posbélico, se suele referir con los términos «potencias aliadas» u «ocupación aliada» a estos cuatro Estados occidentales».

La casa verde lima Donde viven las historias. Descúbrelo ahora