—Sí, y no puedo decirte absolutamente nada, es ilegal.

Vuelvo a acomodarme y fijo mis ojos en la marquesina al otro lado de la calle.

—El tema es que ahora estamos empezando algo, y algo diferente, es nuevo, se siente increíble, es como volver a mi adolescencia, es volver a enamorarme pero con mucha más intensidad.

—¿Y ella?

—Honestamente, la siento con la mitad de la intensidad que tenía antes.

—¿Intensidad?

—Sí, ella veía a través de mí, y ahora soy yo quien ve a través de ella.

—Quizá es una coraza, seguramente necesite tiempo para volver a creer en el amor, y como tú dijiste, se están conociendo, están enamorándose. Van con tranquilidad, estabilidad, madurez, ¿qué más crees que hace falta?

—Yo... Yo no quiero perder más tiempo, siento que se me fue la vida peleando conmigo mismo y ahora lo quiero todo ya, quiero todo con ella.

—Tiempo al tiempo, Ethan. ¿Te sientes en condiciones de darle todo?

—Sí —dudé—, solo me queda algo por resolver.

—¿Algo?

—Algo con una persona —confieso.

—¿Tienes una relación con alguien más?

—Sí, en España conocí una chica, empezamos una relación, completamente diferente a Julieta, en todos los aspectos, y lo creí necesario, quería tener todo lo contrario que tenía aquí.

—¿Entonces cuando volviste dentro de las cosas que querías evitar era a Julieta?

—Sí —susurro acompañado de un susurro abrumador—, no por ella, sino por mí, por miedo a volver a lastimarla. Sentía que todo mi progreso iba a irse a la basura. Igualmente ella se mostró negada todo el tiempo y me lo facilitó, en otra circunstancia la primera vez que nos vimos ya habríamos vuelto a andar.

—¿Y cómo está tu relación con Karen, ella está al tanto de Julieta?

—No, la relación pende de un hilo porque la estuve dejando morir, pero no pude decirle nada, voy a hacerlo en unos días cuando viaje a España. Debo resolver cosas y creo conveniente hablar con ella cara a cara.

—¿Y no crees que era mejor primero soltar antes de comenzar una nueva relación?

—No, o sea, es Julieta, no, no lo creo. Sé que está mal, pero si Karen viviese aquí ya la habría terminado, por desgracia está al otro lado del charco.

—¿Y qué piensa Julieta de esta situación?

Me incorporo del diván para poder verlo sentado en su escritorio y me aguanto la respiración.

—Julieta cree que ya la terminé.

—Bueno, ¿qué decirte, Ethan? Me extraña de ti, que recurras a los engaños y artimañas, no eres así, y las infidelidades te han traído muchos problemas en tu vida.

—Yo solo estaba desesperado por acercarme a ella y el tener novia era como un repelente para July, y fue lo único que se me ocurrió, así y todo me costó.

Bill no deja de anotar en su libreta e intercalar mirada entre la hoja y yo.

—Tú sabrás cómo manejar esta situación, ¿verdad?

—No hay mucho que manejar, con Julieta estamos comenzando excelente, lejos de tener problemas la estamos pasando genial, y Karen, eso se termina en unos días.

Perpetuo Caos #4 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora