— Sabía que aún te costaba trabajo seguir el ritmo de los demás niños de aqui. Pero de repente tenías tanta energía que tuve que meterte a clases de ballet. Bueno tuvimos. Porque Taeyeon ya no sabía que hacer contigo y Dahyun. Eran un par de remolinos en la casa.

— ¡No es cierto!

— Ay ajaaaa. No puedes echarle la culpa a Chris porque era muy tranquilo.

— Vale. Tienes razón. Y recuerdo que la maestra les comento que Dahyun y yo teníamos potencial para ser bailarinas.

— Exacto.

— Bueno. ¿Y que tiene que ver todo eso? Más bien. ¿A dónde vamos?.

— Ya verás a dónde iremos.

Mina solo se quedó estática. Tratando de procesar sus palabras.

<<¿Acaso ahora sí me va vender como siempre me lo decía de niña?.>>

— ¿Te vas quedar ahí todo el día?.

— Mira Myoui Sachiko no me gusta cuando usas ese tono de voz. —  corrió detrás de su madre. — ¡No me ignores!

— ¡Oh, mira! Llegamos.

— ¿Ah? ¿Qué hacemos aquí?.

— Vinimos a visitarlas. — dijo Sachiko abriendo la puerta del pequeño restaurante.

Y todo el bullicio las recibió.

— Ohh... Pero yo siempre vengo a ver a Taeyon.

— Pero hay alguien más que no haz visto en años...

— ¡Más pollo frito para la mesa siete, mamá!.

Mina vio como su vieja amiga corría con unas charolas hacia la cocina.

— Buenas noches tenemos mesa para dos por a... ¡OH POR DIOS MINA!. — termino gritando Dahyun al ver a su amiga de la infancia junto a su segunda madre.  Tenía mucho tiempo sin verle.

— Hola...

La japonesa solo alzó su mano con timidez.

•••

Por otro lado en el hogar Myoui había una guerra campal por saber quién sería el ganador del juego.

— ¡UNO!. — grito Sana al sentir que por fin ganaría en este juego hasta que...

— Quisieras. — y si ese era Vernon. — Nayeon.

— ¿Si?...

—  Hazlo.

La mayor asintió colocando la tarjeta que de reversa en otro color.

— ¿Ah?. ¡Eso es alta traición!.

— Eh, no. Así que come.

— ¡No se vale, tramposo!.

— Ni modo. Así es la vida, Hamtaro.

La menor solo miro amenazante a su mejor amigo mientras tomaba tarjetas hasta que saliera el color correspondiente.

— Ya está.

— ¡Ja!

— Te voy a...

— Hijos míos que no son hijos míos, debemos calmarnos es solo un juego.

What Can I Do?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora