El jefe supremo de la mafia Italiana

12. Perdóname

-Tomó demás y al parecer se chocó...es raro porque puede haberse bebido hasta el agua de una piscina y jamás se accidentaría-se intenta ir pero lo sigo-¿Qué haces?

-Claramente ir contigo, no pensarás dejarme aquí tirada y largarte mientras yo me quedo en suspenso pensando en que le pudo haber pasado ¿no? Dame cinco minutos que me cambio de ropa y tomo mi bolso.

Y eso hago, me coloco un chándal y una top de tiras ya que la noche no está para nada fresca, tomo mi bolsa y salimos disparados al hospital donde lo tienen.

Apenas llegamos vemos a Roth en la entrada de emergencia.

-¿Cómo está el?-pregunto preocupada. Me mira completamente serio, puede que siga enojado por haberle ocultado a el también que es tío. Pero se que Roth es completamente maduro con el tema que sabe que no es el momento para discutirlo.

-Solo unos rasguños, el airbag se activó de inmediato y...bueno el brazo izquierdo lo tiene lastimado mejor dicho su hombro pero con unos días de descanso y cero movilidad se recuperará pronto.

Asiento y pido ir al cuarto donde lo tienen. Me llevan hasta allí y antes de entrar pregunto algo.

-¿Ella está dentro?-Roth niega.

-El no quiso que ella lo supiera...pero había pedido verte a ti...mira Aiyana no se que mierda está pasando entre ustedes ahora pero solo te diré una cosa, mi hermano está un poco inestable con la gran noticia de que es padre y puede que te de un poco la razón de que te los llevaste para protegerlos, pero como mínimo debiste habernos dicho para asegurar la vida de ellos y tuya-se acerca más a mi-hubiera podido retenerlo...-lo interrumpo.

-Tu y yo sabemos que a ese puto diablo nadie lo detiene solo yo...en tal caso y claro está que no estaba en condiciones como para frenarlo...lo que pase entre nosotros no tiene que interferir en la misión que tenemos...y para serte sincero ni el ni yo sabemos lo que realmente nos está pasando-al asiente-antes de entrar reúne a todos los hombres aquí ahorita-me mira, pero solo le digo que lo haga.

Después de 5 minutos todos los de seguridad se encuentran aquí incluyendo a Fabrizzio y Roth.

-¿Qué paso Aiyana?-pregunta Fab.

-Esto no fue casualidad lo que le pasó a Adriano-todos me miran curiosos y serios-necesito a uno de ustedes dentro de la habitación después que salga me importa una mierda si el jefe se pone molesto le dicen que Aiyana dio esa indicación-todos asiente-necesito a dos hombres aquí en la entrada, si el doctor o enfermera que venga va a entrar que sean revisados antes de entrar, necesito aquellos muestrarios que en cuestión de segundos detecta si alguna medicina es letal y podría acabar con la vida de Adriano...quiero que alguien consiga eso en menos de una hora...cada que el hombre que este adentro vea que le quieren inyectar algo a Adriano lo tendrá que pasar por el muestrario para detectar que no tenga nada que atente contra su vida, necesito una persona a lado del ascensor y otra en las escaleras...cualquier persona sospecha me importa cinco lo requisan y le piden papeles ¿correcto?-asienten-Roth necesito que el auto de Adriano se mande al taller y vean si todos sus neumáticos y cables están correctos-el entrecierra los ojos como si no se le hubiera ocurrido eso antes-si alguien intentó matar a Adriano le quiso joder algo del carro para matarlo y como no lo consiguió es capaz de intentar terminar el trabajo aquí...quiero a todos atentos de cualquier movimiento...estaré dentro de la habitación-todos se van a sus labores, estoy por entrar pero Fabrizzio me detiene.

-¿De verdad crees que alguien le jodió el carro a Adriano?

-Como dice un viejo amigo " en el mundo de las posibilidades, todo es posible querido amigo" y no quiero dejar pasar por alto nada, prefiero estar paranoica que algo le llegue a pasar a el-asiente comprendido mi actitud.