Después de que Bachiko intentara justificar a su pupilo ante Sullivan y que este la expulsara de su oficina porque era un tema familiar, se fue dándole una mirada de ánimo al peli azul.

Primero la discusión había iniciado como un regaño por haber abandonado sus clases en Babyls sin informarles antes (Robin-sensei fue quien les había notificado y fue después de 2 horas de su salida) y haber aceptado un trato con otros demonios sin consultarles al respecto. Iruma no podía escusarse sobre su huida escolar pero no entendía la molestia de haber aceptado el entrenamiento del clan Barbatos.

Es así como las cosas lentamente habían escalado hasta ahora.

— No puedo justificar mi ausencia, pero prometo ponerme al día con mis clases ¿entonces cuál es el problema? —

El DS seguía con la misma mirada molesta que lo recibió, sin embargo, su tono monótono no cambio en ningún momento— Iruma-sama, entienda que lo que hizo pudo ser muy peligroso —le reprendió el pelirrojo.

Volteo los ojos— He hecho muchas cosas más peligrosas que reunirme con el líder de un clan demoniaco —respondió enfurruñado

— Eso es cierto, pero nunca te has enfrentado a ninguno de esos peligros solos —dijo Sullivan con voz más seria, al borde del regaño.

— ¿Qué sabrán ustedes sobre eso? —contesto bruscamente, sonando más grosero de lo que quería.

— ¿Qué es esa forma de responder Iruma-sama? —comento con un tono más alto Opera.

— La verdad, no puedo negar que muchos de los peligros del inframundo he tenido su ayuda o la de otros para enfrentarlos, pero también me he enfrentado solo a muchos otros y salido victorioso —contesto el humano en el mismo tono, sintiendo una opresión en su pecho y una corriente eléctrica venir desde su dedo, más precisamente del anillo de la glotonería.

— Pero has estado al borde de algo más grave, ya sea que se descubra tu humanidad o que terminaras seriamente lastimado —recrimino Sullivan, intentando que su nieta comprendiera el punto de la conversación— Por esa razón no iras al entrenamientos del clan Barbatos, hablare con su líder para decirles que... —

— ¡No puedes hacer eso! Es algo que yo mismo gane con mi esfuerzo y no puedes quitármelo —exclamo enojado.

— No te estoy preguntando Iruma-kun, no tomaras el entrenamiento y punto...Si tanto lo deseas puedes tener más sesiones de arco con tu maestra, pero nada más —dicto Sullivan seriamente.

Iruma trago saliva ante la repentina tensión de la habitación, suponiendo que era el mana de su abuelo, sin embargo, por la ira que sentía siguió hablando— ¡No los entiendo! Primero me dicen que tengo que formar mi propio camino en el mundo de los demonios, y ahora que di un paso para hacerlo no puedo porque no es algo que ustedes autorizaron, decídanse de una vez —

— Esa no es manera de hablarle a tus mayores —regaño esta vez Sullivan.

— Iruma-sama...entienda que esto lo hacemos por su propio bien —intento razonar Opera.

— Entonces más razones hay para tomar el entrenamiento, no solo tendré el favor de unos de los clanes más influyentes del inframundo, sino que podre ser más fuerte ¿Qué bien no hay en eso? —les pregunto confundido y molesto.

— Que puedes salir lastimado —respondió rápidamente Sullivan.

— Pues que así sea —dijo con simpleza.

— ¡Iruma-sama! —regaño Opera

— Estoy acostumbrado a estarlo, se cómo curar mis propias heridas —dijo cruzándose de brazos el peli azul.

Las vivencias infernales de IrumaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora