CAPÍTULO 26

41.1K 2.8K 954
                                    

Cuando terminaron de cenar, Becky decidió limpiar la cocina mientras Steve buscaba algo que ver y pasar la noche tranquilos. La única televisión que había estaba en la recámara, por lo que cuando Becky terminó de secar y acomodar nuevamente los platos, fue a buscarlo.

-¿Encontraste algo bueno? - le preguntó ella llegando a la habitación y recostándose de lado en la cama, él hizo lo mismo al lado de ella y comenzó a usar el control remoto.

-No hay reproductor de DVD, así que espero encontremos algo en la televisión - dijo él mientras parecía atento a la pantalla, pero Becky se quedó de lado mirándolo con detenimiento - ¿qué pasa? - preguntó él sintiendo su mirada.

-Nada, me gusta verte - le respondió ella con una sonrisa, por un momento olvidó todo lo que sucedía fuera de ese departamento.

-Ah, ¿sí? ¿Y por qué? - respondió él acomodándose de lado para verla de frente, en ese momento se dio cuenta que Becky vestía un camisón color rojo con un pequeño moño y le sonrió.

-Porque te quiero y me hace feliz estar contigo - le respondió ella mientras él ampliaba su sonrisa y con uno de sus dedos tocaba la tela del camisón - era la única ropa de dormir que había, me veo tonta, lo sé - dijo ella sonriendo un poco.

-Te ves adorable, yo también te quiero, Becky - dijo él inclinándose para

besarla, ella se acercó un poco más para recargar su mano en las costillas de él-

Al principio ese beso fue suave y tierno, pero la adrenalina de estar solos por primera vez en un lugar en el que no iban a ser interrumpidos fue subiéndoles la temperatura. Para cuando acordaron, su beso había acercado sus cuerpos al punto de tener el pecho pegado al del otro, sus respiraciones fueron aumentando de velocidad cuando Becky abrió su boca para que Steve entrara con su lengua y acariciara cada rincón.

Becky para no perder su costumbre, comenzó a subir la camiseta color azul marino de Steve para poder tocar su torso y su espalda con sus manos; Steve detuvo el beso y la miró a los ojos. Esta vez no dijo nada, quería ese momento tanto como ella; Becky lo miraba igual y le sonreía para hacerle ver que ella estaría bien. El capitán pareció considerarlo unos segundos, pero después volvió a besarla aún más intensamente que antes.

Él puso una de sus manos en la rodilla de Becky y comenzó a acariciarla subiendo poco a poco, llevándose el camisón en la caricia; ella aceleró su respiración y con sus dos manos subió despacio la camiseta de él hasta hacerlo levantar sus brazos para quitarla por completo. En cuanto ella vio la piel desnuda del capitán, supo que no habría vuelta atrás. Amaba a ese hombre con todo su ser y estaba dispuesta a demostrarlo.

Steve puso cada una de sus manos en las caderas de ella y comenzó a acariciarla subiendo hacia sus costados, el cuerpo delgado de ella comenzó a temblar por las sensaciones y en un movimiento suave acomodo sus piernas a cada lado de él. Sus besos rebosaban amor y las manos de ella se movían libremente por la piel desnuda de Steve, pero quería más. Bajó lentamente sus manos hacia la hebilla y el cierre del pantalón y comenzó a desabrocharlos, sabía que a él comenzaban a apretarle en esa zona, podía sentirlo contra ella.

-¿Estás segura? - preguntó él en un instante sin dejar de acariciar sus piernas y su cadera mientras besaba el cuello de Becky.

-Te amo, Steve, estoy segura - respondió ella bajando un poco los pantalones de él, provocando que suspirara contra el frágil cuello de ella. Entonces él no necesitó más palabras, volvió a acariciarla desde la cadera hacia sus costados pero esta vez no se detuvo y levantó el camisón hasta quitárselo por completo.

Steve no pudo sino venerar con besos y caricias el cuerpo de la bella mujer que estaba con él en la cama. Becky había perdido la habilidad de hablar y su boca eran sólo gemidos y jadeos, sus manos finalmente bajaron el pantalón de Steve que él envió al suelo con sus pies. Becky sintió una fuerte presión en su entrepierna y supo de qué se trataba, ambos mirándose a los ojos decidieron eliminar el último obstáculo y uno al otro se quitaron la ropa interior. Steve pasó una sábana sobre ellos.

El capitán tomó las piernas de ella con sus manos y se acomodó en medio, Becky lo miró con la más pura pasión y dulzura. Entonces él comenzó a empujar dentro de ella, en ningún momento despegó la vista de los enigmáticos ojos de su chica, quien fue arqueando la espalda cada vez que lo sentía más adentro, sus finos dedos se aferraron a la espalda ancha de él y pronunció su nombre en un jadeo.

-¿Estás bien? - preguntó el en medio de respiraciones agitadas de ambos, pensó que ella pudiera haberse lastimado las costillas al estirarse ya que aún llevaba las cintas especiales para tratar las lesiones que tenía. Como respuesta ella le sonrió y asintió en medio de la más exquisita sensación.

Él entonces comenzó a moverse llevando al principio un ritmo suave y lento, pero el saberse dentro de la mujer que amaba provocó que fuera aumentando la rapidez de los movimientos así como también la profundidad, ella lo rodeaba con sus brazos por el cuello y acariciaba su espalda mientras ahogaba sus gritos con besos de él.

Las caricias, los besos, el sentirse como una sola alma los llevaron al más embriagador y exquisito final, donde sus respiraciones eran difíciles de controlar y el cuerpo de Becky temblaba con cada movimiento que él hacía dentro o fuera de ella.

-Te amo, Steve...muchísimo - dijo ella sonriendo mientras sentía ese vació dentro de ella cuando él se separó y se recostó a su lado.

-Yo creo que yo te amo aún más, hermosa - respondió el jalándola de la cintura hacia él para que se recostara sobre su pecho, a cada momento que podían se besaban con ternura hasta que poco a poco fueron quedándose dormidos.

En un principio, Steve pensaba que si algo como esto ocurría, tendría ese conflicto mental de haberlo hecho saltándose ciertas "reglas". Sin embargo, después de que sucedió sólo sintió una enorme conexión con Becky y supo que no tenía nada de qué preocuparse pues estaba seguro que ella era la mujer con quien quería pasar el resto de sus días.

Su tierna chica suiza lo había hecho sentir fuera del hielo por primera vez desde que fue rescatado, estaba consciente de que no la tendría fácil con Tony pero confiaba en que fuera razonable cuando llegara el momento de hablar con él.

__________________________________________________________

Dedicado a todas mis hermosas hermanas CEVANS del grupo...Assemble!

El legado Stark © #premiossugar2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora