Detrás del juego | Taro Yamada

C H A P T E R 2

Así que eso era lo que hacía cuando llegó al salón de música.

-Hoy tampoco pude verla por los pasillos- Taro habla de manera baja pero no lo suficiente como para no ser escuchado.

Sus palabras logran sorprenderme al igual que a Osana.

-¿Bu-buscandola?- la peli naranja tartamudea al hablar.

Sabía que Osana tenía sentimientos por nuestro azabache amigo, antes de irme a China me lo había confesado y no podía evitar preocuparme por sus sentimientos. Ella podía ser una chica difícil para alguien que no trataba con ella, pero yo más que nadie podía dar fé de su inmenso corazón.

-Si, eh, ayudaba a Budo a encontrarla para que pudiera confesarse.

Las palabras de Taro no me convencían del todo, Taro habrá cambiado físicamente, pero por dentro seguía siendo el mismo. Tal vez sus intenciones de ayudar a Budo no eran mentira, pero había algo que no terminaba de cerrarme.

-No quiero que vuelvas a quedarte con Budo por ahí. Tienes suerte que haya tenido que esperar a Misaki por su ensayo, pero no me gusta tener que esperarte sin explicación alguna.

-Lo siento...

-Manipulado.

Las palabras de Ayato me toman por sorpresa y cubro mi boca ante la carcajada que amenazaba con salir. Mis mejillas se encuentran rojas ante ello y la mirada divertida del peli verde se posa en mí al ver mi reacción.

-Hey chicos, adivinen quien se unió al club de artes marciales- un chico azabache con una cinta karateka aparece de la nada junto a nosotros.

Este debe ser Budo...

-Por tú entusiasmo supongo que Yan-Chan- la voz de Ayato sale borde lo cual me sorprende un poco -Hey Misaki, ¿Quieres que te muestre mi juego?

Asiento en respuesta y me muevo rápidamente al lado de Ayato, este me muestra todo de manera entusiasta mientras me explica para que sirve cada cosa que aparece en la pantalla de su móvil.

-Estoy cansada de hablar de esa chica ¿Podemos cambiar de tema?- la voz de Osana sale fastidiada, lo cual hace que la mire rápidamente.

-Eres libre de irte, Osana- El azabache habla de manera borde a mi peli naranja amiga, lo que logra hacerme fruncir el seño.

Grosero.

-Hey, no seas malo- Taro habla defendiendo a Osana.

-Yo solo decía.

-Bien- Osana se para de la fuente molesta y empieza a caminar hacía la salida del patio.

-¡Osana!- me paro apresuradamente del lado de Ayato con el fin de seguir a mi amiga -Discúlpenme chicos, pero iré a hablar con Osana. Ayato, Taro, ha sido un placer hablar con ustedes, los veo luego- me voy sin despedirme del azabache que había llegado recientemente y corro en la dirección en la que se había ido Osana.

Al cruzar la puerta la veo caminando cerca de las escaleras, me apresuró a alcanzarla y una vez la encuentro la tomó de la mano; ella se tensa ante el tacto repentino, pero al ver que se trataba de mí se relaja.

-Osana, ¿Estas bien?- no puedo evitar mirarla con preocupación.

-Si, tranquila Saki, Budo nunca ha sido el mejor conmigo.

Niego sintiéndome enojada ante ello -Es alguien muy grosero, pero no le prestes atención. Ven conmigo, te presentaré a las chicas.

Arrastró a Osana escaleras arriba, esta no se niega ante mi oferta y cuando llegamos a la entrada del salón de música puedo ver como mis amigas ya estaban ahí.