—Lo sé —afirmo —pero era necesario si es que quiero conseguir mi objetivo.

—¿Qué seria? —pregunta Elena con curiosidad.

—Revivir a la santa trinidad —ambas mujeres abren sus ojos y se ponen rígidas.

—¿Sabes acaso lo que estás diciendo? —sisea Alaya a lo que asiento.

—Se que antes nuestras organizaciones eran aliadas; despiadadas y sin control, pero dominaban el continente europeo —es una historia antigua, pero que aún al día de hoy es conocida en el bajo mundo.

La Santa Trinidad, conocida así debido a que la conformaban tres organizaciones igual de despiadadas y de poder en ese entonces. En esos tiempos el crimen organizado lucraba y reinaba en mayor medida que en la actualidad. Rusia, Turquía e Italia, tres países muy diferentes, pero que controlaban a toda Europa por medio de la muerte. No fue hasta que mi padre y los otros dos lideres actuales se levantaran en una rebelión contra sus padres para dar un cambio a como cada grupo vivía. Tradiciones y reglas desaparecieron, pero otras prevalecieron como la de mi familia. Lo que nunca se supo es porque mi padre rompió lazos con estas dos organizaciones si en el pasado eran unidos.

—Si su objetivo es ese debió citar a quienes serán los próximos lideres —comenta Elena —nosotras no estamos en lista de llegar a la cabeza.

—Pero tienen una gran influencia, más de los que serán próximo lideres —aclaro —la Zarina controla a la guardia de la Bratva, hombres dispuestos a todo que responden solo a sus órdenes —miro hacia Alaya— mientras que la Ninfa gobierna a los numerales, asesinos silenciosos que jamás nadie ha podido llegar a ver sus rostros —noto que les incomoda que sepa esa información sobre ellas, "bueno no fue fácil conseguirla, pero es lo bueno de tener contactos".

—No se desmerite demasiado, que usted junto con los asesinos que gobierna tampoco se queda atrás —acota Alaya —siempre me ha llamado la atención ese método que usan para...transformar a sus víctimas, como era que se llamaba —hace un gesto pensativo —ah si, «muñecas», ¿no es así? —sonrío cuando menciona nuestro típico método de tortura.

—Son toda una maravilla ambas —digo —raras son las mujeres que pueden sobrellevar este estilo de vida —apoyo ambos brazos en la mesa viendo a las dos mujeres que, así como son de bellas también son peligrosas —es por eso que deseo trabajar junto a ustedes, ser aliados —saco detrás de mi espalda la carpeta negra y se la paso a Elena —muestra de mi buena fe —algo desconfiada la toma, Alaya se acerca a ver y noto como trata de no mostrar su furia.

—¿Qué significa esto? —pregunta ella mientras que Elena sigue viendo la información que he recabado acerca de su hermano y los encuentros con mi padre.

—Una muestra de que mi acercamiento es sincero, que deseo evitar cualquier cosa que provenga de esas reuniones de su hermano con mi padre —Elena cierra la carpeta y cuando vuelve a verme sus ojos muestran solo frialdad. Tomo el maletín y extiendo una tarjeta hacia ellas —mi número privado por si necesitan algún favor.

Alaya

Veo como Omer Baruk se aleja con tranquilidad, al volver hacia Elena la carpeta esta arrugada de la fuerza con la que la está agarrando —¿confías en lo que ese te mostró? —pregunto.

—Quisiera decir que no —toma una respiración profunda —pero coincide con algo que me mostro mi padre unas noches atrás —ella me mira —¿sabes que pidió mi regreso para colocarme en su lugar?

—¡¿Qué?! —intento no gritar, pero de igual forma mi voz llama la atención de los comensales —¿Cómo que tu padre quiere volverte su heredera? ¿es eso acaso posible con sus reglas?

—No, pero es el capo, puede hacer los cambios que necesite siempre y cuando sean beneficiosos para la famiglia.

—Mierda, eso es algo... —apoyo mi espalda en el respaldar callándome por la magnitud de la noticia—realmente aprecio no estar en tus zapatos —bromeo logrando sacarle una media sonrisa.

—Se que cuando vuelva a tocar suelo italiano tengo que enfrentar a mi hermano —ella suspira echando la cabeza hacia atrás —¿Por qué nuestra vida no fue más fácil y únicamente preocuparnos por un corazón roto o los chismes de la farándula?

—Porque la vida dijo; a estas las hare duras y un ejemplo de que las mujeres también tienen lo que se necesita para sobrevivir a las mayores desgracias —recito —mientras que se ven fabulosas en tacones —ambos reímos viéndonos, al estar más calmadas digo —no estás sola Elena —tomo su mano —siempre tendrás mi apoyo.

—Gracias —dice dándome un apretón, muestra del cariño y respeto que ambas tenemos por la otra.

Al volver a mi jeep noto como Tora y Nero comen de un plato de plástico que yo no les he dejado, al sentirme levantan su cabeza mientras lamen el rastro de lo que estuvieran comiendo de sus hocicos —¿y a ustedes quien les dio comida?

—Espero que no te moleste que les haya dado de comer Vahşi "ese apodo" giro encontrándome con Omer sonriente y con una botella de agua en la mano.

—Creí que ya te habías ido —digo ocultando que reconozco el apodo con el que me llamó. Este se acerca hasta que me deja aprisionada contra mi auto, lo apartaría, pero no quiero demostrar que algo de él me afecta así sea mentira.

—¿Jugaremos a que recién nos conocimos o seremos adultos y le hacemos frente?

—No sé de qué mierda estás hablando —gruño —pero te doy una única advertencia; apártate sino quieres acabar lastimado —ríe y mi centro se contrae, "carajo Alaya, contrólate que no tienes 15 años".

—Correré el riesgo —no tengo tiempo de reaccionar cuando sus dos manos toman mi rostro y sus labios caen sobre los míos besándome fuerte y apasionado, al principio empujo su pecho tratando de moverlo, pero todo se debilita cuando logra meterme la lengua y mi cuerpo traicionero gime y ablanda por más —sabes igual que esa noche —besa de nuevo, "reacciona carajo", con esfuerzo logro golpearlo en las bolas y mandarlo al suelo al darle una cachetada.

—Vuelve a ponerme un dedo encima y te juro que te lleno el pecho de balas —veo como se hace un ovillo por el dolor —imbécil —abro la puerta del pasajero metiendo a mis perros para después subir al lado del conductor y arrancar despavorida hacia el aeropuerto, "tengo que tener cuidado, Omer Baruk es capaz de descontrolarme y eso es algo que no puedo permitir".


ZARINADonde viven las historias. Descúbrelo ahora