hanagaki Takemichi, una persona de buen corazón con una hermosa personalidad, a la cuál cualquiera persona le gustaría estar con el. Un día como cualquier otro, el salva a un gatito de unos bravucónes , lo cual provoca que termine lastimado pero eso...
Una linda mañana se presentó, con una luz un poco molesta para nuestro ajiazul ya que las cortinas de su ventana estaban un poco abiertas y dejó pasar la luz, en su rostro mostró un seño fruncido. Con pesadez se levantó, cierto problema se presentó.
-Maldición...
Al poder pararse un poco de su cama se sentó en esta, con una de sus manos se posó en su espalda baja y volteó a ver un pequeño bultó en su cama. Y como si fuera un golpe en la panza recordó el porqué de su dolor en su cuerpo y ciertas partes de su cuerpo.
-O si, ya recordé... Me duele mi cara. -
Tocó su cara y soltó un quejido, volteó a mirar aquel bulto y sonrió con tranquilidad, se paro de su cama para ir al baño y así poder darle un baño el cual le vendría muy bien en este momento, pero antes.
-Gatito..... Vamos gatito despierta. -
Con lentitud lo movió para así poder despertarlo, lo cual funcionó ya que el gato despertó se estiró en la cama dándole una imagen muy tierna a takemichi. El gato al ya estar un poco más despierto se bajó de la cama y se sentó para así mirar a takemichi.
-Bien gatito, hoy me tendrás que ayudar con varias cosas, pero antes tengo que bañarme y después desayunaremos ¿te parece?. -
Como si el mínino le entendiera mauyo en afirmación-o eso quería entender takemichi-, al escucharlo se metió a bañar.
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Encendió la estufa y empezó a cocinar algo delicioso para el gatito y él, con un poco más rapidez cocinar hoy sería un día muy pesado. Tendría que ir a su local para preparar un postre nuevo y si le va bien con ese postre lo pondría en su menú de su local, ya con eso en mente se dispuso a terminar.
-Bien gatito, como sabrás hoy los dos de ahora en adelante seremos familia temporalmente, así que me tendrás que acompañar hasta que encontremos a tu dueño. -
El gatito solo se limitó a mirarlo para acto seguido lamer su Patita y pasarla por su cabeza, lo cual hizo que takemichi casi se desmayase por eso. Miró de nuevo al gato y lo vio bien.
-Tendré que llamar a veterinario y agendar una cita para que miren si no resiviste daños interno gatito.
Al terminar de decir eso le sonrió al gato y después incarse para acariciar su cabeza lo cual hizo que el gato ronroniara de alegría. Pero notó algo raro.
-¿Qué?...¿Que es esto?
Con cuidado posó sus manos en la parte del cuello del gato y ¡bingo!, lo encontró un collar. Con curiosidad empezó a mirarlo para ver si de casualidad tendría el nombre o número del dueño del gato, pero no no encontró nada, solo el nombre del gatito.