-¿Le cortó la lengua?- abrí los ojos como platos -Entonces yo...-

-A ti no te hará nada, a menos que cumplas y respetes las reglas y órdenes que se te darán- la cachetona me miró -Así es como se vive bien aquí-

-Pero ustedes...- las miré con tristeza.

-Las amamos y estamos agradecidas con ellas por habernos sacado de las calles- Kano sonrió y me palmeó el hombro -Tú harás lo mismo, con el tiempo te acostumbrarás y apreciarás lo que te es dado aquí-

...

Bajamos otra vez, la boca me sabía rara y me ardía debido a las gárgaras que hice con agua oxigenada rebajada.

-Ya está el cuarto para ti Moa, te dejé una jeringa- Suzuka se veía más tranquila y menos agresiva -Después de que te termines esa bolsa, que seguramente será en muy poco tiempo, tendrás que ganártela-

-Pero...- empecé a discutir, pero la mirada de advertencia de las chicas me hizo cambiar de parecer -De acuerdo Alfa- hice una pequeña reverencia mordiéndome la lengua.

-Que bien, ya empezamos a controlar esa boquita- sonrió y me acarició la mejilla.

Fui rápidamente al cuarto, entré en lo que parecía ser el baño y cerré con seguro. Me senté en el piso del baño y abracé mis piernas contra mi pecho, empezando a llorar, ¿A dónde fui a parar y que será de mí?...


Suzuka pov:

Sonreí con suficiencia y me senté en el sofá.

-¿Por qué tardaron tanto?- miré a Yui y a Kano.

-Le estuvimos explicando algunas cosas a la omega, la asustaste ¿Saben?- Yui se cruzó de brazos y se sentó en las piernas de Riho.

-Ella fue la que no quiso cumplir órdenes en primer lugar- dije enojada.

-Ella aprenderá y se calmará, hay que tener paciencia, solo tiene 16 años- Kano se acarició el voluminoso vientre -Apuesto a que apenas se reveló como omega-

-Con ustedes no fue tan difícil- Momoko la abrazó con cariño -Y tampoco fuimos tan agresivas, es la bruta de Suzuka la que tiene problemas-

-Más respeto Okazaki, recuerda con quien hablas- apreté los dientes, que ella esté tercera en la línea no le da derecho a ser así de insolente.

-¿O qué Suzuka?- me miró de forma desafiante -¿Te recuerdo lo que le hiciste a Ayaka?, le preguntaría pero ¡Oh, sorpresa! No tiene la mitad de la lengua-

Me levanté dispuesta a darle una paliza, pero la puerta de la habitación se abrió, revelando a Moa con el pelo húmedo y una bata puesta.

-Ven, voy a peinarte- dije algo frustrada, miré de forma agresiva a Momoko y tomé un peine de cerdas finas. Me senté en el sofá y palmeé el lugar a mi lado.

-Gracias Alfa- dijo ella en voz muy baja, se sentó frente a mí de espaldas y comencé a peinarla con delicadeza.

-Perdón por lo de antes- suspiré y me concentré en mi tarea -No quería ser tan violenta contigo pero espero que la próxima vez seas más obediente, sino deberé volver a golpearte-

-Prometo que me portaré bien- dijo Moa en la misma voz baja.

-Que sepas que lo de hoy no lo dejaré pasar- terminé de peinarla y me recliné en el sofá.

Ella asintió y se sentó de frente, cruzada de piernas y con la cabeza gacha.

-Yui te prestará ropa- chasqueé los dedos y ella fue rápidamente a la habitación que compartía con Riho.

-No quiero ropa- a Moa se la notaba tensa.

-Pero dudo que tampoco te agrade andar sin ropa- acaricié su pierna desnuda y sonreí -Porque a ningún omega le gustaría que un Alfa excitado lo vea así, ¿Verdad Moa?, serían presa fácil- subí hasta au muslo.

Yui volvió con un pijama para Moa, ella fue rápidamente a cambiarse y salió minutos después roja como un tomate.


-¿Puedo inyectarme la heroína Alfa?- parecía avergonzada -La necesito, hace cinco días que estoy en abstinencia-

-Puedes pero con una condición- sonreí y me humedecí los labios.

Las demás se quedaron sin comentar nada, simplemente mirando.

-Me debes algo bonita- le hice señas y ella se acercó lentamente -Debes chupármela primero, sino no tendrás tu heroína-

Moa se arrodilló entre mis piernas, muy roja y con lágrimas formándose en sus ojitos.

-Muy bien- volví a bajarme los pantalones, liberando mi nuevamente formada gran erección -Ahora sé una buena omega y complace a tu Alfa-

Ella al principio se rehusó pero después sentí el calor y la humedad envolver mi miembro. Lo hacía despacio, succionaba y chupaba como si no fuera la primera vez que lo hacía.

-Dios Moa- tiré la cabeza hacia atrás, se sentía muy bien -Tu boquita es impresionante, lo haces muy bien para ser una sucia omega de barrio- la agarré de la nuca y empecé a embestirla, soltando un gruñido y sintiendo mi miembro crecer.

Continúe cogiendo su boca hasta que eyaculé con la fuerza de un volcán, llenando su boca completamente de semen. Un poco caía desde la comisura de sus labios hasta la alfombra, pero no me importó. Salí de ella y la dejé ahí, chorreando semen y con la cabeza gacha.

-Si que me la chupaste bien- suspiré de gozo y la escuché tragar.

-Gracias Alfa- se quedó ahí, aún de rodillas.

-Estoy orgullosa de ti, toda la manada lo está- hice que me mirara y limpié los restos semen de su boca -Ahora oficialmente eres una de nosotras, eres mi omega oficial, por lo que también estás en la cima de la jerarquía, únicamente por debajo de mí-

Moa asintió, besó mis manos y puso sus manos sobre las mías.

-¿Eso significa que podré inyectarme Alfa?- su voz era muy dulce.

-Te lo mereces por ser tan buena omega esta noche, tu error está arreglado- besé su frente e hice que se levantara -Disfruta tu recompensa- la llevé a la habitación, cerré la puerta y puse el código de seguridad en su puerta.

-Así que oficialmente es de la manada- Riho sonrió.

-Ustedes dos no le harán nada a no ser que cometa otro error- asentí y suspiré de gusto -Ya es mía-

Feromonas y heroína (TEMPORADA UNO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora