Entre todos sus pensamientos y sus confusiones, escuchó a alguien subir por la escalera, por precaución preparó su katana y al casi desenvainarla vio esos curiosos cabellos rubios y esas cejas rizadas, era el cocinero.. era Sanji...—
Z: Eres tú... —Solto un suspiro de alivio al ver que solo era su compañero— Creí que alguien se había infiltrado en el barco... —Se despreocupo guardando su Katana en su lugar, volviendo a acomodarse en su lugar en el suelo— ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar durmiendo? —Preguntó mirándolo de reojo, se sentía algo extraño al estar cerca de él, era como si...estuviera fuera de lugar siquiera estar cerca suyo—
S: ¿Desde cuando te preocupas por mi? —Preguntó de mala manera el rubio sentándose a su lado sin pedir permiso— No pude dormir, es todo... —Respondió el rubio encendiendo un cigarrillo con uno de sus cerillos— Ademas...la noche se disfruta mejor desde esta altura...lo puedes ver todo... —Sus ojos color ámbar se clavaban en el inmenso cielo que abrazaba la noche, junto a las estrellas y la resplandeciente luna llena—
Z: Tienes razón.. —Dijo él pensativo por la repentina admiración hacia la noche estrellada— De todos modos, puedes estar donde quieras... —Se levantó de su lugar dirigiéndose adentro— Espero que puedas descansar, hasta mañana —Se despidió listo para cerrar la puerta, pero el pie de Sanji se entrometió en la puerta, evitando cerrarla—
S: Espera... tú y yo tenemos que hablar... —Dijo de forma tranquila Sanji, entrando adentro y cerrando la puerta— Mas allá de que seas un mocoso ahora, debo disculparme contigo...
Z: Sanji, no hace falta.. yo fui el idiota que se metió en tu cocina, como bien dijiste, yo no debería haber estado ahí...yo-
S: Cállate y acepta las malditas disculpas, carajo —Gruño fumando lento de su cigarrillo— Ahora mismo tienes algo raro, algo que me hace querer estar cerca tuyo...y es irónico, porque nunca en mi vida podría aguantarte más de cinco minutos. —Tomó aire para continuar, mirándolo a los ojos a través de aquella luz lunar— Y mas allá que hayas comido ese estúpido dulce extraño, ahora mismo te ves bien, te noto diferente aunque lo obvio sería tu cambio físico. Solo déjame acercarme a ti, dame una única oportunidad de conocerte... quiero saber si... me he equivocado contigo o si estaba en la razón.... —Sanji terminó por bajar la cabeza con cierta pena—
—Zoro lo miró sorprendido y le picaron unas vergonzosas pero urgidas ganas de abrazarlo, tragó saliva y agradeció que no hubieran luces que pudieran mostrar el bochorno que le había causado con tan solo escuchar sus palabras y sentir aquella sensación nueva pero frustrante—
Z: B-bueno... si quieres puedo hablarte de mi..
No esperes demasiado porque tan importante no soy... —Dijo sentándose en una silla de la mesa redondeada y pequeña——Pasaron dos horas hablando de ellos, intercambiando palabras, datos, cosas que a ambos le gustaban, historias, recuerdos, chistes y confesiones. Ahí Sanji se enteró que Zoro era virgen y nunca habia dado su primer beso... Sanji se sorprendió porque se tuvo que haber enamorado alguna vez...él era bonito... tenía su atractivo y sin dudas alguna chica debía de caer a sus pies...—
Z: Solo una vez en mi vida estuve enamorado...pero la persona de quien me enamoré, murió... —Dijo guardando un grán silencio luego de decir aquello— Luego de eso, juré no volver a enamorarme porque eso me hacía débil...y yo no tenía tiempo de ser débil...En el mundo no hay lugar para los débiles... —Murmuró haciendo una nueva mueca con sus labios— Por eso me juré a mí mismo volverme el espadachín más fuerte del mundo, para demostrarle al mundo y a mi mismo, que no soy ningún débil. —Volvió a recomponerse luego de haber hecho esa confesión tan íntima—
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Cuchillos y Espadas
Fanfiction⚠️Atención⚠️ 🔞Contenido +18 🔞 ⚠️Contenido Homosexual⚠️ Si no te gustan este tipo de historias, te invito a retirarte sin perjudicar al escritor y/o a lxs lectorxs. Pareja: ZoSan Un dia normal en la tripulación del sombrero de paja, como siempre...