Cuando Todo Empeora [Carlos Sainz Jr]

Guía para tener una novia por contrato [2/3]

—¿Qué? ¿Qué pasó? —Preguntó en cuanto se pasó el bocado de la hamburguesa que estaba comiendo, una debilidad de Carlos. 

—Nada.

—Vamos, sé que algo hiciste.

—No, no hice nada —Pero Carlos no le creía nada, después de unos segundos se rindió y confesó —Solo tome una foto tuya. 

—La vas a subir ¿verdad? —Carlos rodó los ojos sin dejar de ver la televisión de la terraza. 

Los dos estaban disfrutando de esa cena, Victoria ya había terminado de comer y esperaba a que Carlos hiciera lo mismo, pero el madrileño estaba tan centrado en su partido que comía más lento de lo normal.

—No creo subirla.

Victoria lo decía de verdad, a veces le gustaba tomar fotos de Carlos con la idea de subirlas, pero después de darles una vista o dos descubría que esas fotos eran muy íntimas para hacerlo.

No hablaba de fotos necesariamente de índole sexual, íntimas por el hecho de que mostraban un Carlos que no quería compartir con todo el mundo. Era un Carlos que disfrutaba tener para ella sola. 

—Correcto —Carlos de nuevo le respondió sin apartar su vista del partido.

—Ahorita vengo, voy por un trago a la barra. 

Y sin esperar respuesta se puso de pie y fue hasta una pequeño bar que se encontraba ahí en la terraza, pidió una sangría aprovechando que estaba en España por la carrera de Carlos. 

La carrera ya había pasado, pero los dos habían decidido quedarse un rato más a pasar tiempo juntos. 

Caco y Lucía se habían hecho completamente idiotas dejándolos estar juntos sin la necesidad de cámaras, después de todo el trabajo que habían realizado se lo merecían. 

Victoria regresó hasta donde Carlos estaba, pasó por delante de él para regresar a su lugar, pero se detuvo al sentir la mano de Carlos tomando su mano libre.

—¿Qué pasó? —Victoria preguntó viendo a Carlos desde arriba.

Los dos acababan de acordar tener algo casual y para ella, era perfecto, era justo lo que necesitaba. 

—Siéntate conmigo —Carlos pidió con esos enormes ojos de príncipe, brillantes y expectantes a su respuesta.

—Estas sentado en una silla individual, genio —Victoria respondió con obviedad. 

Y Carlos asintió serio para luego sonreír juguetón jalando a Victoria hacia su regazo con cuidado de no derramar la bebida de la cantante sobre ellos, Victoria entendió de inmediato y con cuidado tomó asiento sobre una de las piernas de Carlos de forma que su espalda quedara a la de Carlos. 

Subió sus piernas a Carlos y sintió como una mano de Carlos recorría su cintura con delicadeza. 

—¿No estabas viendo tu partido? —Victoria preguntó viendo la televisión, la verdad es que no le interesaba mucho lo que estaba ahí. 

—Sí pero puedo verlo contigo aquí. 

Victoria rodó los ojos aunque por dentro gritaba como loca, Carlos tenía una labia impresionante y era un coqueto de primera, ahora entendía cómo era que lograba de cambiar de chicas cada noche. 

La cantante no dijo nada más y se quedó ahí sobre Carlos disfrutando de todo lo que España le ofrecía, como la sangría y aquel madrileño. 

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