Paso mis manos sobre mi rostro, mientras que observo a Max, quién comienza a reír.

—No es gracioso —doy un suave golpe en su hombro.

—La situación no, pero tu rostro sí —intenta besarme, pero me alejo con velocidad—. ¿Por qué hiciste eso? —se queja y me observa.

—Porque necesito hacer algo importante y luego volver a casa —camino hacia la puerta, pero me detengo, me dirijo hacia él con paso apresurado y dejo un corto y rápido beso sobre sus labios—. Adiós, guapo —salgo del laboratorio hacia el ascensor.

Presiono el piso de oncología y las puertas se cierran.

Aprovecho para tomar mi teléfono y enviar un mensaje a Tyler, necesitaba hablar con él sobre el supuesto trasplante de riñón.

"Karen: Disculpa la hora, Ty, pero necesito hablar contigo sobre algo importante."

Pasan unos segundos y él responde.

"Ty: Aún estoy en el buffet de abogados, en media hora salgo. Si quieres puedo pasar por tu apartamento."

Medio sonrío y escribo.

"Karen: Yo aún estoy en el hospital, tengo que resolver una cosa sobre una paciente y podré volver a casa."

Las puertas del ascensor se abren y yo salgo sin dejar de observar la pantalla de mi teléfono.

"Ty: De acuerdo, rubia. Nos vemos ahora."

Guardo mi teléfono y analizo el piso para ver a Daniel venir hacia aquí, al verme me sonríe.

—Creí que habías vuelto a casa, Danvers —guarda su bolígrafo en el bolsillo de la bata.

—Necesitaba hablar sobre mi paciente con usted —asiente—. Ya debe de estar ingresada en este piso —agrego.

—Pues vamos a pedir su expediente —caminamos hacia la recepción—. Axel, necesito el expediente de la paciente... —voltea a observarme.

—Carmen Fernández —Axel asiente y se levanta de su silla para buscar entre expedientes.

Saca un expediente y se lo entrega a Daniel.

—Aquí tiene, doctor Cooper —me observa de forma rápida, pero lo ignoro.

—Muchas gracias, Axel —Daniel me hace una seña y comienza a caminar.

Lo sigo y llegamos hacia una especie de oficina muy bien acomodada, muebles blancos, alguna que otra planta y demás cosas.

—¿Esta es la oficina de la doctora Kenner? —cierro la puerta tras mi espalda.

—No, es la mía —medio sonríe—. La de la doctora Kenner está al fondo —se acomoda en su silla y señala la que está frente a él—. Toma asiento, Danvers —abre el expediente.

—Con su permiso —tomo asiento en la silla.

Comienza a leer el expediente unos minutos y luego me observa.

—Es algo complejo —suspira y yo asiento.

—Cuando leí los resultados no se me ocurrían muchas cosas para hacer —apoyo mi mentón sobre mis manos.

—Lo que se me ocurre ahora mismo es someterla a quimioterapias fuertes y radiación también —lo escucho con atención—. Habría que hablar con ella sobre esto —añade.

—¿Otra manera no habría? —hago una mueca—. Siento que envenenarla con todo esto a esta altura de su vida no le sentaría de la mejor forma, además, ella está feliz con su pareja... —musito.

CÓDIGO AZUL © [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora