Serena: AHHH!- gritaba desesperada.
???: ¡ Serena! Mantén la boca cerrada, no querrás morderte la lengua- decía una señora, la cual estaba junto a nuestro protagonista y su madre, quienes veían a Serena con su uniforme montando un rhyhorn.
Diego: Recuerda Serena- dijo mientras comía un dulce junto a Fletching - tienes que pensar como un rhyhorn - dijo mientras trataba de no reír.
Serena: ¡Diego cállate!- grito algo molesta mientras seguía tambaleándose.
Diego: jeje...señora Yvone, ¿cree que Serena un día pueda ser como usted? - pregunto mientras se recostaba en la valla.
Sr.Yvone: ¡si lo creo! He sido campeona en carreras de rhyhorn en todo el mundo, si yo pude, ¡ sé que ella también! Solo debe resistir- y justo al decir eso último, Serena cayó al suelo-...o...talvez no...
Mama: vaya...- dijo, en eso Serena empezó a gruñir.
Diego: o no...se está volviendo salvaje....
Serena: ¡Mama! ¡Odio estoooooo!- grito a todo pulmón.
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Minutos después
Diego y Serena, se encontraban en la pequeña granja de la familia del primero, Serena aún estaba molesta, refunfuñando y quejándose, su rostro tenía varias vendas, mientras que Diego, cosechaba algunos cultivos, y escuchaba a esta última.
Serena: ¡¿porque mi madre no puede entender!?- grito- ¡no quiero ser una corredora de rhyhorn!...no está en mi sangre- dijo mientras por fin empezaba a calmarse.
Diego:- cosechando varias verduras- te entiendo un poco....pero hey, al menos tienes una cosa para hacer- dijo mientras le dedicaba una sonrisa, Serena lo vio por unos segundos, y volteo la mirada. Diego empezó a pensar y recordar un poco sobre Serena, ella era su amiga de la infancia, una de sus mejores amigas y con quien más a compartido penas, recordaba las veces que jugaba en el campo con ella cuando eran más jóvenes, ambos tenían un lugar solo para ambos, un lugar escondido en el bosque.
Diego: oye, Serena- llamo a esta- ¿vamos a nuestro lugar? - le pregunto.
Serena: hum....- suspiro- está bien......- dijo, Diego tomo varias frutas y vegetales que había cosechado, y ambos se encaminaron hacia ese lugar. Pasaron los minutos, y ambos llegaron a una zona del bosque, donde había un pequeño lago cristalino, ambos se sentaron en la orilla, Serena trataba de despejar su mente, Diego por su parte, veía la variedad de Pokémon que habían, desde dedenne, azumarill, poliwrath, pidgey, y un pequeño pichu, quienes tomaban un descanso y/o nadaban
Diego: ¡chicos! Vengan- llamo, en eso, varios pokemons que ya conocían a este par, fueron felices a verles, Serena de manera tranquila veía como varios pokemons se acercaban a su compañero, así, este empezó a darles varias frutas.