SDITD | ❝Dame razones por las cuales deberíamos estar completos❞
Wednesday decía que nunca se iba enamorar; que iba a vivir su vida en completa soledad.
Pero el destino hace planes, y en ellos está una vampiresa de nombre Eternity.
-Ella vi...
—Corre—le dijo a la castaña mientras ella emitía la acción.
—¿Qué? ¡Espera! ¿Por qué estamos corriendo?
—Creo que alguien no estaba espiando.
Eternity se posicionó delante de su compañera para arrodillase.
—Sube, llegaremos más rápido si te cargo.
Wednesday hizo caso y se posicionó en la espalda de la castaña. La vampiresa tenía razón cuando dijo que llegarían más rápido de ese modo. Los rápidos pies de la castaña hicieron que adentrarse al bosque fuera más deprisa.
—El olor se termina aquí—dijo Eternity, olfateando en el área mientras dejaba a Wednesday en el suelo.
De la nada, de uno de los delgados árboles, saltó un hombre con gabardina negra. La vidente fue la primera en reaccionar, sacando la espada que se camuflaba con el paraguas.
El hombre misterioso pudo detener la aguja con sus manos, pero no pudo evitar la patada de Eternity que lo alejó metros de distancia.
—Agh, es bueno saber que mi protegida con coletas tiene una compañera capaz de defenderla—murmuró el hombre desde el suelo.
—¿Tío Lucas?
—Espera... no me digas que acabo de lanzar a tu tío—musitó Eternity.
El hombre se paró y se sacó el sombrero negro que tenía puesto.
—Sorpresa—sonrió.
Genial. Buena manera de conocer a los familiares de tu pareja.
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La risa de Lioel llenó el lugar, una risa contagiosa que llenó la habitación de un ambiente ligero y divertido. La anécdota que Eternity acababa de contar era tan inusual y cómica que era difícil no reírse.
—No puedo creer que hayas golpeado al tío de Wednesday —dijo Lioel, todavía riendo entre dientes.
—¡No sabía que era su tío, ¿okey?! —respondió Eternity con una expresión de sorpresa fingida, provocando más risas en su amigo.
—¿Y cómo reaccionó Wednesday? —preguntó Lioel, curioso por saber la respuesta.
—No reaccionó. Tampoco le afectó que lo hubiera pateado —Eternity se encogió de hombros.
—Y huiste de ahí una vez que te presentaste.
—¡Obvio! No podía ni siquiera mirar a los ojos al hombre.
Lioel no pudo evitar la sonora carcajada que escapó de sus labios, ocasionando que Eternity soltara un resoplido.
—¿A dónde vas?—cuestionó Lioel cuando calmó su risa y vio como la castaña buscaba una chamarra en su armario.
—Iré a buscar al monstruo.
—¿Realmente crees que Tyler es el monstruo?
—Tú también oliste la esencia del monstruo en él—se giró hacia su amigo.
—Si, pero... había sido dañado por el monstruo. Tal vez por eso la esencia del monstruo se había presentado en él—intentó justificar su amigo.
—Yo también fue herida esa noche, Lioel, y no tenía impregnado el hedor del monstruo—cogió una casaca negra del armario.
El vampiro suspiró mientras se paraba de la cama de su amiga.
—Llámame si ocurre algo, ¿de acuerdo?—Lioel asintió.
—No te pongas en peligro, ¿okey?—Eternity afirmó con un sonido de garganta.
Eternity salió de la academia con paso decidido, dirigiéndose directamente hacia la cafetería del pueblo. Sabía que Tyler a menudo pasaba tiempo allí por su trabajo de medio tiempo.
El sonido de las conversaciones y el aroma del café recién hecho llenaron el aire cuando Eternity entró en la cafetería. Sus ojos escanearon la habitación hasta que finalmente localizó a Tyler sentado en una mesa junto a la ventana, absorto en sus pensamientos mientras sostenía una taza de café.
Eternity se acercó a la mesa de Tyler con una sonrisa fingida en el rostro. Su presencia inmediatamente llamó la atención del humano, quien levantó la vista y la saludó con un gesto nervioso.
—Hola, Tyler—dijo Eternity mientras se sentaba frente a él—. ¿Te importa si me uno a ti?—el normi no pudo negarse.
El ambiente en la cafetería se volvió tenso de repente mientras Eternity mantenía su mirada fija en Tyler. El pobre humano se sintió incómodo, como si estuviera en un interrogatorio, y su taza de café tembló ligeramente en sus manos mientras trataba de mantener la compostura.
—¿Qué te trae por aquí? —preguntó Tyler, tratando de romper la incómoda tensión que se había apoderado de la conversación.
Eternity mantuvo su sonrisa fingida, pero su voz se tornó más fría y calculada.
—Solo quería verte—Tyler se dio cuenta del peligroso brillo que había adoptado la mirada de Eternity bajo las gafas oscuras—. ¿Tus heridas están sanando bien?
La mirada de Tyler se volvió aún más nerviosa, y su garganta se sintió seca mientras respondía:
—Sí, están mejorando, gracias por preguntar.
—Me pregunto cómo es que te hiciste la herida en el hombro—el cuerpo de Tyler se tensó. Eternity sonrió cuando a sus oídos llegó el acelerado palpitar del castaño—. Sabes...—arrastró la voz—. Me dan ganas de probar tu sangre, Tyler.
El castaño pasó saliva sonoramente.
—Una gota de sangre de un normi solo me alimentaria—susurró suave y amenazante—. Una gota de sangre de un excluido me volvería loca—sonrió mostrando los dientes—. Déjame probar tu sangre, Tyler.
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