– ¿Qué se siente tener el novio más sexy del planeta? –dijo mientras pasaba sus manos por todo su cuerpo mientras me sonreía de manera juguetona, yo reí por su comentario–

Yo tan solo me quedé observando su rostro mientras el sin decir nada se acercó hacia la ventana de la habitación en la que nos quedamos dentro de la cabaña.

– ¿Qué haces?

Bill tan solo me miró y me sonrió de manera dulce.

– ¿Prefieres el sol o la lluvia? –dijo ignorando mi pregunta–

– El sol –Bill volvió a mirarme fijamente–

– Yo antes decía lo mismo...

– ¿Y que te hizo cambiar de opinión?

– Resulta que un día me enamore... Me enamore de una hermosa chica mientras ambos nos ocultabamos bajo unas sábanas, recuerdo que ese día llovía. Desde ese día me quedó claro que la lluvia es mejor que el sol y... Y no pienso discutirlo con nadie.

Fin del flashback:

Bill tiene razón... La lluvia es mejor.

Justo en ese instante mientras los recuerdos de Bill estaban latentes aún en mi mente, ví como el coche de mi papá salía de casa, no sabía a dónde se dirigía pero era claro que se dirigía al centro.

El foco se me prendió, supe que este sería el momento indicado de salir de casa a cualquier centro de detención con la fé de encontrar a Bill y quizá poder ayudarlo.

Sin pensarlo ni un segundo más, tome un abrigo rojo de mi closet de manera rápida, al estar "preparada" salí casi que corriendo hacia la calle sin importar la lluvia.

Con ayuda de unas muletas para no caer y de todas las fuerzas que me daba la esperanza de poder encontrar a Bill y sacarlo de ese lugar.

Camine por las frías y mojadas calles mientras sentía el agua de la lluvia recorrer mi rostro y empapar todo mi pelo, ví como un taxi iba pasando de forma lenta para no mojarme más de lo que ya lo estaba, aproveché y decidí pararlo para pedirle que me llevase a los centros de detención.

Al llegar al destino me dispuse a pagar el taxi, baje de este y me pare frente a la entrada del centro de detención mientras cruzaba los dedos para que Bill se encontrará ahí.

No pude evitar notar mi corazón emocionado, por alguna razón sentía que él realmente estaba ahí, tome aire profundo y empecé a caminar hacia adentro.

Al entrar lo primero que pude notar fue a unas personas hablando con policías y más policías obviamente, para este punto sentía que los policías eran una plaga o algo así.

Sin perder más tiempo me dirigí hacia donde al parecer las personas preguntaban cosas, espere mi turno y empecé a hablar.

– Buenas tardes... ¿En qué puedo colaborarle?

– B..buenas tardes.... –mire hacia todos lados– Quería preguntar si en este lugar estaba una persona detenida...

– Entiendo... ¿Cuál es el nombre de la persona?

– Bill Kaulitz... –dije de manera nerviosa mientras jugaba con mis manos esperando con ansias la respuesta–

– Kaulitz... –dijo para si mismo mientras escribía algo en su computadora, seguramente estaba comprobando en una lista o algo por el estilo–

Yo seguí mirandolo de manera ansiosa mientras el agua de lluvia escurría por mi pelo cayendo en el suelo.

– Bill Kaulitz. –dijo para si mismo indicando que lo había encontrado dentro de su computadora–

Prisioneros -Bill Kaulitz-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora