Jugaba con el lápiz mientras resolvía el inciso B del ejercicio. Quería ponerme los audífonos, pero era prohibido. Fernanda estaba casi terminando, pero de chismear con la del frente, Alicia. Ninguna de las dos tenía idea de lo que había que hacer y tampoco les interesaba hacerlo. Estaba agotada de pensar mucho, me les uní a la charla.

-¿A quién le sacan las tiras del pellejo?-dije y Fernanda comenzó a reírse.

-¿Viste el nuevo peinado de Camila? Detente en el centro de su cabeza-habló la pelirroja de Alicia-. Parece que tiene un nido de gorriones, desde aquí se ve que tiene enredado el cabello.

-Menuda vista tienes. Yo no veo nada.

-Tienes problema en la vista y no estas usando espejuelos ¿Qué vas a ver?- bufó Fernanda.

-¿Tienes problemas en la vista?- preguntó Alicia y yo solo asentí.

-Tengo astigmatismo, pero no he podido ir a la óptica.

-Por cierto ¿vieron el nuevo novio de Carolina?- soltó Alicia con una risilla.

-¿Qué tiene?-pregunté confusa.

Claramente no sabía de quien hablaba.

-Su novio es un rapero de mal mundo, se comenta que también fue novio de Martha-susurró Fernanda-. Ellas dos dejaron de hablarse por eso.

-¿Por un hombre? -bufé pegando mi espalda a la silla-. Es ridículo la verdad.

-Tú lo hiciste- dijo Fernanda y yo alcé mis cejas.

-Tenía trece años, ese día aprendí que era ridículo.

-Ustedes tres -llamó la profesora-. Son las peores que están en matemáticas de todo el salón ¿Qué hacen hablando?

La cara se me quería caer, me molestaba que hicieran eso. Soy demasiado insegura, decirme en que soy mala solo logra que yo me deprima y cree en mi cabeza la idea de que no puedo. Apreté mis labios y solo salí del salón. Estaba molesta y no quería estar ahí.

Un cuerpo grande se interpuso en mi camino. Uno que hacía el doble de mi tamaño. Sus ojos se posaron en mí, la comisura de su boca era perfecta y quería besarla. Unos deseos inmensos por tenerlo cerca se apoderaron de todo mi ser.

- ¿Mario? ¿Qué haces aquí?

-Mi universidad inició charlas sobre cada carrera. Yo vengo representando derecho- dijo sin dejar de mirar a todos lados.

Hablaba aún con un tono de indiferencia.

-¿Olvidaste que en estos horarios nadie está por aquí? -crucé mis brazos y emití un extraño suspiro.

-¿Por qué dices eso?

-¿Qué nadie va a vernos?-dije.

Hice una afirmación con la cabeza y reuní valor para hablar, pero puso un dedo en mi boca.

-Me voy, no me interesa oírte.

Se fue dejándome sola en aquel pequeño pasillo. Mis ojos se aguaron porque en el fondo si tenía una especie de esperanza de que me extrañara. Me di la vuelta y solo noté a Pablo. Desde las lejanías me observaba con las manos en los bolsillos. Se fue acercando poco a poco, en sus manos llevaba un pañuelo.

-Sécate las lágrimas, en cualquier momento sale Camilo-dijo secándome un poco los ojos-. ¡Sígueme!

Por el pasillo escolar comencé a seguirle. Llegamos a unas escaleras en el fondo. Me senté a una distancia prudente y el silencio se apoderó del lugar.

-¿Por qué estabas fuera de tu salón?-preguntó mirando sus zapatos.

-No me sentía cómoda.

-Una mala mañana supongo. Yo tuve problemas con mi profe de historia y huir fue la solución.

-No tienes pintas de ser una persona rebelde-dije, pero él solo me miró riendo.

- ¿Qué aparento ser? -engurruñó sus cejas y sonrió divertido.

-Un virgen desolado que solo ve anime y juega Dota. Tienes pintas de ser dark y depresivo. Tampoco tienes aires de hacer deportes o salir de tu casa.

-No soy virgen y juego baloncesto, pero todo lo demás sí. Sin embargo, princesita consentida, no te ves cómo alguien que suela ser rebelde- estaba siendo espontáneo, pero a la vez se notaba que era un poco tímido con desconocidos o conocidos lejanos como era el caso.

-No quiero hablar de eso, pero, no soy consentida y tampoco rebelde.

-Bueno, debo irme. Tu mejor amigo me espera.

Se fue sin decir nada más, no quise seguirle con la vista. Era demasiado estúpido hacerlo.

Me quedé sola en aquel lugar, miraba el terreno deportivo. Apoyé mi cuerpo en las escaleras y me puse mis audífonos para ver reels. Mis favoritos eran con la canción <<Greedy de Tate McRae>>. En español dice su letra <<Es obvio que me deseas, pero dije: yo también desearía tenerte. Cariño, créeme, por favor>> .

¿Cómo no pensar en él oyendo esas canciones?. Aunque sigue actuando indiferente y yo soy ciega sin poder ver la realidad.

...Nota de la autora...❤️

Ya vamos por el capítulo dos mis amores. Bueno, espero que les vaya gustando y lo disfruten como lo hago yo. ❤️❤️

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No hay diferencias en el amor©️ [Completo]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora