Furia (Killers #1)

16.La boca del lobo

—Seguramente ayer la mucama le puso seguro a la puerta accidentalmente —reconozco la voz de Francis.

—¿No te parece raro? —escucho la voz femenina que no reconozco.

—Camille, todo está bien —habla Francis y el nombre me hace click.

Camille Wright de 17 años, cabello negro y ojos azules. «La hermana menor de Elijah»

—Tengo que volver, pero tú quédate aquí—ordena el hombre marchándose.

Me muevo de balcón en balcón y me deslizo por el caño del desagüe hasta llegar a la primera planta y antes de entrar en la casa veo que no haya nadie más y entro a un baño donde me pongo los lentes de contacto que vuelven mis ojos de un color marrón oscuro.

—¡Jaden! —llamo abajo y la hermana baja las escaleras paseando sus ojos verdes por mi.

—¿Quién eres y qué haces aquí?

—Domenica, no nos han presentado Camille—doy un paso hacia ella ofreciendo mi mano. —Jaden y yo somos muy cercanos... —miento.

—Entiendo —habla aceptando mi mano como si no quisiera seguir escuchando.

—Vine por mis cosas, no esperaba que estuvieras aquí y que nos conociéramos de esta manera.

—No te preocupes, haz lo tuyo yo no te molestaré —pide y se mueve a la sala donde se deja caer en el sofá encendiendo la televisión, asiento subiendo las escaleras. En la habitación tomo mi maleta y luego bajo las escaleras quedándome de pie en la sala.

—Camille, ya me voy—aviso.

—¿No quieres quedarte a comer?

—Comí antes de venir, pero gracias igualmente, además tengo muchas cosas que hacer. Fué un placer conocerte.

—Está bien, lo mismo digo—hablo y recién ahora noto los moretones en su cuello.

Una parte de mi, la chica que estudia psicología, quiere quedarse y corroborar que esté bien, pero yo se que eso solo me pondría en riesgo, ya tendré tiempo de hablar sobre esto.

Salgo de la casa y corro calle arriba con mi maleta, subiendo al primer taxi que veo. Son venite minutos hasta que llego a un hotel y me regaño mentalmente por haber ido a la villa.

En la habitación del hotel empiezo a arreglarme para el evento mientras en mi móvil no paran de caer mensajes de Alec y Anastasia, al ver que no respondo Ana me llama y atiendo poniendo el altavoz mientras continuo maquillándome.

—Davi, lo que viste el otro día...

—No pasa nada, lo acepto y no tengo problema con ello.

—¿En serio?

—Si, estoy feliz por ustedes.

Mi amiga intenta seguir la conversación pero la corto en el proceso.

—Ana, ahora no puedo hablar.

—Está bien.

Continuo con el maquillaje para luego enfocarme en mi cabello al que solo le hago bucles. Al terminar deslizo el minivestido ajustado con ribete de encaje color negro de Stella Mccartney por mi cuerpo, luego  me calzo las Sandalias Shiloh 100 de ante negro con punta abierta y adorno de cristal de Jimmy Choo.
Al terminar me veo en el espejo y sigo siendo yo, pero con cabello negro y ojos marrones. Me planteo la idea de quitarme los pupilentes cuando empiezan a molestarme pero la hago a un lado.

Son las ocho de la noche y el taxi que pedí me avisa que ya está abajo. Me pongo mi blazer negro también de Stella Mccartney, y me doy un último vistazo antes de tomar mi bolsa de mano negra Saint Laurent en la que llevo la invitación al evento, dinero, mi arma, el móvil, perfume, gas pimienta y el labial para retocar.