—Mm —Xiang Xi asintió: —No te preocupes, no perderé el tiempo. 

—Ve —Cheng Boyan sonrió. 

. . .

Xiang Xi caminó hacia el andén. El auto de Cheng Boyan estuvo detenido por un momento antes de alejarse lentamente, suspiró suavemente y se apoyó contra el cartel publicitario. 

Si hubiera escuchado esta noticia hace unos meses, habría hecho un viaje desesperado a Zhaojiayao a toda costa. Como aquella vez, en que fue a la licorería ilegal. 

Pero hoy no lo hizo. Sentía pánico y miedo, pero no tenía la intención de ir a mirar. 

Aparte del hecho de que no se atrevía acercarse precipitadamente a Zhaojiayao, sabía que este asunto no era trivial. Si realmente esto estaba relacionado con Mantou, definitivamente se meterá en problemas si va allí, y no ayudará en lo más mínimo a Mantou. 

Aunque estaba un poco indefenso, lo único que podía hacer, era esperar la llamada de Cheng Boyan. 

Fue un buen momento cuando llegó al supermercado, abrió las puertas del supermercado y Yu Baoquan, llegó después con su pequeña motocicleta. 

—¡Buenos días! —Yu Baoquan lo saludó con la mano. 

—Buenos días —Xiang Xi sonrió. 

Después de terminar de barrer el piso de la entrada con Yu Baoquan, llegaron Zhang Xin y He Xiaoru. Zhang Xin los saludó y entró a cambiarse de ropa. He Xiaoru saludó a Yu Baoquan, bajó la cabeza cuando vio a Xiang Xi y entró trotando al supermercado. 

La sonrisa que Xiang Xi acababa de esbozar tuvo que disiparse, y Yu Baoquan le dio una palmada en el hombro: —Tu rechazo ese día fue demasiado directo. Supongo que a Xiaoru le tomará un tiempo recuperarse. 

—No me gusta dar tantas vueltas —dijo Xiang Xi: —Si doy tantas vueltas a un asunto, me toparé con malentendidos y todo después será poco claro. 

Yu Baoquan se rió dos veces. 

No habían muchos clientes por la mañana, Zhang Xin estaba ordenando los estantes mientras conversaba con He Xiaoru: —El incendio se podía ver desde mi casa y les tomó mucho tiempo apagarlo. 

—Afortunadamente, nadie vivía ahí —dijo He Xiaoru. 

—¿Están hablando del incendio de anoche? —Xiang Xi estaba a punto de trapear el piso, pero se detuvo después de escuchar lo que dijeron. La familia de Zhang Xin no vivía en Zhaojiayao, sino que estaba en esa dirección. 

—Mm, tú también lo supiste, ¿verdad? —dijo Zhang Xin: —Dio mucho miedo. Escuché que llamaron a la policía después y me sorprendió. ¿De verdad era tan necesario que la policía fuese al incendio? 

—¿La policía? —Xiang Xi quedó atónito. 

—Mm —Asintió Zhang Xin: —También escuché a las personas hablar sobre eso mientras desayunaba por la mañana. Me pregunté si el incendio fue demasiado grande y requería apoyo policial. 

Xiang Xi no dijo nada, su corazón de hundió por completo. 

Estaba casi seguro de que Mantou hizo todo esto, pero no entendía por qué Mantou le prendió a esas viejas casas, donde nadie había vivido allí desde que es un niño. Solo habían una pocas habitaciones que usaban como gallineros y todo lo demás estaba en ruinas. 

¿Cuál es punto de quemar unas viejas casas? 

¿Por qué no simplemente quemar al tío Ping y a Erpan en sus casas? 

M1SFI7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora