Bandida | Jujutsu kaisen

Capitulo 07

Vuelvo a mirar al frente para observar como la maldición se encuentra en su punto de quiebre.

—Voy a hacerte tragar esa orgullosa mueca tuya!!

—Satoru?— pregunto asustada cuando comienzo a sentir como los niveles de energía maldita provenientes de la maldición se elevan, signo de que va a hacer un gran ataque.

—Todo esa bien, no se separen de mi.

No hacia falta que lo dijera para que no me separara ni dos centímetros de el.

—Expansion territorial, Ataúd de la montaña de hierro.

Todo a nuestro alrededor se transforma, ya no estámos sobre el lago, si no que nos encontramos en el interior de un volcán.

"Déjame salir"

Ni loca

"Si las cosas se ponen feas haré uso del trato"

Aún así según los acuerdos no podrás lastimar a nadie, nisiquiera a la maldición.

Escucho un gruñido de sukuna y sonrió por haber ganado la pelea, vuelvo mi atención a lo que está ocurriendo a mi alrededor, y por mi cabeza pasa la idea de si sería capaz de desmantelar un dominio haciendo uso de mi técnica pero decido no probar mi suerte.

Escucho la explicación de gojo sobre las expansiones territoriales y como contrarrestarlas, hasta que el explica que hará uso de su propio dominio para contrarrestar el de la maldición.

—Expansion de dominio, vacío inconmensurable.

La antigua burbuja que nos rodeaba ha desaparecido y ha sido reemplazada por una especie de cielo y frente a ksotroa hay un agujero negro que bien podría ser confundido con un ojo.

La maldición no se mueve y gojo nos arrastra a itadori y a mí hasta llegar justo detrás de la maldición

—Este sitio es el interior de lo ilimitado, percepción, comunicación, ellos te fuerza a hacer repetidamente lo que es necesario para sobrevivir. Es irónico ¿No? Mientras te llenas con todo lentamente mueres... Incapaz de hacer nada. Pero como aún tengo cosa que hacer contigo, te perdonaré.

Acto seguido toma su cabeza y rompe el dominio, haciendo que la cabeza de la maldición caiga a el suelo desprendida de su cuerpo.

—Primero, quien te ordeno que vinieras aquí?

La maldición permanece en silencio.

—No vas a hablar? Bien— satoru me mira y señala a la maldición— katsuki, tu turno.

Yo siento mi corazón acelerarse con anticipación y me acerco a la cabeza de la maldición y la miro directamente a los ojos asegurándome de absorber su técnica, lo cual provoca que mi vista se nuble por el poder que me atraviesa.

—Ach—me quedo por el dolor de cabeza, es demasiado poder, no puedo.

—Katsuki!!— escucho el grito de itadori, pero su voz suena lejana.

—resiste, trata de acostumbrarte, trata de lograr controlarlo.

—¿Que me está pasando? ¡¿Que me estás haciendo?!— escucho los gritos de la maldición pero los ignoro.

Mi cabeza continúa dando vueltas y la voz de sukuna quejándose me distrae aun más, pero rápidamente el se pasa a el cuerpo de yuji aliviando un poco mi carga. Me mantengo unos segundos sosteniendo mi cabeza hasta que siento como poco a poco puedo adaptarme más a el dolor, pero mi instinto me alerta de un peligro provocando que pierda la concentración y el poder que poco a poco estaba logrando controlar vuelva a el dueño original. Pero gracias a eso logro esquivar la rama que atraviesa el lugar donde estaba anteriormente.

Miro a mi alrededor tratando de buscar a el responsable, pero por alguna razón mi espíritu de batalla es completamente eliminado, y solo me dedico a observar las lindas flores a mi alrededor.

—Gah!!— el grito de itadori me trae de regreso a la realidad, y veo que está colgando de una rama por una pierna.

Me acerco rápidamente con intención de ayudarlo pero una maldición pasa a toda velocidad llevándose la cabeza de la otra maldición, provocando que no sepa cómo reaccionar, si ayudar a itadori o ir tras ella.

—Estoy bien, vayan tras la maldición— estoy por hacerle caso y correr cuando vuelve a gritar— mentí, ayúdenme!!

Gojo rápidamente corta la rama que lo sostenía y cuando estoy por ir tras la maldición por fin, me di cuenta que su presencia había desaparecido por completo.

—Maldicion!— me quejo, si hubiera sabido reaccionar esto no habría pasado, podría ir tras la maldición y dejar que satoru ayudará a itadori, o ayudar a itadori y que satoru fuera tras la maldición, pero solo me quedé en blanco.

Itadori no para de disculparse por lo ocurrido y yo solo me acuesto en el suelo tratando de calmar tanto el dolor de cabeza como ordenar mis pensamientos.

Ignoro la conversación de ambos hombres y me quedo con los ojos cerrados, solo tratando de aprovechar el silencio, el cuál no dura nada pues la voz de sukuna reaparece en mi cabeza.

"Aún tienes demasiado que aprender, mocosa"

Ignoro su voz esperando que así se calle, pues no estoy para nada ade humor, solo puedo pensar en mi fracaso, no he avanzado nada, no puedo practicar mi técnica con libertad sin ser castigada y mi entrenamiento físico no ha mejorado mucho tampoco. Me siento estancada.

"Autocompadeciendote no lograras nada, tienes que esforzarte si quieres avanzar"

Crees que no lo intento? Llevo años intentando mejorar, me esfuerzo todo lo que puedo pero simplemente no lo logro.

"Solo te quejas de no mejorar y no te esfuerzas realmente porque tienes miedo, miedo de que te consideren un peligro y está vez nadie te ayude"

Cállate, eso no es cierto.

"Sabes que si lo es, muchos de tus pensamientos y recuerdos están abiertos a mi"

—Solo cállate, no sabes lo que dices— gruño molesta, se que tiene razón y eso es lo que más me molesta.

—Katsuki— miro a gojo y este me mira con una sonrisa— a partir de hoy tu entrenamiento se intensificará,  necesito que estés lista dentro de un mes, lucharas conmigo a diario y practicaras tu técnica cada que puedas.

Yo asiento, tengo que mejorar, y está vez lo daré todo de mi.