Super Shy [Winrina] #1

IX

Cuando ya era la hora donde ella solía llegar y aún no había rastro de Minjeong, pensó que talvez se quedó desayunando. Ningning llegó y también le extrañó no encontrar a Minjeong ¿La había presionado mucho? La última en llegar fue Giselle y luego llegó el profesor.

En ese momento todas sabían que Minjeong ya no llegaría. Era mil veces mejor faltar que llegar tarde al salón. Karina ocultó su cara y se acomodó para dormir, el cansancio de no dormir le había llegado. Pero aun así no podía dormir.

Le envió un mensaje preguntándole por qué faltó, Ningning también lo hizo y Giselle les preguntaba se les había respondido. Karina abrió el chat de Taeyeon y le preguntó.

"No es nada muy grave" le respondió rápidamente "Solo ha tenido una mala mañana, yo me he quedado a cuidarla"

"¿Necesitas que vaya a comprar algo en el camino?"

"Estamos bien, solo es un mal día"

"Solo llega temprano" agregó tiempo después.

Eso no la calmó para nada. Estaba más preocupada que antes ¿Cómo una mala mañana la ha prohibido llegar al colegio? La orden de que llegara temprano era lo que más le preocupaba y es por eso que cuando su última clase terminó, se fue corriendo del salón.

—Ya ni siquiera disimula que le gusta—dijo Giselle.

—Creo que recién se dio cuenta—dijo Ningning—debería de ser cupido.

Nunca había tardado tan poco en llegar a la casa, ya que siempre se quedaba hablando con sus amigas. En el camino se imaginó un sin fin de problemas ¿Se cayó de la escalera? ¿Se ha enfermado? ¿Se está alejando porque sabe que luego se separaran? ¿Habrá hecho algo malo sin darse cuenta y ahora está enojada? Trató calmarse, seguro solo se quedó dormida.

Sacó las llaves y abrió la puerta. Se encontró a Taeyeon saliendo de la cocina, claramente se encontraba cocinando. Se miraron por unos segundos. Taeyeon notó toda la preocupación en los ojos de Karina que temblaban levemente. Conocía perfectamente esa mirada, Tiffany solía ponerse así cuando a ella o a Karina le pasaba algo malo. Karina vio como Taeyeon le sonrió con cariño y volvió a entrar a la cocina.

—Solo es un mal día—comenzó a hablar y Karina entró a la cocina para escucharla—Suele tener días así, donde en su mente vuelve a lo de antes—Karina notó que estaba triste—Suele pasar cuando vive un momento parecido al cuándo estaba en con su padre. No sé mucho sobre que cosas, pero he notado que es cuando duerme con frío, se siente sola y está estresada. No quiero que te sientas culpable por no dormir con ella. Winter y yo sabíamos que le iba a pasar pronto, el estrés de terminar el colegio y comenzar de nuevo es algo que nos mantenía atenta.

—¿Es una recaída depresiva?—Taeyeon negó con la cabeza.

—Es trastorno de pánico—suspiró—Me he informado lo más posible de eso para ayudarla, ya que su fobia social hace que le dé terror los psicólogos, no he logrado llevarla—dejó de cortar la carne para mirarla. Karina se tensó al verla llorar—No debí dejarla con su padre, no debí ni siquiera dejarla.

—Usted no sabía lo que iba a pasar—dijo rápidamente—Y lo está haciendo bien ahora, el ambiente de esta casa es muy agradable.

—Ay, cariño. Te pareces mucho a tu madre.

—Minjeong me dijo lo mismo.

—¿Se hablan? 

—Sí, un poco. 

—¿Crees poder ir donde ella y tratar calmarla?

—Lo puedo intentar—dijo saliendo se la cocina.

Subió la escalera haciendo el menos ruido posible y caminó hacia el cuarto. Al abrir la puerta se encontró a Minjeong sentada en el suelo, con la espalda apoyada en su cama y con la mirada perdida en el suelo. Estaba con el uniforme escolar puesto y le faltaba una calceta. Tardó un poco en notar su presencia y al hacerlo sus ojos se volvieron llorosos. El corazón de Karina se apretó por verla así de triste, tenía el rastro de llevar casi todo el día llorando y su estado decía que en su mente seguía repitiendo todo lo que vivió. La tormenta era tan grande y desastrosa que Karina podía verlo con total claridad.

Karina dio un paso para ir hacia ella, pero se detuvo cuando Minjeong se levantó a tropezones para abrazarla con fuerza. Karina no dudó en responder el abrazo y en esa posición notó que toda la habitación era un desastre. Todos los cajones estaban abiertos con la ropa desparramada, mantas arrugadas esparcidas por doquier y su celular estaba roto en el suelo.

Ella igual estaba familiarizada con los ataques de pánico, ha tenido unos pocos en su vida y sabía que Minjeong había desordenado todo ante la desesperación de encontrar algo que la calmara o algún escape de su estado.

—No me quiero ahogar de nuevo—susurró Minjeong entre sollozos—Tengo miedo—la abrazó con más fuerza y colocó su cara en el cuello de Karina, como si su calidez fuera lo único que podría calmarla.

—No dejaré que te ahogues, o al menos no sola—dijo acariciando su cabello, pero Minjeong se alejó.

—No fueron solo las palabras de mi padre—dijo mirándola a los ojos—Fue...—sus ojos se llenaron de lágrimas—Fueron todos.