Capítulo 5: familia

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Lo dije antes, prefería morir a hacer como si nada.

—Escucha, Hyun... No podemos hacer nada —dijo Jisu en un susurro, bajando los brazos.

Sus solas palabras me dieron risa, me dieron asco. Porque no parecían las mismas palabras que diría la Jisu que yo conocía. Aquella que luchó con uñas y dientes conmigo, la chica capaz de hacer mil cosas en una sola vez. Con las que canté canciones sobre lo que habíamos vivido y a la que le conté mis sentimientos.

Por esa misma razón me dolió verla y notar que quizás ya ninguno era el mismo.

—No. Que ustedes no quieran hacer nada no significa que yo no pueda.

—Hyun —gruñó Wook, sin embargo, lo ignoré. Lo menos que quería era oírlo a él.

—Todos en este maldito avión hemos sobrevivido gracias a Hyuk, todos aquí le debemos la vida —. No quería mirar a nadie, pues su mirada de arrepentimiento sería lo más falso que podrían darme —. ¡Y si alguien puede decirme qué pasó ahora, que lo haga! ¡Que me explique como pudimos cambiar nuestra forma de comportarnos solamente porque estábamos “seguros”!

—Hyun...

—No, Jisu. No. ¿Piensan que dejándolo allí serán mejores? ¿Que vamos a poder sobrevivir y tener la mente tranquila?

—¿Y tú crees que nos gusta abandonar a los nuestros? ¿Qué me hace gracia volar esta mierda y alejarme de él?

No me extrañaría que lo hiciera

—Es lo que parece —ahogué el llano que deseaba escapar, las ganas de decirles mil cosas más, por mi propio bien y el suyo —. Lo abandonaron antes, ¡yo mismo lo hice! ¡Aquí todos somos iguales! ¿Y saben lo peor de todo? Que no somos muy distintos a los verdaderos monstruos.

     "Hyun Cha, un monstruo
    más del montón.

Limpié las lágrimas que continuaban bajando con mis puños apretados, para luego enderezarme. Aún más asqueado que antes. Si la situación fuera distinta, la gran mayoría que está aquí correría de un lugar al otro para salvarse. Hyuk lo haría. Y también sería capaz de dejarlos morir a cada uno de ellos, exceptuando Eun. Pero ni siquiera ella era capaz de levantar un dedo y oponerse ante los demás.

Yo no soy como ellos.

Jamás lo fui.

Yo siempre he sido más como Hyuk, por eso estamos juntos.

Y por eso no me voy a rendir.

—Ustedes hagan lo que deseen, pero no esperen a que me quede aquí una vez que paren este avión.

Me dirigí a la puerta que dividía la cabina con la parte de los pasajeros y admiré como Yuri y Eun me miraban a la vez que le tapaban los oídos a los niños. Ellos siguieron su mirada hacia mí, y por instinto les sonreí. Después de todo, ellos no tenían la culpa de nada. Tomé el Pole Spear que antes había tirado y caminé entre ellos esquivando a las chicas para meterme dentro de un compartimento lo bastante alejado de los demás.

Por lo menos en esta situación servía que aquella mafia tuviera un avión privado con muchas comodidades, para no tener que verles la cara llena de hipocresía.

Uno que irá en busca
de su pareja solo,
en el fin del mundo".


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