84. Te encontré (final) Parte 1: La estafa

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La pequeña levantó su vista cristalizada, su padre tenía razón y no quería discutir ahora - P-perdón - balbuceó conteniendo su llanto, se sentía estúpida, tenía 20 años y sus padres iban a corregir sus errores, en vez de disfrutar las vacaciones con su novia ahora estaría encerrada en la casa de sus padres luego de casi 3 años de no vivir más allí


























Al llegar sus padres le dieron una mirada decepcionada y le indicaron que se fuera a dormir, la pequeña los observó irse por la escalera y se quedó en el living de su antigua casa... pensando y reflexionando en qué momento se descontroló todo? Necesitaba hablar con su novia, preguntarle si estaba bien, si la habían retado tanto como a ella... pero recordó algo... también le habían quitado el celular!!!
Suspiró enojada y de la impotencia le pegó una piña a la pared... Ups... No era de ladrillos... Ahora un gran hueco la adornaba...
Con todo su malhumor y a sabiendas de que en la mañana se venía otra cagada a pedos...
Subió a su habitación...
Seguía igual a como la había dejado...
Todo estaba pulcro e Intacto...











Por un segundo observó sus viejas guitarras, aquellas que tantas noches la habían acompañado en su niñez y adolescencia, las había dejado en casa de sus padres porque prácticamente ahora no tenía tiempo para vivir y sabía que allí estarían bien cuidadas... Eran sus tesoros, eran tan preciadas como Martina.
Martina...
¿Cómo haría para sobrevivir un mes sin ella?
La culpa y el remordimiento le hicieron un nudo en su garganta...
Y si Martina se daba cuenta de que ella no era lo mejor?
Que no era la mejor opción...
Que solo servía para causar problemas...
Que en cada oportunidad ella la cargaría abismalmente...
Sobre pensar las cosas la estaba agotando, era mejor que se durmiera de una buena vez, aún no había amanecido por lo que se dió una reconfortante ducha de agua caliente y buscó algún pijama, agarró su favorito... Ya estaba desgastado y bastante viejo, ese de color verde agua con paltas estampadas, una remera grande y ya estaba lista para entrar en su camita...
Se sentía rara... Pese a tener varias mantas le faltaba calor...
Cerró sus ojos con fuerza y se obligó a pensar en otra cosa, eventualmente se quedó dormida.


























Las primeras 2 semanas fueron desgarradoras y no, no estaba exagerando.
Nunca pensó que extrañaría tanto a su novia hasta que se tuvieron que separar... Y aún le quedaban 2 semanas más... Ya no sabía que hacer para dejar de extrañarla... Es que... Lourdes...
Lourdes lo era todo. Lourdes era su mundo. Tan simple como eso, cuando sus padres la buscaron no estuvieron para nada felices, los primeros días le reprochaban con la mirada recordándole constantemente su error, pero luego entendieron que no fue totalmente su culpa que un par de "descerebrados" se pusieran a arruinar las paredes y puertas de los vecinos, ellas no tenían el control sobre la gente y por sobre todo ellas nunca jamás avalarían tal cosa.
Ellas estaban en su mundo, como siempre, estaban ajenas a todo lo que pasaba, Martina había rescatado una botella de vino y tenía a su novia risueña que ya quería "dormir" claro que entendió la indirecta y ya todos eran lo suficientemente grandes y receptivos para entender que ellas no volverían a la fiesta.











Que pijama querés usar hoy amor?- preguntó la morocha con un tono divertido mientras buscaba en el placard








No hace falta el pijama hoy Benza- pronunció la colorada apoyándose en la espalda semidesnuda de su novia- Lo único que necesito es tu cuerpo debajo del mío en la cama- terminó de decir con un beso apasionado en el cuello de su amada













Martina jadeó y las condujo a la bendita cama matrimonial...
Con todo esto de los finales, los períodos menstruales y la vida misma casi no habían tenido intimidad en el último tiempo... Y ganas nunca le faltaban...
Para complacer a su chica se recostó sobre las sábanas y esperó a que la menor se recostara sobre ella... No era la posición habitual pero que importaba? Todo sea por cumplir las fantasías de su colorada de ojos verdes.
Estaban de los más tranquilas, tomándose su tiempo, compartiendo una acalorada sesión de besos y restando las molestas prendas de vestir hasta que la puerta fué abierta...
4 pares de ojos las miraban con seriedad y enojo...
















Te encontré - MartuliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora