Lo dijo con tanta convicción y compromiso que no pude evitar sonreír. A pesar de sus errores, Lewis seguía siendo un amigo en el que se podía confiar.
Emma estaba negando con la cabeza.
—Ella sabe algo. —insistió.
—¿Sabe...?
—¿Cómo… sobre nosotras? —Inquirí, escéptica—. Habría hecho algo —Cleo soltó un «¡Oh, no!» —. Que no es el caso —aclaré de inmediato pero eso no pareció dejarla más tranquila. Al contrario—. No ha hecho nada. —le recordé.
—¿Pero y si lo es?
—No, no creo que sepa tanto. ¿Cómo podría? No le hemos dado razones para sospechar de nosotras.
Lewis, quien continuaba pegado a la puerta como un guardia de seguridad, se cercioró por tercera vez que nadie escuchara nuestra conversación, antes de ponerle el seguro y acercarse a nosotras.
—Le dijo dos cosas distintas a Lewis y a Zane. —Recordó Emma, mirando al rubio de reojo—. Es obvio que a uno le está mintiendo.
—Pero, ¿a quién?
Era la respuesta más lógica y... tenía sentido. Pero…
—Sí, y solo sí, encontró algo «grande» en Mako —hice énfasis—… no andará por ahí compartiendo la información con todo el mundo. No con un descubrimiento de tal magnitud. Pero si solo sospecha y quiere ponernos una trampa…
¿Cómo es que este problema ha escalado tan rápido? Denman encontró la muestra, o al menos eso fue lo que le dijo a Lewis. Pero le dijo a Zane que no encontró nada. Solo un conteo de peces común.
No era un conteo de peces común, ¿cierto?
Estaba mintiendo, por supuesto. O solo quería ver qué tan locos podía volvernos.
¿Qué había detrás de todo esto?, Dudo que Denman mintiera sobre su encuentro en la isla Mako. Después de todo, ella le dio detalles a Lewis como sobre la cueva y el estanque, detalles que solo alguien que ha estado allí podría conocer. Como Emma, Cleo, Rikki, Lewis, la señora Chatham y yo.
Entonces, alguien fuera de nosotros tuvo que contarle sobre Mako y Denman creyó lo suficiente en esa persona como para seguirle la corriente y visitar la isla. Era la única explicación que se me ocurría. ¿Pero Denman era alguien que confiaba en una corazonada? ¿Alguien tan lógica, científica y práctica como ella?
Y eso me llevaba a Nic. Durante mi turno en el Juice Net, no intercambiamos demasiadas palabras (solo las necesarias para el trabajo) y Nic no actuó como si pusiera demasiada atención en mí ni nada. Pero el recuerdo de Denman conversando con él -de quien sabe qué- me perseguía. Solo era una coincidencia, ¿verdad?, él no contaría nada sobre las sirenas ¿verdad?, él no estaba planeando algo en nuestra contra, ¿verdad?
No me estaba engañando a mí misma al pensar que él no me delataría, ¿verdad?
Bueno, siendo razonable no podría; Nic piensa que soy una humana normal. Aquel engaño la noche del baile con la fórmula en mi piel había sido un completo e inesperado éxito (hasta que dejó de serlo, claro). Logré que confiara, sobre mí NO siendo más una sirena, pero fracasé en todo lo demás. La confianza y nuestra relación, por ejemplo.
—Nos dará problemas —el quejido de Cleo me trajo de regreso al presente, a lo que sí podía prevenir. Cuando la miré, sus ojos color café estaban abiertos como platos—. ¡Nos atrapará para estudiarnos como fenómenos! —lo dijo como si fuese un hecho que seríamos atrapadas y convertidas en conejillos de indias.
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H2O, sirenas del mar; La Otra Sirena
FanfictionH2O, Sirenas Del Mar: La Otra Sirena... Kayla es una chica de 15 años que vive su día en las soleadas playas de Costa Dorada junto a sus mejores amigas Emma y Cleo... a diferencia de Emma que es sensata y responsable y de Cleo que es más bien ingen...
Capítulo 86: Intrusos.
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