Capitulo Veintisiete

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Aunque temía por pedirle permiso de usar una de sus prendas favoritas a su "madre", estaba reuniendo todo el valor que tenía para hacerlo, no quería arruinar el humor de la señora, y que lo tratara mal por el resto de la noche.

Así que después de soltar un largo suspiro, bajo las escaleras y fue directo a la cocina antes de que se arrepienta.

Vió a la omega pelirroja de espaldas a él, cortando algunos vegetales.

— Hm, señora Boyoung.— le llamó despacio, tanteando el terreno en el que se adentraba.

Cuando la señora le dió una mirada continuó hablando tratando de ser cuidadoso con sus palabras.— Yo quería saber, si usted me dejaría usar una de mis faldas hoy, por favor. Sé que le molesta que las use, pero me siento cómodo con ellas.

Movió sus manos un poco más nervioso cuando la omega se giró hacía él y le dió una mirada sin algún tipo de afecto o cariño.

— Solo por hoy, y solo una que no te haga parecer una zorra.— después de decir eso, regreso su atención a lo que hacía anteriormente sin darle más importancia al omega.

Jimin susurró un pequeño "gracias" y corrió a su habitación emocionado, definitivamente estaba feliz.

Escogió una falda negra de tablones, con una camisa blanca y un chaleco azul de lana encima. Se colocó frente al espejo, lucía muy bonito. Le sonrió a su reflejo, acomodó su cabello y pusó un poco de gloss en sus labios.

Ahora solo a esperar que llegue Jungkook.

Estuvo al rededor de treinta minutos jugando con Brady, mientras hablaba con Taehyung por teléfono. El morocho le estaba contando sobre la cita que tuvo con Yoongi esta tarde, era increíble ver a su amigo tan enamorado.

— No puedo más, Yoongi es tan lindo.— suspiró al otro lado de la línea.

Jimin soltó una risita.— Parece que te gusta mucho, Tae.

— Me encanta, me encanta, me encanta. Me alegra haber encontrado a mi destinado.— suspiró enamorado Yoongi. Y Jimin sonrió enternecido.

— Y...¿Cómo supiste que Yoongi era tu destinado?— preguntó dudoso el omega castaño, mientras acariciaba el pelaje de su cachorro.

— No lo sé, simplemente lo supe, lo sentí en mi pecho, mi omega me lo dijo.— explicó conmovido el morocho

Jimin suspiró, sintiéndose triste repentinamente.— ¿Y si Jungkook no es mi destinado?

— ¿Haz pensado en Jungkook como tu destinado?

— Tal vez... Algunas unas veces.

No solo unas veces, cada noche se imaginaba a Jungkook como su verdadero alfa, veía un futuro a su lado, quería tener cachorros con él, que lo marcara, casarse, vivir juntos el resto de sus vidas. ¿Estaba pensando demasiado lejos?

— Pero no lo sentiste.

— No lo sentí.

— Entonces, tu destinado puede estar por allá afuera buscándote.— animó; aunque eso hizo sentir un poco mal en el fondo al omega ojiazul.

Y Jimin en ese momento escuchó como tocaban el timbre.

— Es él, ya llegó. Tengo que irme Taehyungie, nos vemos luego.— le lanzó un beso a través de la línea, y sin dejar al morocho despedirse, colgó, levantándose a toda velocidad de su cama y volviéndose a ver en el espejo.

No quería parecer desesperado por ver al alfa, pero lo estaba. Hace mucho tiempo que no lo veía y después de su celo, necesitaba mucho sus cariños.

Así que bajó las escaleras despacio, encontrándose a los señores Park y Jungkook con Boyoung a su lado en la entrada del living.

— Es un placer para nosotros volver a recibirte, Jungkook. Hace tanto tiempo que no venías.— dijo la señora Boyoung con una gran sonrisa en el rostro que Jimin no podía creer que era real.

— Gracias por invitarme, señores Park.— respondió, para luego dirigir su mirada hacia la pequeña silueta que se asomaba por las escaleras. Inmediatamente cuatro pares de ojos se posaron sobre Jimin, haciéndolo sentir intimidado. Tres de ellos lo miraban con burla y desprecio, mientras Jungkook lo miraba como si fuera una brillante estrella, su única estrella. Jimin se sonrojo y trató de esconder su sonrisa lo mejor posible.

— Buenas noches, señor Jeon.— saludó con voz baja, extendiendo su manita hacia el alfa. Jungkook aceptó su saludo delicadamente y le sonrió, ambos sintieron esa ya conocida corriente eléctrica recorrer sus cuerpos, pero no lo demostraron.

— Buenas noches, Jimin.— Jungkook le sonrió, conteniendo el impulso de lanzarse a besarlo, ¿sería muy imprudente si lo hacía?

— Bien.— habló la señora Park.— Vamos a sentarnos, la cena está lista.

Todos la siguieron hacia el comedor, Jimin sintió una cierta incomodidad en el estómago al ver que So-Hee no se le despegaba ni un poco a Jungkook, solo quería arrancarle sus rubios cabellos y llevarse a Jungkook para que lo abrace y le de mimos.

Por suerte para Jimin, So-Hee se sentó al lado de su madre y él con Jungkook. La señora Boyoung había murmurando algo de no querer sentarse al lado del "marica", por lo que So-Hee no tuvo otra opción que sentarse frente a Jungkook.

La cena transcurrió, de hecho, tranquila, Jungkook se veía cómodo con Jimin a su lado, y el omega trataba de disimular un poco cuando trataba de conseguir olfatear más el adictivo aroma del alfa.

Todo iba bien, hasta que la señora Park habló.— ... Y Jungkook, ¿Cuándo piensas comenzar a cortejar a mi hija?

Al parecer la pregunta descolocó un poco al alfa, que trago nervioso el vino que había tomado hace unos instantes.

— Porque, ya llevas un largo tiempo solo "saliendo"— hizo comillas con los dedos.— Espero que no intentes jugar con mi hija.

So-Hee lo miró con ojos grandes esperando una respuesta y Jimin solo se encogió en su lugar.

— No se preocupe, señora Park, será pronto.— dijo el alfa, mostrando seguridad en una sonrisa.

Jimin sintió como si apretaran su corazón y agachó la mirada.

— Bien.— dijo Mark.— Confío en ti, muchacho.

So-Hee tomó la mano de Jungkook por sobre la mesa y le sonrió, recibiendo una radiante sonrisa de vuelta por parte del alfa.

Jimin quería llorar.

Se sintió ansioso, inseguro y su lobo se sintió rechazado por su alfa. Sus ojos comenzaron a cristalizarce al pensar en futuros escenarios de Jungkook cumpliendo lo que dijo y dejandolo con su corazón roto.

Trató de retener las lágrimas que amenazaban con salir lo más que pudo, siguió comiendo cabizbajo y en silencio soportando todo lo que So-Hee hablaba.

Cuando terminó, se levantó y lavó su plato para después dirigirse a la mesa de nuevo.

— Me retiro a mi habitación, que tengan linda noche.— se despidió simplemente, evitando mirar a Jungkook a la cara y subió al segundo piso, casi corriendo.

El alfa se quedó desconcertado un momento, esperaba recibir al menos una bonita sonrisa por parte del omega, pero este ni siquiera lo miró, se sintió un poco indignado y su lobo gruñó sintiéndose rechazado.

Jimin se lanzó a su cama y se envolvió entre las cobijas abrazando a su osito Hudie, mientras dejaba correr las lágrimas libremente. Se sentía muy mal, quería que su alfa lo sostuviera con sus brazos protectores y que no lo soltara nunca.

Se quedó dormido con elpensamiento de cierto alfa de ojos verdes abrazándolo entre sus sueños.

IT'S ENOUGH TO MAKE A BOY BLUSH

𝐈𝐓'𝐒 𝐄𝐍𝐎𝐔𝐆𝐇 𝐓𝐎 𝐌𝐀𝐊𝐄 𝐀 𝐁𝐎𝐘 𝐁𝐋𝐔𝐒𝐇 ━━━ 𝗞𝗢𝗢𝗞𝗠𝗜𝗡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora