Quiero decir que los personajes no son míos pero la historia sí es original
Hace tiempo un chico con un reloj especial, conoció a una chica que dominó la espada mágica, pero ellos dos no imaginaban que algo igual o más mágico que la espada y el relo...
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Kai era su nombre, ya tenía dieciocho años, así que prácticamente era una adulta pero le gustaba pasar tiempo con su abuelo, él era plomero pero no de los que arreglaban tuberías, sino de los que arreglaban problemas con los alienígenas y ya que estos habían sido descubiertos por la humanidad por fin era un trabajo reconocido y tenía un salario, bastante elevado, además muchas de las cosas estaban financiadas por el gobierno por lo tanto tenían el mismo rango que la CIA o incluso más. Kai se levantó, fue a la ducha, después salió con dos toallas, una cubriendo su cuerpo y otra su pelo, se secó bien y se vistió con un conjunto de dos piezas de color oscuro, marrón para ser exactos, este constaba de un top que le cubría su pecho y parte de su barriga con una falda que dejaba sus piernas al descubierto, la chica tenía buen cuerpo y era atlética pero no demasiado, recogió su larga melena en una cola de caballo y ya estaba lista para ir con su abuelo pero le faltaba una cosa. Se acercó a su armario y lo abrió, en él había una especie de estuche de guitarra pero este no contenía ninguna en particular ya que era un estuche donde guardar la espada para que se mantuviese protegida y para que nadie sospechara si viajaba a algún país, un truco que su abuelo le había enseñado y la verdad funcionaba, además como la joven tenía ascendencia indio-americana llevaba un cuchillo navajo, también era un regalo de su abuelo. La joven también cogió su mochila porque ahí era donde guardaba muchas cosas ya que no tenía un bolso como tal, se encaminó a la casa de su abuelo que quedaba a pocos metros de donde vivía ella y allí entre papeles, pergaminos y libros antiguos, se encontraba Wess Green, su abuelo, se encontraba leyendo un libro que parecía del siglo XVI, tenía una tapa descolorida y parecía tener un sello de algún rey o algún reino perdido -hola abuelo ¿Qué lees? -pregunto la joven -hola Kai, estaba mirando un libro antiguo que compré hace poco -dijo el hombre -oh, interesante... -dijo Kai acercándose y abrazando al hombre mayor Wess era un hombre que había vivido mucho pero también era un experto plomero, enseñó a su joven nieta a manejar muchos tipos de armas y también el arte de la esgrima y por eso la espada era el arma favorita de su nieta, era de carácter tranquilo pero como todo el mundo, si tocabas a su familia se convertía en un pequeño monstruo. Dejó el libro a un lado y empezó con las lecciones de leer textos antiguos, lo hacía con paciencia ya que sabía que la joven no estaba del todo entrenada para leer ese tipo de idioma, Kai atendía a cada palabra que le decía su abuelo ya que para esta era muy importantes sus consejos, aunque la joven a veces tenía la cabeza en otra parte pensando en alguien que había conocido hace mucho tiempo pero que quizá o se había olvidado de ella o había cambiado tanto que igual ni lo reconocería, pensaba en su futuro y en qué haría con su vida. Le interesaba mucho las culturas antiguas, pasión que había adquirido de su abuelo ya que además de ser plomero era arqueólogo, así que le gustaba mucho la cultura egipcia, la azteca, la inglesa y las demás culturas antiguas, quería viajar por todo el mundo como lo hizo su abuelo para descubrir más secretos que aún estaban ocultos en muchos lugares que los humanos ni soñaban con tocar como por ejemplo la Atlántida o descubrir los secretos que había en el Área 51, prohibida para los civiles hace mucho tiempo pero que gracias a su abuelo descubrió alguno, privilegio de ser policía espacial. La joven aprendía rápido, no le costaban nada los estudios y sacaba muy buenas notas y por eso sus padres le habían comprado un pequeño 4x4 que debía arreglar, no era problema para ella ya que su abuelo también le había enseñado mecánica, pasó toda la mañana aprendiendo esos símbolos tan extraños con él
10:30 A. M. Una calle cualquiera en Bellwood
Ben camino tranquilo durante casi dos horas enteras, se compró un smoothie, miró mensajes que le iban dejando su prima, Cooper y Lucy, su otra prima, se llevaban bastante bien entre toda la familia. Por supuesto la fama de salvar al Universo todavía permanecía pero no tanto como antes, además ahora que toda la humanidad conocía la existencia de los alienígenas y de que había otros planetas además del nuestro, ya no había conspiraciones ni nada ya que se descubrió que los ovnis si eran reales, después de un rato Ben llegó a su casa solo para descubrir que un auto de color azul con negro estaba estacionado frente a ella y eso significaba que su prima y Kevin habían llegado mucho antes de lo que habían dicho, enseguida entro y cuando lo hizo le saludó la perra de Kevin, una preciosa Anubian baskurr llamada Zed, la acarició y luego fue a abrazar a los dos recién llegados, Gwen seguía con su look de universitaria con el pelo corto y las gafas, Kevim seguía con su look de chico malo -hola, pensé que llegabais por la noche -dijo el castaño -la verdad es que salimos de noche para poder llegar ahora -dijo Kevin -el abuelo ya nos dijo que adaptó el camper para que podamos coger los tres más la perra -dijo Gwen mirandola Todos se divirtieron durante la tarde y luego llegó el abuelo Max para ayudar a preparar la cena, cenaron todos juntos y hablaron de como sería el viaje, el abuelo dijo que tenía una sorpresa para todos pero en especial para Ben, una sorpresa que quizá sería muy emocionante
CONTINUARÀ ------------------------------------------------- HOLA CHICOS!!! Bueno, este es el primer capítulo de una historia nueva que estoy creando y que espero que os guste porque voy a ponerle mucho cariño y sabéis que todo lo hago por vosotros, espero que os guste y que dejéis vuestros votos y los comentarios que tengáis al respecto porque me gustaría saber qué opináis de todas mis historias
