- No me iré - me vio seriamente y tomo mi mano - ¿Por qué no me dijiste que estabas embarazada? - soltó despreocupado.
AAAAH!! Otra vez su maldita arrogancia.
- ¿Por qué debería?
-Porque soy el padre y porque soy el sujeto que te ha salvado de que ese animal te mate a golpes - me encaró, pude observar en sus ojos verdes su enojo.
- Por favor no actúes como si te importara, todo este tiempo lo único que has tenido en mente es tu venganza contra él, yo solo era un eslabón en esa gran cadena que tu mismo has hecho. Ambos sabemos que para ti yo solo soy un golpe más contra el sujeto que aún es mi esposo y en cuanto acabes con él y le restriegues en la cara de que además de robar toda su fortuna también te follabas a su mujer yo pasare a segundo plano. Así que por favor deja de fingir interés y marchate.
- A caso dijiste ¿Fingir interés? - rió con amargura - Te parece que eso hago.
- Jamás me has demostrado lo contrario- solté sin verlo.
- Si realmente eso fuera cierto tu esposo habría sido borrado del mapa hace mucho, la única razón por la que me he contenido es por ti y porque en todo lo que he preparado para ese monstruo quiero que tu salgas bien librada de eso.
- ¿Quieres que te agradezca?
El toco el puente de su nariz y se empezó a acercar a mi - En serio que las hormonas del embarazo te están volviendo loca - dijo y tomo mi rostro entre sus manos y me beso en los labios - Me importas más de lo que crees.
- ¿Por qué?
- Despertaste bastante preguntona verdad - rió - para mi eres más que un eslabón en mi venganza. No sabes lo mal que me sentí cuando entré y vi que ese imbécil te estaba haciendo daño, se que soy el culpable de que ese monstruo te haya puesto las manos encima pero te prometo que nunca más volverá a tocarte.
- Como estas tan seguro? El es muy poderoso... Aidan ya no puedo confiar en nadie. Ya no soy solamente yo la que saldrá herida si confío en la persona equivocada.
- Ya no más, ___ confía en mí. La hora que él pague sus crímenes llego y ahora podremos ser felices... Confía en mí - Sonríe y vuelve a besar mis labios - Te amo.
Mi corazón casi explota cuando lo oí decir eso, le sigo el beso y abrazo fuertemente. ...
Habían pasado varias semanas desde ese día en el hospital. Tal como Aidan había anunciado el destruyo la vida del sujeto que frente a mi ley seguía siendo mi esposo.
Y aunque suene horrible el construir un hogar sobre un sujeto al cual habíamos derribado, vivir esa experiencia era mejor de lo que parecía.
Aidan había subido a la cabeza de cada una de las empresas de mi ex esposo, al fin podía recobrar lo que se le fue arrebatado a su familia.
Yo por otro lado seguía siendo una mujer mantenida por su marido, solo que ahora esperaba con ansias un bebé y amaba con todo su corazón al tipo que se había encargado de poner su vida en orden.
Aidan Gallagher
Tal vez haya sido un desgraciado pero nunca podría mentirle a ella. Después de 2 años de aquel día en el que por fin __ y yo nos libramos de aquel sujeto que no nos había causado más que daño, al fin ella y yo éramos felices.
Nos encontrábamos en nuestra casa de playa, yo me encontraba recargado en la puerta mientras veía como ___ jugaba con nuestro hijo a la orilla del mar.
Juntos armaban un pequeño castillo de arena. Mi hijo reía sin parar pues mientras su madre trataba de hacerle más detalles al castillo mi hijo solo quería derribarlo y jugar en la arena.
___ lucia más preciosa que nunca, su piel bronceada se veía aún más perfecta con su traje de baño rojo, además de que su vientre ya empezaba a notarse pues ya esperamos a nuestro segundo hijo.
Aun recuerdo cuando una noche entro a la habitación y me dijo que quería otro bebé, yo no dude y obviamente le di que quería. Hemos pasado tanto que ambos merecemos todo lo que tenemos.
Riendo me acerque a mi familia y tomé a mi hijo en brazos para que dejara a su madre seguir con el castillo.
— Dejala terminar – le dije a mi hijo quien reía por sus travesuras.
__ coloco los últimos detalles del castillo – Perfecto, gracias por sostener a ese niño – me dijo con loss ojos entrecerrados mirando a nuestro hijo.
– No hay nada que agradecer – solté al niño y la bese en los labios.
Obviamente ese pequeño no se iba a quedar quieto y se lanzó sobre el castillo que tanto le costó hacer a su madre. Al ver la travesura de nuestro hijo __ simplemente negó riendo y me abrazo fuerte.
– Espero que ella sea más tranquila – dijo acariciando su vientre.
– Espero lo mismo, aun nos cuesta escaparnos de ese niño para tener tiempo a solas – bese su frente – aunque no puedo quejarme – me miro a los ojos – mis hijos y tú son más de lo que alguna vez podría soñar.
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Hola!!!
Este es el fin de uno de los primeros OS de este lugar.
