El Juguete.

Mostrando lo que consideraba un muy remarcable autocontrol, no estaba en el cuarto cuando Mama empezó a chupársela a mi hermana.

Pero escuche de eso después, de ambos lados.

"Dime lo que paso," ordene. Mama estaba arrodillada frente a mí, completamente desnuda, con sus tetas amarradas (y empezando a ponerse moradas), su culo rojo brillante por las nalgadas que le había dado antes de ponerla en trance.

Sus ojos estaban vidriosos...parcialmente porque estaba hipnotizada, pero en su mayoría por el poderoso orgasmo que le había dado con mi mano. La mano de su propio hijo.

No creo que alguna vez me canse de nalguear a mi madre hasta el orgasmo.

"Cuando?" pregunto ella. Ella no estaba jugando, solo estaba demasiado excitada para pensar bien.

"Esta mañana. Cuando empezaste a chupársela a tu hija."

"Oh."

Estaba masajeando mi verga, 'probando' un castigo anterior. Probar lo bien que tomaba mi carga en su cara. Normalmente había hecho que me la chupara—la boca de Mama es increíble—pero entonces, por supuesto, ella no sería capaz de contarme la historia.

"Cynthia estaba en su cuarto," Mama trago saliva, con sus ojos siguiendo el movimiento de mi mano. "Le dije...que era hora."

"Hora de que?"

Mama odiaba especificar, por lo cual insistí en que lo hiciera.

"Hora de...mi castigo."

La mire con una ceja levantada. Ni siquiera tengo que decir algo—Mama sabía lo que esa mirada se refería.

Ella sabía que necesitaba hacerme feliz.

"Hora de chupársela," susurro ella.

"Que dijo ella?"

"Ella no dijo nada. Solo...abrió sus piernas."

"Que estaba usando?"

"Nada. E—ella estaba...desnuda."

"Como se veía su vagina? Se especifica."

"No tenía vello," dijo Mama, tragando saliva muy fuerte. "Ella estaba...rosa."

"Estaba húmeda?"

"S—sí," respondió Mama, con su voz temblando ligeramente.

"Parecía excitada?"

Mama pauso. "Um...sí."

"Como podrías saberlo?"

"P—por lo húmeda que estaba."

"Que más?"

"Su clítoris," respondió Mama, retorciéndose incómodamente. "Estaba...duro."

"Querías probarlo?" pregunte. Mama, predeciblemente no respondió.

"Lo probaste?"

"Si," suspiro Mama, con la repentina mirada de lujuria en sus ojos diciéndome todo lo que rechazaba decir en voz alta.

***

"Que paso después?" pregunte, respirando ligeramente, mientras bombeaba el cuño húmedo de mi hermana. El mismo coño que Mama había tenido en su boca hace unas horas.

Cynthia estaba desplomada mientras me la cogía. Ella ya ni siquiera me preguntaba porque quería hipnotizarla, tirada en la cama así.

Ella ya no me cuestionaba nada de lo que le decía.

DietaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora