Capítulo 9: la señora Irasue

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¿Qué haré? ¿Cómo le diré o preguntaré sin morir en el intento? Dios mío, ayúdame.

Por otro lado, Sesshomaru conversaba con su madre, en cara bailaba una expresión de pocos amigos, el solo escucharla lo irritaba, y el tema que su madre estaba tratando empeoraba la situación.

—Ya les he dicho un millón de veces que eso no me interesa.

—Como su primogénito te corresponde atender esos asuntos—trataba de convencerlo Irasue.

—Que se haga cargo su otro hijo.

—Inuyasha todavía es un niño, Sesshomaru, y no vine hasta aquí para preguntarte si te parece bien o no la situación, soy tu madre y te estoy diciendo que tienes que ayudar a tu padre, ponte en contacto con Toga—sin más, y con la misma cara de fastidio que tenía su hijo, Irasue se puso de pie y emprendió camino a la salida.

Sesshomaru la siguió de cerca, y antes de cerrar la puerta su madre se giró a mirarlo y le dijo:—Volveré a saber de la chiquilla, realmente espero que no estés saliendo con niñas, Sesshomaru.

Sesshomaru ni siquiera le respondió, le cerró la puerta en la cara de un portazo.

—Que niño este...—suspiró Irasue y se marchó del edificio.

Sesshomaru, dentro de su apartamento se encontró con Rin en la cocina, quien le preguntó si seguiría comiendo, y al este decirle que no, ella procedió a retirar y lavar todos los platos, Sesshomaru por otro lado simplemente se marchó a su habitación, su madre había arruinado el desayuno, y ahora simplemente quería relajarse.

Una vez Rin hubo terminado, fue a tocarle la puerta a Sesshomaru, este le permitió el pase, y ella tímidamente entró a la habitación.

—Señor Sesshomaru...—lo observó, este se encontraba en uno de los sofás que habían en aquella amplía habitación, cerca de la cama, mientras leía un libro que parecía ser de medicina—lamento interrumpirlo.

—No te preocupes—dijo el mayor cerrando el libro y prestándole atención a la fémina que estaba delante de él.

—Necesito hablar algo con usted.

—Toma asiento—le ofreció sentarse en otro de los muebles.

Rin asintió, y estando más cómoda lo miró titubeante, se sentía nerviosa y sumamente avergonzada por lo siguiente que diría.

—Yo...—jugueteaba con sus manos tratando de calmar sus nervios—no quiero ser abusiva con usted, pero quería pedirle un último favor.

—Adelante, no te preocupes.

—Quería saber si podría darme una copia de mi ingreso a el hospital, y de cuando fui dada de alta.

—Claro que sí, sin problemas, ¿para qué los necesitas?—decidió indagar Sesshomaru aún sabiendo que aquello no era su incumbencia.

—Me están pidiendo pruebas para justificar los días en los que no di señal de vida.

—Entiendo.

—Además...—volvió a hablar ella—y-yo quería saber...si ese día por alguna razón mientras estuve inconsciente me revisaron más allá de los golpes por el accidente.

—¿A qué te refieres? Esclarece un poco lo que quieres decir.

—Esa noche yo...—realmente ella no quería hablar de aquello, pero era necesario hacerlo en ese momento—fui abusada por los asesinos de mi familia—terminó de decir con el rostro bajo, y el picor en sus ojos le avisó que pronto las lágrimas se asomarían.

Sesshomaru no dijo nada, y como siempre, continuó viéndola seriamente.

—Necesito saber si me realizaron algún examen que confirme ese suceso.

Sesshomaru sintió lástima por aquella chiquilla, definitivamente la vida había sido muy dura con ella.

—No lo creo—finalmente su varonil voz se dejó escuchar por toda la habitación—de haberte realizado ese tipo de examen y chequear los resultados probablemente me lo hubiesen notificado, y de paso, habrían llamado a la policía.

—Entonces...—la decepción se notaba en la voz de Rin—entonces no hay forma de probar lo que digo.

—Leí tu reporte, ahí solo se mencionan golpe y hematomas, un esguince, una pequeña contusión cerebral, y nada más, no tenías huesos rotos ni signos de agresión sexual, ya que claramente, los doctores que te atendieron no se enfocaron en esa última parte.

—Entiendo—limpió sus lágrimas, sentía que nada le salía bien, ¿cómo demostraría que fue víctima de violencia sexual.

—Aunque...—Rin, un poco esperanzada, volvió a prestarle atención al mayor—aunque, en estos casos, el ADN debe ser recolectado en un periodo de 73 horas, eso ya no sería factible ya que tienes aquí más de una semana, aún así, si te dejaron lecciones intravaginles aún puedes ir y hacerte un chequeo, y podrías llevar esos resultados, eso debería contar como prueba suficiente.—terminó de informal finalmente Sesshomaru.

—¿Usted cree?

—Sí.

Rin asintió, sentía que le debía mucho al doctor, a pesar de ser un completo desconocido, Sesshomaru se ha mostrando tan bueno y piadoso con ella, Rin sentía que le debía mucho, y esperaba algún día poder recompensarlo.

Un caliente le llenó el pecho, y un impulso la llevó a ponerse de pie y balancearse hacia Sesshomaru, cayendo sentada en sus primeras mientras lo abrazaba fuertemente del cuello.

—Muchísimas gracias—sollozó bajamente en su oído.

Sesshomaru, sorprendido por la acción de la chiquilla, se quedó estático, pero al sentirla llorando un sentimiento de compasión de apoderó de él, y lentamente la rodeó por la cintura con uno de sus brazos, tratando de reconfortarla.

—No te preocupes por nada más, niña.










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¡HOLAAAAAA!

Wao, hace más de un año de la última vez que actualicé esta historia, han pasado tantas cosas, he tenido muchísimos problemas personales, pero finalmente estoy aquí, tratando de escapar de la realidad a través de la escritura, dejaré este capítulo y me iré con la esperanza de volver a publicar pronto.

¡Los quiero mucho, lectores! Ojalá no me hayan abandonado esta historia.

Pd: perdonen las faltas ortográficas, nos leeremos pronto <3.

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⏰ Última actualización: Oct 26 ⏰

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