-Yo que tu no haría eso-sonrió mientras mira hacia atrás, la peli-azul miro en dirección de la Mayor y se encontró con algo, no, mejor dicho alguien a quien no esperaba volver ver, ahora un sucesión de recuerdos le pego en la mente.

6 AÑOS ANTES 

-Sam, tengo miedo-dijo una niña morocha de unos nueve años, ella esta sentada en el pasto junto a su amigo agarrados de la mano.

-Lo se, yo también la tengo-le dijo Sam

-¿Sabes que nos harán ahora?-pregunto la pequeña

-Creo tener un idea-le respondió, la chiquilla lo vio para que siga explicando-Aumentaran el dolor provocando que nuestros poderes incrementes, seguro a un punto donde no podamos controlarlo más-

-Odio esto, odio haber nacido así, en estos momentos me pregunto por que no morí en el estómago de mi madre al momento del incidente...-dijo la morocha

-¡Aidana!-la reto Sam-no hables así, yo también odio esto pero nunca, nunca más vuelvas a decir eso-

-Sabes que nunca debes decir nunca.-su amigo se enojo por lo que ella dijo, se levanto y camino hacia la orilla del pasto y el agua-Lo siento, no quise decir eso.-a Aidana  le comenzaron a salir lagrimas-Aveces no puedo controlar lo que digo-Sam se percató de aquello, se acercó a la joven quien cubría su cara con las manos, odia que la vean llorar.

-Hey-le sacó las manos y con la palma derecha le levanto el mentón para que lo mire-nadie, absolutamente nadie sabe lo que dice, aunque parece que si, nadie lo sabe.-dijo mientras le seca las gotas que dejaron de salir de sus ojos rojos- Te prometo algo, no voy a dejar que te hagan daño, si estoy muerto aún así te protegeré-Aidana lo abrazó por lo que él menciono marcando su campera negra con pequeñas lágrimas.

-Te quiero-

-Y yo a ti-los dos se separaron y se vieron un momento, Sam le limpia las lágrimas que salen de sus ojos nuevamente mientras se acercan lentamente a los labios del otro, estaban apunto de besarse cuando la puerta se abrió de golpe y unos soldados aparecieron y separaron a los dos niños, quedaron sujetados por los brazos mirándose, una señora alta y con músculos salio de donde los otros entraron y sonrió mirando a los jóvenes.

-Con que estos son los prototipos. Llévense al chico a la zona b-13, la chica se queda aquí-ordeno, los soldados se llevan a Sam a un helicóptero y a Aidana al bunquer. Los niños gritan el nombre del otro mientras lloran. La joven no lo pudo ver más porque la metieron dentro del bunquer, siendo llevada a una sala blanca con muchos científicos, fue acostada en una camilla, sujetada en la cabeza, el cuello el pecho, los brazos, las muñecas, las piernas y los pies. Siente como si esos sujetadores se adherían a su piel, miro a un lado y se encontró con la señora que vio antes solo que esta vez lleva una bata blanca, ella sostiene algo en sus manos, algo filoso y brillante.

 La remera de la joven esta siendo levantada, esa mujer se acercó a donde le levantaron la ropa, Aidana sintió como algo le atraviesa el estómago, como comenzaba a a sentir algo líquido que sale de la cortada que le produjeron.

- Ritmo cardíaco a 153,¿no debemos ponerle anestesia?-dijo una voz femenina

-No, traigan la máquina-contesto la señora, la niña vio un aparato, un doctor puso dos parches conectados al objeto a ambos costado de la cabeza de la chica, la misma mujer de antes apretó un botón produciendo un choque eléctrico provenientes de los parches, Aidana se torció por el dolor y más lágrimas salían. Luego le acercaron un par de guantes a la dama quien se los puso y  con sus manos cubiertos por las manoplas entraron al corte que le causaron anteriormente apretando el estómago que es apenas visible,la pequeña grito de dolor y un par de frascos explotaron. 

-Su cabello-dijo un hombre que observa el pelo de la joven, este estaba azul y se torna a un color amarillo.

-Esta funcionando, ¡todos a la sala!-grito la mujer que ordeno que llevaran allí a la pequeña, todos los científicos fueron a una sala y la puerta de esta fue cerrada por aquella señora que observa a través de una ventana de la puerta. Sonríe mientras que ve como Aidana comienza a crear fuego que sale de todo su cuerpo y se extiende por la camilla hasta cubrir toda la habitación de experimentos hasta el punto en que todo explota incluyendo la ventana que veía la madama, los pedazos de vidrio se clavaron en su hombro derecho y un poco de fuego tocara aquel lugar.

  Después de todo Sam tenía razón, desde entonces los experimentos se hicieron más frecuentes y dolorosos.Ese fue el día en que Aidana se juro nunca más volver a llorar y pedir piedad, y si tiene la oportunidad de matar con sus  propias manos a aquella mujer lo haría, claro, no sin antes hacerle lo que ella le hizo.

Ahora.

 Él esta frente a ella siendo apuntado por un arma del soldado que lo sostiene, los dos atónitos, muchos años sin verse, muchos cambios.A Aidana se le dobló las piernas, esa es mucha presión para una persona, cayó de rodillas al piso que tiene un poco de sangre.

-Sam-susurró y fue entonces cuando un soldado aprovecho la oportunidad de que ella este débil, se le acerco y le golpeo con el mango de su arma para que la joven se desmaye y cayera al suelo.


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¿Quién es Sam?¿Por qué dijo "nuestros poderes"? Muajaja, me gusta crear suspenso, soy muy mala. 

 Bue, otro capítulo y tengo dos cosas que decir: 

1) Comencé a escribir una nueva novela que se llama Forks que es de misterio/suspenso y un poco paranormal, aunque lo paranormal comenzará creo que después del capitulo 10.

2) ¿Hago una maratón para saber quien es Sam y que otras cosas le hicieron a Aidana?

Por que creo que este capitulo fue el más largo.

Eso es todo, besos. 

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