— No me gusta. De hecho lo único que siento por él es todo lo contrario a gustar, es desagradable - insistí pero no tenía caso.

Mia no me iba a creer.

— ¿Segura?

— Sí.

O eso al menos creía hasta ese momento.

ෆෆෆ

Amaba la noche, era cómo un perfecto acompañante sobre todo cuándo leía, la noche era silenciosa y preciosa, no podía haber mejor combinación.

Mis pensamientos se desvanecieron al oír unas voces, levanté la mirada con curiosidad hacia el lugar de dónde provenían las voces y lo ví.

Adrián Wilson.

Fruncí el ceño con confusión al verlo.

Estaba con una chica.

¿Quién era? Nunca la había visto, pero ¿Por qué estaba tocando a Adrián? Eso me pareció algo curioso, seguro a Helen no le iba a gustar eso.

Parece que a quién no le gusta es a ti.

Negué de un lado a otro y empecé a alejarme.

¿Por qué Adrián había vuelto al internado?

Eso si que era extraño, bueno todo de él era extraño.

— Creo que alguien debería aprender a no espiar.

Oh, mierda.

Volteé hacia la dirección de la voz de Adrián, él me observó con una sonrisa ladina mientras removia su cabello de un lado a otro.

— ¿Me viste?

— No eres muy disimulada, Harper.

— Digamos que tú tampoco, estabas en medio de los jardines con una chica.

Bien, eso había sonado a un reproche.

— Era mi hermana, y nos estábamos despidiendo.

¿Hermana? ¿Adrián tenía una hermana?

— Ah.

— ¿Algo más qué quieras reprocharme, Harper?

— Nada.

Dije de manera nerviosa ¿Por qué me estaba comportando de esta manera?

— Eso pensé.

— ¿Cómo te fue en tu cita con mi hermana? - pregunté.

Adrián me observó algo sorprendido, mientras que yo sentí una oleada de extrañeza en todo mi cuerpo. Mi corazón empezaba a acelerarse al igual que mi respiración, odiaba el efecto que Adrián tenía en mí.

— ¿Cita? No fue una cita, Harper. Fue una salida de amigos.

— Para Helen no pareció eso.

Rompiendo Las Reglas© ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora